MÉXICO LEE

Rocío Prieto Valdivia

Proyectos como Lee 20 minutos Diarios o Mochila Viajera, forman parte del proyecto México un País de Lectores, lamentablemente los proyectos fracasan dado el poco interés en la lectura por parte de los padres de familia
Los libros que hay en las bibliotecas de aulas son escasos y los niños muchas veces no los regresan formando parte de los cementerios de libros que muchas veces hay en casa. La importancia de leer repercute mucho en nuestros pequeños.
Ya que durante toda nuestra vida es leer y leer lamentablemente como nos menciona el editor y lector Ramiro Padilla Atondo, en su artículo para SPD noticias es lamentable que nuestros hijos pasen demasiado tiempo frente a un televisor o los videojuegos que poco nutren al intelecto. A continuación les comparto un fragmento del artículo.

“De cómo la falta de lecturas, afecta la manera en que vemos el mundo.
Siempre que me enfrento a una discusión sobre determinado tema, termino por llegar a un callejón sin salida. Primero, porque por lo regular las discusiones tienden a ser asimétricas, somos únicos y nuestra perspectiva del mundo pareciese que también lo es.
No tenemos las mismas experiencias ni (parafraseando la mexicana fatalidad) la vida nos ha tratado de la misma manera. Intento en lo posible sustentar lo que digo basado en mis lecturas pero por lo regular, soy el único que ha leído los libros sobre los que intento discutir. Vana presunción la mía. Primero, a los demás les importa un cacahuate lo que he leído o estoy leyendo, o segundo, están bastante felices pensando de la manera que piensan.
El primer síntoma de una capacidad lectora sería el ver a la televisión como un instrumento que se convierte en un obstáculo para el goce pleno de la vida. Reírse ante el cúmulo de mentiras que
La lectura se convierte así en un íntimo acto de rebeldía. Se lee porque se quiere escapar de la realidad, se quiere transformarla. Se opone la reflexión emanada de la lectura con la venta de esta “realidad” que tiene una agenda. No hay nada más triste que tratar de razonar con personas de mente cuadrada. Como lo decía al principio, la mayoría de las personas viven felices pensando de la manera que piensan. La falta de lecturas no hace sino mantener esa zona de confort. Porque una vez que has visto la realidad a través de los ojos de un libro es extremadamente difícil volver atrás.
Esa al final de cuentas sería la mejor reflexión. Nadie puede manipular una masa de seres pensantes. Eso es lo que debemos construir por medio de la lectura".



Y si bien como menciona Ramiro cuando vez la realidad a través de un libro es difícil volver a atrás, desafortunadamente para los pequeños sus primeras lecturas están plagadas de fantasías porque pocos escritores mexicanos se dedican escribir cuentos hasta ahorita los únicos cuentos los más famosos son los ilustrados por Wald Disney, de los autores como Charles Perrault y Christen Andersen si escribiéramos al menos uno o dos cuentos al año de los muchos que hay de origen mexicano, tendríamos literatura para niños porque el problema se ataca de raíz, es decir, enseñar al niño el hábito de la lectura, porque empieza en casa. Y bien a continuación les mencionaré algunas edades y como se desarrollan los lectores en potencia.
Me desperté a ciegas, pensando en los libros para niños y su repercusión en su vida
En lo importante que es enseñarlos a leer desde pequeñitos, aunque claro a la edad de tres años y medio no van leer un libro pero si van abrir su mente a otros horizontes, es a los cuatro años cuando ya empiezan con su dedito a recorrer los párrafos repitiendo lo que papa, mama o los hermanitos mayores le leen, meses más tarde se guían por lo visual y empiezan ellos armar
Sus propias historias tomando párrafos del cuento integrándolo a su imaginación.
Y es a la edad de cinco A los seis años cuando los pequeños formados en ese hábito ya leen por si solos, formando y repitiendo entre cortadas silabas y sosteniendo el libro entre sus pequeñas manitas cruzando la piernita y hacen pose de lector, se llevan su manita a la sien o la barbilla como si fueran muy intectuales algunos.
Toman los lentes del abuelo, y se los ponen imitando a los adultos lamentablemente con tanta tecnología nuestros pequeños no se forman con ese hábito que les ayuda mucho en su vida diaria ya que, México está en un lugar poco honroso en el nivel de lectura, se les invita. A los padres a llevarse un libro y no lo hacen, créanme, los libros que la SEP tiene son libros que tienen el contenido adecuado para nuestros pequeños.
Yo como madre, abuela y lectora les recomiendo los libros del Rincón y la serie del Sol Solito. Entre ellos se encuentran LA GALLINA HAMBRIENTA, PIMIENTA EN LA CABECITA, AH PAJARITA SI YO PUDIERA, GUYI EL COCO PATO, UN PATITO MUY ESPECIAL, ENTRE OTROS TÍTULOS.
Y pues bien, formemos lectores activos leyendo con nuestros hijos por lo menos 20 minutos diarios, ya que son esos momentos los pequeños siempre recordarán toda su vida, y al tomar un libro ellos evocarán sus primeras lecturas.

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