¡Santas reformas petroleras Robin!

Ramiro Padilla Atondo

Seamos claros en un asunto. La agenda política del PRI y el PAN no es la agenda de la población. La capacidad de debate sobre cualquier tema es de todos conocida. Puros gritos y sombrerazos. El bienestar del país no se discute en una reforma petrolera. No lo creo. Todos los políticos dicen lo mismo, que esta reforma nos llevará ahora sí a la modernidad, que fui mejor presidente que Benito Juárez, etc etc ¿O no les suena conocido el arriba y adelante? ¿Por una renovación moral? ¿El liberalismo social?
Los mexicanos somos absolutamente escépticos cuando de los grandes temas se trata. Ortega y Gasset decía que mientras la labor del intelectual consistía en brindar claridad sobre un tema, la del político era la de levantar una nube de polvo.
Ese es el problema de fondo. Durante casi un siglo nos han vendido espejitos. ¿Cómo distinguir ahora lo bueno de lo malo? ¿Quién propone la reforma y porqué?
Es ahora, cuando de vender algo se trata, y no me refiero a vender Pemex en el sentido literal, me refiero a  vender la idea de que la inversión privada es la panacea que salvará a nuestro país de la mediocridad, que el asunto me salta.
Si hay gente calificada para hacer una reforma, esta no se encuentra en la clase política. Porque estos son los que van a discutir la madre de todas las reformas:
 Y para su consternación llegará ¡en forma escrita!
Abrirse a la inversión privada, ¿pero quienes? ¿Los grandes consorcios internacionales? ¿Los grandes consorcios nacionales? Porque si de eso se trata los menos beneficiados serán los de siempre. Lo siento pero no les creo a aquellos que quieren hacer de la reforma energética el eje de su gobierno. Y no les creo cuando tienen castillos en Francia o les donan propiedades por doquier.
Si la mitad de lo que dice Fernández Noroña es verdad entonces no se necesita abrir Pemex a la inversión privada:
Bueno, no a esa inversión privada. (Me reservo el comentario sobre el entrevistador, hasta Peña Nieto lo hubiera hecho mejor)
Hace mucho que el nacionalismo pasó a ser un mito genial. Aunque haya algunos que aún se cobijen bajo su bandera, la realidad  es que a la mayoría de los mexicanos les importa un carajo el asunto del nacionalismo porque del nacionalismo no se come.
Ahora, por otro lado no está mal que se modernice el sector, pero, ¿Es el capital extranjero la solución? ¿O el capital mexicano de los pocos que ya conocemos?
Seamos honestos, la verdad, no podemos dejar un asunto tan delicado en manos de políticos.
Es como confiarle la victoria en el mundial a Surinam.
Mejor, sigamos viendo con escepticismo este asunto y tratemos de informarnos. Porque la burra no era arisca. Y los proponentes no dan paso sin huarache. Si la hija de un gober tenía tres mil millones de pesos en una cuentita de banco, saquen la cuenta si los de la reforma actúan de prestanombres una vez que se autorice la inversión privada. Lo de la hija de Granier parecerá como chiste.

Publicar un comentario

0 Comentarios