Hugo Falcón Páez
Los segundos te otorgan espíritu, y los años, la vida
que mostrarás con amor.
En intención burocrática, tramitología y leyes. La investigación de la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que se ha tornado en una queja de
oficio por el caso de la estudiante indígena mixteca de Tepito, la cual ha sido
víctima de discriminación, violencia y abusos en la secundaria técnica 42 del
Distrito Federal. Cualquier acto intimidatorio, de agresión, ante un menor o de
alguna clase étnica, debe ser profundizado y resuelto. Esa es la idea, no que
sea un cumplido ni un amago, así como se tendieron los contingentes de Morena
alrededor del Senado de la República. Los cinturones de seguridad han mantenido
a raya a los manifestantes. Se debe a la débil causa afectada por dos
cuestiones, a que AMLO está restableciéndose del infarto, y que Martí Batres no
conecta con el vástago del líder del movimiento. El jueves, sin embargo, marcó
al mundo. Un día enlutado por la muerte del ex presidente y líder sudafricano
Nelson Mandela. Justo se habían enterado del deceso, cuando se proyectaba la
cinta de “Mandela: Long Walk to Freedom”. Un ejemplo único de fuerza, tal como
lo fue Mahatma Gandhi, hombres que invocaban la paz, la libertad, la justicia,
la fe y la bondad. Hoy escasa, no hay nada qué agregar, ni quejarse duele más
que ver lo que hacen por el municipio, entidad y país. Nadie expone ni una
palabra ni un acto para el bien común. Políticos, legisladores, intelectuales e
idealistas, un bloque parecido al Grupo A en el cual quedó la selección de
futbol de México (Brasil, Camerún y Croacia). Sin determinación. Pero ya lo
dijo Miguel Osorio Chong, que el proyecto de cambios del gobierno de la
República es capaz de asumir riesgos en situaciones complejas. Pareciera un
acertijo, pero el plan de transformación a largo plazo, va viento en popa. Las
reformas que se están aprobando a cuentagotas en el Congreso, serán una tendencia
equivalente a lo sucedido entre 1989 y 1994. El titular de Gobernación indicó
que es un proyecto de cambio democrático e incluyente, y con la firme capacidad
de determinar objetivos. Innovar en la educación, ciencia, y en el marco de los
derechos por la sociedad. El otro cumplimiento que emana del Ejecutivo federal,
es el de avanzar en las metas de Desarrollo del Milenio en México. Pues han
presumido que se lleva un 74 por ciento, aún con retrasos en el desarrollo
sustentable, y progreso insuficiente en la tasa de crecimiento del PIB por
persona ocupada, mortalidad materna, vacunación contra el sarampión e
incidencia de tuberculosis. Hay 51 indicadores de seguimientos obligatorios
para nuestro país, cuarenta de la ONU y once reformulados para nuestra idiosincrasia.
La calidad de vida sigue en vilo, no hay un alto índice de empleo, en el ámbito
académico se mantienen tasas degradantes. El argumento sostenido, es que el año
entrante como una piel nueva, se debe habilitar reforma tras reforma, para que
la población tenga cambios de productividad y alta economía. Hasta ahora, se
han tomado 38 indicadores como un logro consumado. Remiten que entre 1990 y
2011, nuestro querido país ha logrado reducir la mortalidad materna a la mitad,
alcanzado el 69 por ciento de la meta propuesta para el 2015; número de
defunciones por cada 100 mil nacidos vivos fue de 43 en 2011, pero debiera ser
de 22.2. Los Objetivos del Milenio van a sostener un mercado político muy
importante, las personas que se dedican a ello deberían ponerse a trabajar, y
dejar de hacer negocios al vacío. Es decir, 2014 es un evento significativo
para el proceso electoral, un caldo de cultivo que dará un pronóstico
insalubre. En el mejor de los casos planificar es la ventaja, conservar el
empleo que se tiene y accionar la capacidad creativa. Para así hacer un futuro
sin un sistema fatídico, es decir, burocracia, tramitología y leyes.
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