Rocío Prieto Valdivia
Tener un buen hábito no es fácil, se necesita
de constancia y mucha disciplina, sobre todo el ejemplo diario de los padres
para reforzarlo día con día.
Se escucha muy fácil y muy certero el
construir buenos hábitos en esta etapa, donde los hijos entran a la adolescencia, sin embargo, es esta misma
donde los hábitos son por demás fastidiosos y poco tolerables para los púberes,
donde las hormonas hacen revolución en sus cuerpos.
Lo más recomendable es empezar a edad temprana
para ir fortaleciendo poco a poco los buenos hábitos adquiridos, es en esta
etapa de los 15 a
los 18 años de edad, cuando los hijos ya se inclinan por los hábitos deportivos, por ejemplo.
Reforzar el hábito de la lectura también, ya
que es el más importante, además de una sana alimentación, así como la higiene
personal, así pues como los padres construyen y refuerzan los hábitos en los
hijos mediante el ejemplo diario.
Un padre lector hace un hijo lector y así
sucesivamente con los demás hábitos. Las claves son el juego, la interacción y
las responsabilidades para tener éxito. Hay tres herramientas básicas y éstas
son la constancia, la paciencia y la repetición. Y el éxito
será equilibrado, además de formador de buenos hábitos en los hijos.
Un hábito no se puede imponer de un momento a
otro ni de construir después de años de no llevarse a cabo casi nunca funciona
así y mas si los padres no predican con el ejemplo diario
desafortunadamente los malos hábitos son los que
casi todo mundo lleva acabo.
A continuación una breve explicación de que
son los hábitos en los niños y su utilidad.
Los hábitos en los niños.
Publicado el 3 noviembre, 2011 por
Vanesa Hervas.
“¿Qué son los hábitos y por qué es
importante la creación de éstos? Los hábitos son esas acciones que, a base
de repetirlas, se convierten en nuestra forma de hacer las cosas. La
creación de hábitos saludables en la infancia es una inversión en la salud para
toda la vida. Son de vital importancia porque a medida que los
niños/as van logrando los diferentes hábitos se sienten más seguros, tranquilos, equilibrados y con
ganas de aprender.
Todos los niños sin excepción necesitan que se
les aplique límites, los cuales están representados por las rutinas o
hábitos diarios, que a su vez le brindarán la posibilidad de ir
desarrollando su sentimiento de responsabilidad a medida que los vayan
incorporando”.
Es así como formaremos buenos hábitos en
nuestros hijos enriqueciendo su vida
para hacer de nuestros hijos unos ciudadanos de éxito útiles a la sociedad y así mismos
Parte de la responsabilidad como padres es
enseñarles a los hijos a llevar una vida sana, tanto física como
psicológicamente. Y por tanto, el mejor momento para comenzar a enseñar estas
lecciones a los hijos es cuando son pequeños, antes de que las opciones no
saludables se conviertan en malos hábitos para toda la vida
Es una tarea particular de cada familia. Debemos
tener claro que el aprendizaje no depende exclusivamente de los centros
escolares donde acuden nuestros hijos, sino que en este proceso cumplen un
papel esencial las familias, otorgando los hábitos y siendo los principales
guías en este proceso, lástima que no todas las familias asumen esta
responsabilidad.
0 Comentarios