Jorge Falcón Páez
Hace
unas pocas semanas, al igual que miles de personas me vi expuesto a un anuncio
que desde el primer impacto me dejó con un sórdido y agrio sabor de boca. Es un
ejercicio difícil y lleno de matices el criticar a colegas, sin embargo, esta
ocasión me veo obligado a hacerlo ya que de por medio se encuentra uno de los
temas que más demandan mi respeto: Los infantes. Particularmente, la seguridad
de ellos.
Mi
reacción al anuncio de la Fundación
ANAR, la ONG española, contra el maltrato infantil, fue contraria a
la que penosamente veo causó en la mayoría. Me sentí preocupado por los
infantes.
Atribuyo
a muchas cosas el (en mi particular opinión) desafortunado “aviso”, la primera,
es falta de compromiso verdadero de parte de la agencia con la causa y en
segunda, ignorancia.
Las
marquesinas instaladas en Sevilla, Madrid, Barcelona, Valencia y Vigo, señalan
para los adultos que sólo veían la cara del niño: "A veces el
maltrato infantil sólo es visible para el niño que lo sufre" un
texto que además de ser poco útil y relevante, parece indicar ya desde ahí que
solamente está puesto para “jugar” con lo que viene después.
Si
eras más pequeño, es decir, un infante, al niño del anuncio le aparecían moretones,
golpes, huellas de maltrato y además, el teléfono de ayuda de ANAR.
La
irrisoria cantidad de 4 marquesinas son insuficientes para tratar un mensaje
tan grave, real y trascendente, pero sí son más que suficientes para “armar un
caso y pautarlo no en una, sino ¡en 4 marquesinas!” (para júbilo de la agencia).
La
lista de contras es tan larga, que mis dedos tropiezan y sudan por la aún
preocupación que me causa esta acción.
Los
niños, que son el aparente target de este esfuerzo, en muchos de los casos
desconocen si sufren de abuso o no. Es decir, “no es visible” o peor aún, no
todo se reduce a moretones. En muchas ocasiones hasta para los más grandes resulta
difícil diferenciar entre maltrato o alguna de las conductas adoptadas y validadas
culturalmente, como formas "aceptables" de educar, formar hábitos o
disciplinar.
LINK DEL ANUNCIO: https://www.youtube.com/watch?v=N0h1mgpn95s
En
muchos casos el castigo es físico, psicológico o de manipulación sexual. Así
también resulta complicado distinguir si la negligencia y el abandono que a
veces se practica es a falta de recursos y a las dramáticas condiciones de vida
que impone la extrema pobreza, tan frecuente en los países subdesarrollados, no
se diga en un país en crisis.
Lo
más importante es que: “el niño no sabe defenderse ante las agresiones de los
adultos, no pide ayuda, esto lo sitúa en una posición vulnerable ante un adulto
agresivo y/o negligente. Los niños que sufren maltrato tienen múltiples
problemas en su desarrollo evolutivo, déficits emocionales, conductuales y
socio-cognitivos que le imposibilitan un desarrollo adecuado de su
personalidad” como citan autoridades en el tema.
Es
poco probable que un niño tome un teléfono y exponga su caso, esto, quizás la
ONG lo sepa, pero dudo que lo hayan analizado los creadores.
En
la mayoría de las ocasiones de abuso infantil, la situación es negada por el
propio paciente y por los familiares.
Existe
material acerca de causas del maltrato, síndromes como el de Münchhausen por
poder, síndrome del niño sacudido, el síndrome del niño maltratado y el que
verdaderamente se siente comprometido a ayudar a estos niños en desventaja,
sabe que la solución no es un esfuerzo tan vano como el que se dio a conocer el
mes de abril.
Labor
educativa con profesores, clínicas con padres de familia, con los infantes, con
las parejas, reformas y sobre todo, conocer al niño (porque no se puede amar lo
que no se conoce) son de las acciones que se tendrán que estar haciendo.
El
abuso infantil es cuestión de política nacional, de esfuerzo conjunto entre
científicos, sociedades pediátricas, asociaciones de docentes, sociedades de
psicólogos, etc.
Lo
más absurdo es que si la idea era que los adultos no se enteraran, se me hace
paradójico que con toda la difusión que se le ha dado a esta desventurada
pieza, los más enterados sean precisamente ellos incluidos con toda seguridad,
los abusadores.
Era
un brief para analizar, para rechazar las tentaciones y actuar con
responsabilidad.
En
1959 las Naciones Unidas declaran los derechos del niño, el que debe ser
protegido contra toda forma de abandono, crueldad o explotación.
Con
todo respeto, pero para mí ese anuncio es una explotación del abuso de los
infantes.