La religión y yo

Alex Islas

La religión es innegable que forma, formará y siempre ha formado parte de nuestra cultura, en el mundo prácticamente todas las civilizaciones se han creado con una base religiosa, la que quieran, consulten y verán que no miento.

En lo que a mí respecta fui bautizado (junto con mi hermano) como católico cuando tenía cuatro años, nadie me preguntó si quería o no quería, me vistieron de blanco y me echaron agua bendita (o por lo menos eso dijo el sacerdote), ya después recuerdo una fiesta en un lugar infantil con juegos y pizza nunca supe porque se le daba tanta importancia a un evento como este y prácticamente a mis 27 años sigo sin entender. Desde ese entonces y hasta ahora, jamás me he ido a confesar con el señor cura, nunca en mi vida he comulgado, en fin para lo único que he visitado iglesias católicas es para admirar arte sacro.

Para cuando nos bautizaron a mi hermano y a mí, mi mamá se había convertido del catolicismo al cristianismo (Presbiteriano), vivíamos en Acapulco a lado de un templo y una mujer buena y muy generosa (Alicia se llama) invitó a mi mamá a escuchar sus ideas y creencias, yo entonces tenía menos de un año, mi papá siguió siendo católico y a la postre mi hermano y yo fuimos bautizados por esta religión que no seguimos nunca.

Mi hermano y yo nos criamos básicamente como cristianos (yo de forma más entusiasta he de decirlo), pero al final nos decidimos por no seguir ninguna religión, mi hermano se hizo ateo y yo soy agnóstico (creo que si existe o no existe Dios no es importante y como no se puede comprobar su existencia o no existencia es irrelevante). Básicamente me crie con un padre católico (algo perezoso) y una madre que dentro de su cristianismo a mi hermano y a mí nos dejó siempre elegir lo que queríamos en todos los aspectos y la religión no fue la excepción.

Mucha gente por mi agnosticismo me puede tildar de holgazán o de plano de que querer quedar bien con los religiosos o no religiosos, pero no es así; buscar una fe (o en mi caso decidir no tenerla) es un proceso largo y de muchas dudas existenciales, yo en mi caso hice un trabajo de descarte que aquí trataré de exponer eso sí con un poco de humor (el chiste es tratar de reírnos un poco de nosotros mismos) no se trata de ofender a nadie, se trata de arrancarles una sonrisa, sin más preámbulos el por qué fui descartando diferentes religiones de las que me fui enterando:

Catolicismo: El domingo me gusta dormir hasta tarde (muy tarde), detesto hincarme, me gusta mucho la carne y soy muy flojo como para seguir la cuaresma y tampoco me agrada la idea de beber vino a las 8 de la mañana (malo para el estómago).

Testigo de Jehová: Soy el tipo de persona que me da pena pedirle un taza de azúcar al vecino, francamente no me imagino yendo puerta por puerta tarando de convencer a la gente de que se cambie de religión.

Mormón: Más o menos lo mismo que los Testigos de Jehová, además de que siempre se me han parecido un poco noños (para mayores pruebas ahí están The Osmond).

Hinduismo: Soy muy fan de comer carne, es algo a lo que no pienso renunciar nunca y menos ponerme a adorar como deidad a lo que debe ir en mi plato de comida.

Judaísmo: Paso de la circuncisión definitivamente.

Budismo: Me cae muy bien el Dalai Lama y todo, pero eso de andar meditando todo el día creo que no es para mí.

Islam: No me agrada la idea de ayunar y rezar todo un mes, pero si la idea de 40 vírgenes cuando llegue el cielo, pero el sacrificio en vida no lo vale.

Anglicismo: Me encanta la idea de divorciarme cuantas veces pueda (viniendo de una familia con tanto divorcios es algo útil), pero es algo parecida al catolicismo y como dije ni me gusta levantarme temprano el domingo ni seguir la cuaresma.

Ateísmo: Terminan por ser más dogmáticos que cualquier ultra religioso, pero eso sí se va cayendo el avión y ahí se acuerdan de Dios.

Finalmente por lo que me decidí, Agnosticismo: Es básicamente un ateo haragán, y lo confieso si lo soy, no me da la gana seguir ritos quiero dormir hasta tarde el fin de semana y comer hasta hartarme lo que me dé la gana y cuando me dé la gana.

Ya hablando en serio, religión o no religión los seres humanos debemos respetarnos los unos a los otros, cada teoría, cada religión o doctrina pueden convivir juntas perfectamente, al final todas buscan lo mismo: amor y respeto entre los seres humanos, démonos una oportunidad.