El senador Ríos Piter y la Ley contra el Acaparamiento de Artículos de Consumo Popular



Hago presentación a ustedes de una iniciativa que tiene que ver con uno de los temas que más le duelen a la sociedad mexicana, especialmente cuando hablamos de bienes de consumo y cuando vemos el comportamiento del mercado  mexicano, el acaparamiento de artículos de consumo popular, se ha vuelto una práctica cotidiana que afecta millones de hombres y mujeres en este país.

Especialmente es importante esta discusión o este planteamiento en el contexto general del debate que tenemos en este momento en pleno, en el Senado de la República, alrededor de la Ley Federal de Competencia Económica.

Y la propuesta que yo quiero someter a ustedes, tiene que ver con que verdaderamente le demos la dimensión que requiere al cambio constitucional que recientemente aprobamos el 11 de junio del 2013.

Es cierto, aprobamos darle autonomía a la Comisión Federal de Competencia Económica; estamos trabajando en una minuta que nos han mandado los diputados federales y que consideramos que tiene avances, tan es así que ya fue votado en comisiones unidas.

Estamos todavía afinando algunos puntos de cambios que están discutiéndose entre los distintos grupos parlamentarios, pero me parece que este avance, aun cuando es un avance significativo, no es el del todo integral como requiere nuestro país, especialmente cuando hablamos de acaparamiento de artículos de consumo popular.

Y quiero detallar precisamente por qué nos interesa que nos ciñamos al espíritu de lo que fue la reforma al artículo 28 de la Constitución Política, ¿qué es lo que nosotros aprobamos cuando hablábamos de darle autonomía a la Comisión Federal de Competencia Económica?

Pues entre otras cosas, que la ley castigará severamente y las autoridades perseguirán con eficacia toda concentración o acaparamiento en una o pocas manos, de artículos de consumo necesario, y que tenga por objeto obtener el alza de los precios.

¿Por qué es importante subrayar, compañeros y compañeras este planteamiento? Porque sí, le hemos dedicado un buen tiempo y mucho énfasis a la Ley Federal de Competencia Económica; subrayo, consideramos que tenemos avances positivos, pero no hemos logrado en esa ley, tener una clara identificación sobre cuáles son los artículos de consumo necesario.

¿Sobre cómo poder nosotros, darle instrumentos y capacidad y potencia, especialmente al Poder Ejecutivo para garantizar que ahí donde haya acaparamiento, pueda contar con elementos suficientes para ir en contra de aquellos que hacen este tipo de acción y que es verdaderamente lastimosa para el bolsillo de los mexicanos.

El tema más recurrente en tiempos recientes es el limón; el limón que estaba en quince pesos el kilo, ha llegado a tener entre 60 y 80 pesos el kilo de limón. Y esto no es solamente porque haya disminuido la producción o porque haya un conflicto en Michoacán; esto sin duda alguna impacta, pero manda una señal a los mercados, y especialmente a la red de distribución, que lo que hace es caer precisamente en la lógica del acaparamiento; al prever que van a subir los precios, pues obviamente se hace una restricción a la distribución y entonces empiezan a subir por una intervención artificial de la red de distribución, los precios.

El ejemplo –repito- que más nos ocupa en los últimos tiempos es el asunto del limón, pero hace dos años, ustedes pueden recordar, cuando se presentó el tema de la gripe aviar, como el precio del huevo, del kilo de huevo, pasó de trece pesos el kilo a más o menos 40 pesos el kilo.

Incluso la Unión Nacional de Avicultores, en aquel momento, cuando se le preguntaba el por qué había tal incremento, señalaba que era en gran medida, parte del problema, la red de distribución que prevalece en este tema.

O si quieren otro ejemplo, en el 2007, -yo recuerdo- me tocaba ser secretario de Desarrollo Rural, el precio del kilo de tortilla, de seis pesos que estaba en Acapulco subió hasta 14 pesos el kilo de la tortilla. Otra vez un fenómeno de acaparamiento que necesitamos regular con toda claridad.

Por eso la propuesta que yo presente a consideración de ustedes, compañeros y compañeras, es precisamente que regulemos en una ley específica para darle capacidades al Poder Ejecutivo y poder responder a la demanda popular, para regular aquellos abusos que se presentan en precios de alimentos y energéticos esenciales.

Esto con la finalidad de garantizar la alimentación y la subsistencia de la población, con la finalidad –repito- de ir en contra de todo acto de acaparamiento.

La propuesta que ponemos a su consideración; se propone una ley contra el acaparamiento de artículos de consumo popular, que faculte a la Secretaría de Economía para iniciar investigaciones contra acaparadores e investigadores de alimentos básicos, de consumo popular, que busquen alterar los precios al consumidor final.

Estamos proponiendo una definición que hoy no tenemos en el marco normativo de la Ley Federal de Competencia, y que es importante, si lo que queremos es una profunda reglamentación de la visión y del espíritu que tiene el artículo 28 Constitucional; definimos como artículo de consumo necesario, todos aquellos que a nivel nacional o regional, sean fundamentales para la alimentación de nuestra población.

Estamos hablando de la tortilla de maíz, el pan, el arroz, el frijol y un sinnúmero de productos que son indispensables para el consumo de nuestra gente. Así como el abasto de gasolina, y diésel para la población.

Se establece en la iniciativa que estamos presentando, un mecanismo de investigación y criterios para determinar la existencia de precios extraordinarios, previos a la solicitud de declaratoria de control de precios, y otras acciones para combatir el acaparamiento de alimentos de consumo popular.

Y por último, se elevan de cuatro a diez años, y con mil a dos mil días de multa, aquellos especuladores y acaparadores de alimentos de consumo popular, los artículos de consumo básico necesario, o con las materias primas necesarias para elaborarlos.

Creemos, compañeros y compañeras, que si bien hemos hecho un muy sano y muy amplio debate alrededor de la Ley Federal de Competencia, que estamos a punto de lograr un acuerdo en pleno sobre este marco normativo que viene a regular la reforma Constitucional que hicimos al artículo 28, pues será insuficiente, y especialmente dejaremos un importante cabo suelto, ahí donde le duele el bolsillo a la gente, ahí donde de pronto, por la falla que tiene nuestro esquema de comercialización, por los problemas que existen de distribución, y por los incentivos claramente alineados para poder tener incrementos que muchas veces sean en beneficios de esos actores que acaparan, pues entonces será un marco normativo que quede incompleto, sino logramos avanzar en una propuesta de esta naturaleza.

De tal manera que si queremos evitar que esos comercializadores  que se aprovechan de la desinformación que hay en el mercado tan grande como el mexicano, y que terminan  causándole un prejuicio al bolsillo de los mexicanos, pues que con una ley como ésta, sea el complemento de lo que buscamos avanzar en materia de competencia económica.

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