POEMARIO desde el alma



Ricardo Rojas Santos

Miénteme

Dime que jamás te fuiste,
dime que sólo quisiste que sintiera miedo,
demostrarme a qué sabe tu presencia en tu ausencia.
Dime que jamás me olvidaste,
Dime que sólo fue una eternidad entre tinieblas que viviste sin mí,
sola contigo no te encuentras,
dime que sólo estuviste estática en el limbo,
dime que tu alma fue cada faro que brillo en mis pasos,
cuando te busque en las calles,
dime que tú eras la lluvia que cubría mi tristeza al salir sin rumbo,
dime que cada vez que abría la puerta estabas ahí,
entre la gente, escondida.
Dime que jamás te fuiste,
dime que sólo fue una advertencia,
que sólo así sabría que se siente tener una daga al cuello,
que así se siente cuando la muerte llega a postrar su oz sobre mi cabeza,
dime que jamás te fuiste,
que siempre me quisiste,
que siempre fuiste mía entre otros brazos.
Dime que jamás te fuiste,
al contrario,
dime que hoy no volviste,
porque jamás te fuiste.

Un día después

A este después le hará falta el después,
seré un camino sin destino,
un abismo con fondo,
una risa sin sonrisa de preámbulo,
a este adiós le sobra espacio,
le falta astucia,
se cree momentáneo,
se le ve lo eterno.
A este después le falta el después,
le falta ánimo,
le sobra cinismo,
a este después, después le hará falta el aire,
hará su parte de villano mientras pasa a ser presente,
mientras que después ya el después se le hará pesado,
le sobrará razón y le faltará tiempo.
Como tiempo me ha faltado para recordar olvidarte,
para averiguar cómo se le hace para que después ya no te ame.
Para poder decir después que ya pase por aquí después de haberte conocido,
después de haber perdido algún después,
Justo antes de amarte y después olvidarte.