Cosmonauta



El cosmos, tan inconcebible concepción que nos alberga. Navegamos dentro de un lugar llamado mundo, y en el interior de él existen millones de organismos con vida. Y si hay un Dios para nosotros aquí, hay más en el Universo, enfrentemos eso.

Adquirimos la capacidad para investigar cualquier manifestación natural o artificial. Desde que un 12 de abril de 1961, el cosmonauta Yuri Alekséyevich Gagarin, fuese el primer ser humano en viajar al espacio exterior a bordo de la nave Vostok 1. El ser humano ha soñado estar en otro planeta que no sea éste, y hoy debe ser una realidad, porque el Astro Rey está consumiendo más y la actividad de su núcleo aumenta. Exoplanetas se registran en los datos de la NASA, asimismo, la agencia designa el término astronauta (en China es llamado taikonauta) a quien se encuentra en la luna, o bien, realice labores en una máquina que los lleve al espacio intersideral. Cabe citar que la primera mujer en volar fuera de la Tierra fue Valentina Tereshkova, el 16 de junio de 1963 en la Vostok 6. Ayer viernes celebraron al género en el Día Internacional de la Mujer, originado por el Día de la Mujer Trabajadora en Nueva York, un evento que debe aclarar las múltiples facetas de ellas. Esperemos más días de esos, pero no tantos como el del martes 12 de marzo, en que el cónclave elegirá al sucesor del Papa Benedicto XVI. Ciento quince cardenales menores de 80 años de edad podrán votar, y es entonces que el humo blanco hará presencia este mes. No descartemos que pueda ser un líder latinoamericano quien guíe a El Vaticano a nuevos y precisos caminos, claro que sí. Ya que la Iglesia Católica quedó en shock tras la dimisión de Ratzinger, un hecho alarmante, pero no tanto como las cifras de desnutrición en México. De las cuales el presidente de la nación, Enrique Peña Nieto, las calificó de aterradoras, y cómo no. Si el año pasado murieron once mil personas en el país por ese mal originado por nosotros mismos, la pobreza hace estragos en todas las esquinas de nuestra vida. Vamos a observar de cerca los resultados de la Cruzada Nacional contra el hambre, ya que no sólo en nuestro país azota esta mezquindad, producto de nuestra envidia, egoísmo y cinismo, pues más de 800 millones de personas pasan hambre y 200 millones de niños sufren malnutrición, dato de la Food and Agriculture Organization (FAO): Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura. Cruda expectativa como el del INEGI, ya que en abril modificará el cálculo de la inflación, con la finalidad de ofrecer estadísticas de mejores precios a las prácticas y acuerdos internacionales. Harán lo suyo el Índice Nacional de Precios al Consumidor y la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares. Que no sea casual, como el encuentro del Ejecutivo mexicano con diversos jefes de Estado en la ceremonia luctuosa de quien fuera presidente de Venezuela. Que se fortalezca América Latina, pero con vehemente creatividad al servicio de la gente, no con gritos de “¡La batalla sigue, Chávez vive! ... Hasta la Victoria siempre comandante!”. La reflexión me hace llegar a pensar que los humanos quizá somos parásitos, y fuimos incubados para desintegrar este sitio. Ya que caemos en el parasitismo, pues la simbiosis sensu lato, nos hace tener o necesitar o apegarnos a una relación estrecha con nuestro entorno (hospedero-hospedador). O quizá sólo buscamos a través de la memoria colectiva y la historia de nuestro espíritu, el por qué nos concibieron en el cosmos, enfrentemos eso.