Seamos claros en un
asunto. La agenda política del PRI y el PAN no es la agenda de la población. La
capacidad de debate sobre cualquier tema es de todos conocida. Puros gritos y
sombrerazos. El bienestar del país no se discute en una reforma petrolera. No
lo creo. Todos los políticos dicen lo mismo, que esta reforma nos llevará ahora
sí a la modernidad, que fui mejor presidente que Benito Juárez, etc etc ¿O no
les suena conocido el arriba y adelante? ¿Por una renovación moral? ¿El
liberalismo social?
Los mexicanos somos
absolutamente escépticos cuando de los grandes temas se trata. Ortega y Gasset
decía que mientras la labor del intelectual consistía en brindar claridad sobre
un tema, la del político era la de levantar una nube de polvo.
Ese es el problema
de fondo. Durante casi un siglo nos han vendido espejitos. ¿Cómo distinguir
ahora lo bueno de lo malo? ¿Quién propone la reforma y porqué?
Es ahora, cuando de
vender algo se trata, y no me refiero a vender Pemex en el sentido literal, me
refiero a vender la idea de que la
inversión privada es la panacea que salvará a nuestro país de la mediocridad,
que el asunto me salta.
Si hay gente
calificada para hacer una reforma, esta no se encuentra en la clase política.
Porque estos son los que van a discutir la madre de todas las reformas:
Y para su consternación llegará ¡en forma
escrita!
Abrirse a la
inversión privada, ¿pero quienes? ¿Los grandes consorcios internacionales? ¿Los
grandes consorcios nacionales? Porque si de eso se trata los menos beneficiados
serán los de siempre. Lo siento pero no les creo a aquellos que quieren hacer
de la reforma energética el eje de su gobierno. Y no les creo cuando tienen
castillos en Francia o les donan propiedades por doquier.
Si la mitad de lo
que dice Fernández Noroña es verdad entonces no se necesita abrir Pemex a la
inversión privada:
Bueno, no a esa inversión
privada. (Me reservo el comentario sobre el entrevistador, hasta Peña Nieto lo
hubiera hecho mejor)
Hace mucho que el
nacionalismo pasó a ser un mito genial. Aunque haya algunos que aún se cobijen
bajo su bandera, la realidad es que a la
mayoría de los mexicanos les importa un carajo el asunto del nacionalismo
porque del nacionalismo no se come.
Ahora, por otro
lado no está mal que se modernice el sector, pero, ¿Es el capital extranjero la
solución? ¿O el capital mexicano de los pocos que ya conocemos?
Seamos honestos, la
verdad, no podemos dejar un asunto tan delicado en manos de políticos.
Es como confiarle
la victoria en el mundial a Surinam.
Mejor, sigamos
viendo con escepticismo este asunto y tratemos de informarnos. Porque la burra
no era arisca. Y los proponentes no dan paso sin huarache. Si la hija de un
gober tenía tres mil millones de pesos en una cuentita de banco, saquen la
cuenta si los de la reforma actúan de prestanombres una vez que se autorice la
inversión privada. Lo de la hija de Granier parecerá como chiste.
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