Rodrigo Huerta Pegueros*
La
escalada de la protesta social de los maestros pertenecientes a la Coordinadora
Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) no sucedió de la noche a la mañana como
tampoco se fraguó en unos cuantos meses, es el resultado inequívoco de la
errónea actuación de los gobiernos, particularmente, del estado y la
federación.
Los
bloqueos a la autopista del Sol no son una novedad para los guerrerenses y
menos para los acapulqueños. Ha sido una constante de que los grupos sociales,
políticos e incluso oficiales, han tenido que hacer uso de este instrumento
como presión para ser no solo escuchados sino atendidos en sus peticiones por
los gobernantes.
Es
así que durante los últimos dos años de este gobierno, no solo han sido solo los
profesores o los normalistas los que han utilizado esta vía de comunicación federal
para hacerse presente con sus protestas sino también han sido los campesinos e
indígenas quienes han solicitado fertilizantes e insumos para el campo.
Lo
mismo han hecho los pueblos que están en desacuerdo de que las empresas mineras
sigan explotando sus recursos naturales sin su consentimiento y porque la
autoridad no interviene a su favor; lo mismo han protestado familiares de los policías
que han sido detenidos por estar implicados en los asesinatos de los
estudiantes normalistas de Ayotzinapa o los transportistas quienes se quejan de
los múltiples asaltos que se han registrado en esta vía contra unidades que
movilizan a los turistas y también figuran en la lista los ambulantes de Acapulco
y padres de familia que protestan por la inseguridad en las escuelas y por si
fuera todo, estudiantes y maestros de las preparatorias populares suman a los bloqueos
a la autopista del Sol.
No
olvidemos que en los pasados meses de Enero y Febrero de este año, poco antes
de que el gobierno federal encarcelara a la líder nacional del SNTE, Elba
Esther Gordillo Morales, los llamados profesores institucionales del SNTE en
Guerrero participaron junto con la CETEG en un bloqueo multitudinario para
protestar contra las reformas educativa y laboral. Hoy se quiere olvidar esta
coordinación que se tenía entre las dos facciones del magisterio guerrerense.
Y
todas estas acciones que se han registrado puntualmente en la entidad no fueron
en su momento atendidas por los gobernantes y menos fueron excusas o pretextos
de los empresarios turísticos de las afectaciones a sus negocios, lo cual
provoca una serie de cuestionamientos a la forma como el gobierno maneja a su
antojo los hilos de los poderes fácticos y particularmente un pobre sector de
comerciantes que integran la Cámara Nacional de Comercio y Servicios de
Acapulco (Canaco)o la siempre cuestionable Asociación de Hoteles y Empresas
Turísticas de Acapulco (AHETA).
Los
reclamos solo son apra los maestros y no para el gobierno que por muchos años
ha negociado tras bambalinas con los disidentes magisteriales de una y otra
facción y hasta se ha dado el lujo de publicitar gráficas donde aparece el
propio gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero con los líderes cetegistas a
quienes les otorga todo lo solicitado y les promete inmunidad para que las
órdenes de aprehensión giradas por su Procuraduría General de Justicia del
Estado (PGJE) no sean ejecutadas.
Con
esa laxitud, era imposible tener una relación institucional y apegada al
derecho entre el gobierno y los maestros. Imposible que se le tomara en serio y
cuando éste pretendía que así fuese, los maestros desatendían sus llamados como
lo hacen hasta estos momentos, cuando la protesta magisterial hoy ha tomado un
curso diferente y sobre todo cuando se le han unido, no solo poblados enteros
que harán sus protestas particulares sino los grupos radicales armados que
están hoy en pie de lucha en las comunidades donde han aparecido los policías
comunitarios, los policías ciudadanos, las llamadas autodefensas y quienes como
lo hemos visto actuar en Tierra Colorada, utilizan armas de alto poder que
según la ley solo pueden ser utilizadas por las fuerzas armadas de México.
¿Hacia
dónde vamos?
Esta
pregunta es hasta el momento imposible de contestar pues todo depende de lo que
haga el gobierno estatal y sobre todo si tiene como se ha dicho el apoyo total
del gobierno federal. No hay que olvidar que los propios comandantes del
ejército mexicano destacamentados en Guerrero han dicho que esta entidad esta
inmersa en un conflicto social, político y de criminalidad grave.
Han
afirmado que Guerrero está hoy viviendo una realidad demasiado difícil pues se
encuentra ‘’entre la guerrilla (léase policías comunitarias etc. y criminalidad
(narcotraficantes)’’.
Veamos
cuál será el desenlace de este episodio con el cual se inicia el tercer año de
gobierno del gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero.
Periodista/Analista
Político*
porteno4964@gmail.com