PERIODISTAS… NO DISPAREN

Rodrigo Huerta Pegueros*

Esta fue la consigna que enarbolaron miles de periodistas de México el pasado domingo en varias ciudades del país y la capital de la República, para demandar a las autoridades federales su intervención inmediata para proteger la vida de los comunicadores que a lo largo de los últimos  catorce años ha cobrado la vida de 88 periodistas, además de varios que continúan en calidad de desaparecidos.

La movilización de los comunicadores no es algo inédito, pero si sorprende, ya que el asesinato del periodista veracruzano, Gregorio Jiménez de la Cruz, fue la gota que derramó el vaso, pues la ola de crímenes contra los comunicadores en aquella entidad la colocan a nivel nacional como la más peligrosa para quienes realizan esta profesión.

Pero lo más grave de todo esto, es que las múltiples demandas de los comunicadores para que el gobierno de Veracruz investigue a fondo, detenga a los culpables materiales e intelectuales, han topado con pared y lo único que se ha logrado corroborar es que la omisión del gobierno estatal es una constante y su desinterés por ofertar seguridad a los periodistas es manifiesto, pero lo peor de todo es el intento una y otra vez de tratar de desvirtuar que los asesinos de periodistas han tenido como móvil única y exclusivamente problemas de orden personal y no han sido por cuestiones de orden informativo.

Entidades del país que han sido consideradas como las más peligrosas para desempeñar la tarea de periodista son Veracruz, Tamaulipas, Chihuahua, Guerrero y Morelos, entre otras y la constante en estos territorios es que los gobernadores han puesto oídos sordos a la petición de investigación exhaustiva y la detención de culpables, lo cual en un alto porcentaje de estos hechos no ha sucedido nada lo que confirma el grado de impunidad que impera en estos estados del país y que han sido señalados como instituciones débiles por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México (CNDH).

Los organizadores de estas movilizaciones y en particular la que se efectuó en la capital del estado, lanzó una serie de demandas a las autoridades federales, a los senadores de la República, a los gobernadores y a las instancias que se dedican a proteger los derechos humanos y la defensa de los periodistas como la CNDH y la Fiscalía federal para periodistas, esta última instancia que no ha actuado con diligencia ni acompañamiento a los periodistas del país.
Las demandas centrales fueron la de atender la protección del ejercicio periodístico en todo el país, intervenir en las investigaciones de los asesinatos cometidos contra los periodistas en los últimos catorce años, la promoción para que la fiscalía defensora  de los periodistas actúe diligentemente, y por otro lado que el senado de la República actúe desde su comisión para la atención de los periodistas, sean citados a declarar los procuradores de la República y del estado de Veracruz y se actúe en consecuencia contra los asesinos del periodistas Gregorio Jiménez de la Cruz a fin de que no se consolide la impunidad en aquella entidad y se envíe un mensaje a los demás estados del país a fin de que se tomen medidas para proteger a los periodistas.

PERIODISTAS…NO DISPAREN
Esta es la demanda ahora.
De no atenderse, continuarán cayendo más compañeros que se atreven hacer de la libertad de expresión, de prensa y el derecho a la información su misión y objetivo central a fin de poder servir de la mejor forma a una sociedad demandante de mejor información que le sirva para actuar en su actividad diaria.
No bajemos la guardia.
La unidad es nuestra defensa y la solidaridad entre pares es la vía más adecuada para salir bien librados de este embate de los enemigos de la libertad de expresión en México.

Periodista/Analista/Político*

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