Ayuntamiento de Atoyac; colapsado, endeudado y con final indeciso
Jorge Luis Falcón Arévalo*
Pese a contar con una semana, para definir demandas
o querellas en contra de quienes llevaron a la bancarrota no tan solo a la
comuna de Atoyac de Álvarez, ésta deberá actuar y proceder de acuerdo a las
indicaciones de tiempos y formas que otorga la Ley y de las
indicaciones precisas de la Auditoria General del Estado (AGE); sino
que se causó con la no circulación monetaria severos daños irreparables en el
bolsillo de los atoyaquenses; además, de riesgos económicos en diversas
empresas y negocios que empeñaron material y enseres y que hasta la fecha no
han sido cubiertos.
Empresas de cemento y materiales diversos como
eléctricos, han sucumbido ante instancias legales por ese ausente u olvidadizo
pago de la administración pasada. Que se niega a enfrentar sus deslices económicos
entre el cinismo y la vacuidad existencial, por ser decentes y honrados.
Recogerán en breve una empresa de la ciudad de
Puebla por vía judicial, bienes muebles e inmuebles de los atoyaquenses. Como
lo es la Unidad deportiva, conocida como “La Mariscal”, que no logra cubrir el
monto de la demanda. Cabe declarar que en este tenebroso y peliagudo asunto del
ex edil perredista, el Ayuntamiento sirvió de aval -acción fuera de la ley-
para otorgar millonarios préstamos a diversas personas, de las cuales se cree
son prestanombres por un lado; y, por el otro, sean nombres ficticios, para
apañarse el empréstito de alto volumen de dinero.
En la mira de estos negociantes " la Unidad
Deportiva Mariscal", por adeudo de 21 millones de pesos, que Carlos
Armando Bello Gómez signó al ayuntamiento como aval, cuando ello es violatorio
a la ley. Siendo particulares los beneficiados, los favorecidos. Mientras unos
callan, la información llega, fluye.
Cabe resaltar en voz de los abogados de la
negociación poblana, que “el primer ex edil hizo pasar estos adeudos como
“deuda institucional”, argumento que fue desechado por un leguleyo de quinta,
pues éste tipo de transacciones, no son válidas para la Auditoría. Porque
carecen de fundamento comercial y jurídico.
Hasta el momento se han notificado no tan solo ese
tipo de adeudo, sino que hay otros que rebasan los más de 25 millones de pesos,
entre demandas y querellas. Deudas y ausencia de pagos. Donde se involucran no
tan solo al ex alcalde, de esa franja perredista del Sol Azteca, sino
al ex abogado (a quien tratan como inexperto del Derecho penal y jurídico), el
ex secretario general y el ex tesorero.
Toca a esta administración asumir la
responsabilidad que le corresponde para dilucidar este asunto que hunde más a
la sociedad atoyaquense, en una ausente obra social, préstamos
leoninos bancarios, asechanza de cobradores foráneos y latrocinios que laceran
la economía de este vilipendiado girón de tierra, ya no de héroes, sino de
ladrones.