Los métodos porfirianos reloaded


Ramiro Padilla Atondo

Se ha dicho hasta el cansancio que los métodos de don Porfirio no solo no han caído en desuso, ahora y con el regreso del PRI a los pinos parece que se convertirán en el sistema más utilizado.
Recuerdo haber leído en alguna ocasión la idea genial del famoso dictador de crear las comisiones, una estrategia exitosa para desactivar problemas dándole largas y más largas (o quién no recuerda en qué terminaron los diálogos por la paz en Chiapas) o las innumerables comisiones que se crean con el objetivo de “según” darle solución a un asunto.
“Esos gallos queren máis” decía cuando miraba a un potencial rival. Obregón reeditaría ese mismo pensamiento diciendo que no había general (ahora los generales se han convertido en políticos) que resista un cañonazo de cincuenta mil pesos (ahora son dólares, muchísimos dólares).
Y sobre todo, la estrategia reina de todas las estrategias, que haría una escuela imperecedera, pan o palo. Para darnos una idea, este inicio de sexenio mostró pocas diferencias con respecto al del inicio de Salinas. La Quina se desmarcaría del Elbazo diciendo que  el suyo fue por puras motivaciones políticas. Bueno, déjeme decirle señor Díaz Serrano que todos, absolutamente todos los palos que da el gobierno son por razones estrictamente políticas.


Don Porfirio lo entendió así y jugó sus cartas en un México totalmente diferente. La similitud entre lo que sucedió después del porfiriato y lo que sucede ahora es el hecho de que exista una población sumida en el hartazgo de la anarquía. Antes eran los generales, ahora son los capos. El nuevo sistema entiende que la ingobernabilidad de los dos sexenios panistas les ha sido servida en bandeja de plata, y están presurosos por hacer algo al respecto.
La figura del viejo dictador se agranda y las formas anquilosadas de hacer política huelen a añejas pero mediáticamente prueban ser eficaces. El porfirismo reloaded vuelve a la escena. Y aunque el sexenio es joven, sería muy difícil que otros líderes sindicales corran la misma suerte que la ex dirigente del SNTE. ¿Porqué? Sencillo, muchos de ellos han probado su lealtad en toda circunstancia a sus viejos amigos. A ellos el sistema les da pan.
El garrote priísta será selectivo. Para su desgracia las condiciones políticas en general han cambiado. Ya no existe la discrecionalidad del presidente para remover gobernadores a voluntad. Estos se han convertido en pequeños señores feudales y son útiles a sus intereses.
Don Porfirio no dejó un manual al estilo Maquiavelo pero sí dejó las formas de hacer la política. Este estilo reloaded que a los panistas les hubiera servido si no se hubieran perdido en la contemplación de la inmortalidad del cangrejo, les hubiera ayudado. Pero Priísmo solo hay uno, y no acepta imitaciones.
Y el pueblo es como el famoso Susanito encarnado por Joaquín Pardavé. Suspira por esas épocas de paz que trajo el porfiriato priísta y ha visto con desdén la triste historia de la oposición que quiso ser gobierno. En fin. Seguiremos expectantes este circo maroma y teatros estilo porfiriano en tres pistas.