Despierta para ser un maestro. Y eso significa que en todas las lenguas renuncias a todo, al saberte poseedor de cada parte del Universo y despojarte de enfermedades, del dolor, de la muerte, del amor, de Dios, de la humanidad, de la naturaleza, del trabajo, del dinero y de cada elemento que te ha compuesto como persona, como hombre o mujer.
Ilumínate en tu soledad y sé un maestro. Si nadie te sigue es porque todos te siguieron algún día. Conoces tanto que en tu búsqueda espiritual reconoces que el camino es la limpieza de las cosas que haces y dices. Es entonces que sabes para qué, cómo, dónde, cuándo y por qué naciste.
Sé inteligente como uno solo. Interpreta, traduce, imagina, crea y manifiesta tu ser, la gente no se equivoca si la ignorancia es una dicha, una fuerza que corrompe o una mentira repleta de falsedad. Y ahí tú, reencarnarás cada día, para hallar finalmente a tu maestro. A ti.
falcoatl
"Triunfaré sobre el nacimiento y la muerte y venceré a todos los demonios que hostigan al humano". El pequeño Siddharta.
