"El Chapo"’, la política y las finanzas, gran paso en el sinuoso camino por recorrer

Rodrigo Huerta Pegueros*

El narcotraficante más buscado y poderoso del mundo, Joaquín ‘’El Chapo’’ Guzmán Loera, fue detenido el pasado sábado por la mañana en la ciudad de Mazatlán, estado de Sinaloa, por las fuerzas federales y sin disparar un solo tiro.

La historia de esta acción ha sido por demás difundido a través de los medios masivos de comunicación y al parecer, la comunidad internacional donde operaba este capo, quien encabezaba el cartel de Sinaloa o del Pacífico, y quien tenía ramificaciones en países de centro y Sudamérica, en Europa, Asia y desde luego en Estados Unidos y México.
El hombre preferido por los empresarios más destacados de la economía nacional y mundial, quienes aparecen en la revista FORBES, ha sido capturado por segunda vez para que responda a sus actividades ilícitas y ahora, con el agregado de que informe sus nexos con los hombres de la política nacional y financieros importantes que se han prestado no sólo a lavar dinero sucio sino introducirlo en las instituciones bancarias que operan en nuestro país.

La parafernalia que ha sido siempre lo que se destacada en las noticias de los diversos medios de comunicación y que se debatirá por varios días o semanas, no será suficiente para colgarle las medallas de esta captura al presidente Enrique Peña Nieto ni al presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Barack Obama; el primero, por haber operado con capacidad y decisión la captura, y el segundo, por haberse comprometido con la captura del capo una vez que cayó abatido el terrorista número uno del mundo, Osama Bin Laden.

Lo cierto y verdadero es que la prensa internacional destacó en forma inusual la captura del ‘’Chapo’’ Guzmán y con mínimas diferencias, todos los medios lo calificaron como el narcotraficante más poderosos y buscado del mundo.

Pero una vez superado este shock informativo, los ciudadanos tendrán que preguntarse si con la caída del capo se va a resolver el problema del tráfico de drogas en el país y en los países hasta donde llegaban sus tentáculos. La respuesta es harto difícil de responder, ya que la caída de un capo de tal envergadura en México, seguramente vendrá a promover una serie de revoluciones internas y externas a la organización del Pacífico.

Unos dicen que serán ahora los cárteles de los Zetas o de los Beltrán Leyva los que vuelvan por sus fueros a detentar el liderato del tránsito de la droga hacia los Estados Unidos, particularmente, pues ha sido este asunto el que ha provocado los más sangrientos enfrentamientos.

Sin embargo, la presencia aún en libertad de Ismael ‘’El Mayo’’ Zambada y su cómplice Juan José Esparragoza, ‘’El Azul’’, debe ser atendida por quienes preferirían asaltar las rutas del cártel sinaloense.

Algunos analistas en seguridad nacional y especializados en el tema de las drogas y los capos en México, han referido con puntualidad que los cárteles hoy día viven una situación de bajo perfil, pues los mismos Zetas sufrieron muchas bajas y fueron diezmados por el pasado régimen del presidente Felipe Calderón Hinojosa, quien también profirió sendos golpes al cártel de los hermanos Beltrán Leyva y a su escindido cómplice ‘’La Barbie’’ Villarreal.

Sin embargo, lo que se puede agregaron a este panorama, es que el gobierno federal de EPN deberá continuar capturando a toda clase de delincuentes, sean estos capos de las drogas, extorsionadores, secuestradores, o delincuentes comunes que atentan diariamente contra la paz y la seguridad pública que es la primera responsabilidad que deberá proveer cualquier instancia gubernamental.

Pero a la vez es preciso remarcarlo, que los capos de las drogas en México no operan solo como criminales sino como auténticas empresas que deben lavar su dinero y para ello tienen que tener complicidades del orden político y financiero y el caso de él ‘’Chapo’’ Guzmán es paradigmático, puesto que su cartel ha sido señalado y sobre todo calificado por propios y extraños como una amplia red de empresarios financieros que lograron abrir fronteras y hacer negocios redondos.

Las investigaciones realizadas para capturar al capo más buscado del mundo y más poderoso financieramente hablando, fue sin lugar a dudas el trabajo desarrollado por la Armada de México, pues ha sido esta institución la que ha desplegado con bastante éxito sus estrategias de inteligencia a nivel nacional y con ello ha sido la que ha operado con bastante éxito y pulcritud los golpes más certeros y contundentes contra los narcotraficantes más buscados. Solo debemos mencionar el operativo que realizaron en Cuernavaca, Morelos, cuando dieron fin al capo Arturo Beltrán Leyva y ahora asestan otro más que es el del ‘’Chapo’’ Guzmán.

La participación del ejército, el Cisen, la PGR y demás instituciones de seguridad en el país fueron fundamentales para impedir la huida del capo tal cy como sucedía anteriormente cuando la coordinación no había sido afinada a estos extremos. Además de haber recibido el apoyo de las cuestionadas agencias antidrogas de Estados Unidos, como la DEA, lo que fue parte del éxito de la operación.

La tecnología de punta que han utilizado ahora y la estrategia aplicada es similar a la que se utilizó en los años ochenta y noventa en Colombia con el fin de atacar, combatir y liquidar al capo de las drogas más buscados en ese entonces por los EUA, Pablo Escobar Gaviria.

Esperemos que el presidente Peña Nieto, ahora que se ha colgado una medalla más de triunfo, ahora en el tema de la lucha contra el narcotráfico, continúe haciendo bien las cosas a fin de que los recursos de los capos de las drogas que se le incauten sean invertido para favorecer a los mexicanos que están hoy por hoy padeciendo una alta marginalidad social. De hacerlo, habrá cumplido con su tarea de gobernar sin miramientos, con mano firme y alturas de miras.

Un gran golpe pero sobre todo se ha dado un gran paso sobre el camino sinuoso que se tiene todavía por recorrer. Adelante.

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