El senador Armando Ríos Piter en tribuna se refiere a los pendientes del Congreso de la Unión y a las preguntas del cineasta Alfonso Cuarón

Sobre todo porque pareciera ser que hay una dinámica inercial de que estos periodos extraordinarios pues ya están preconcebidos, ya el foro para debatir será el Congreso de la Unión, pero en esta lógica inercial se ignora lo que está pasando fuera de este recinto.

Se ignora que en el tema de telecomunicaciones -que yo mencionaba en la presentación de mi iniciativa- hay gente que está activa y que está preocupada por el debate en telecomunicaciones y que quiere participar, y que si no participa en el debate formal establecido en comisiones, lo está haciendo en la calle, está saliendo, comunicándose, marchando y buscando tener una incidencia plena en un tema que consideran fundamental.

Y no solamente es el tema del derecho a la información como el caso del acceso a internet que hemos comentado, sino nos parece importante comentar lo que ha ocurrido en la última semana en estas misivas que ha entregado Cuarón al presidente de la República.

No solamente determinó 10 preguntas -que un servidor, y que me parece que muchos, millones de mexicanos y mexicanas, consideran pertinentes en torno al tema de la reforma energética- sino que el pasado 5 de mayo presentó una última pregunta que es indispensable en este debate político poner a consideración de todos los que decimos representar a la gente en este Congreso de la Unión.

Y la pregunta es muy básica, la pregunta es muy puntual, la pregunta es muy simple, ¿por qué no debatir? Me ha tocado escuchar a legisladores del PRI, me ha tocado escuchar a legisladores del PAN, que señalan como si ya fuera un destino manifiesto que el tema de la reforma energética, de las leyes secundarias, va a estar la segunda, la tercera o la cuarta semana del mes de junio. Obviamente preocupa que lo quieran hacer en fechas en las que se estén llevando a cabo los partidos del mundial para tratar de aprovechar la situación de desinformación que también se presentó cuando fue votada la reforma constitucional.

Pero quiero tomar el planteamiento básico que hace Cuarón porque me parece que ahí es donde están las preguntas que hoy se hacen muchos, millones de mexicanos y mexicanas.

Él plantea -y cito textual de esta carta, es corta- pero me parece que en la pregunta por qué no debatir, y en la respuesta que me ha tocado escuchar de parte del poder Ejecutivo, es donde hay una enorme distorsión en lo que decimos representar aquí en el Congreso de la Unión, y lo que está pasando afuera, con las preocupaciones que tiene la gente sobre un tema tan importante como es la Reforma Energética.

Y en él comenta, en una carta dirigida a Enrique Peña Nieto, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, agradezco su pronta respuesta a las 10 preguntas que formulé sobre las reformas energéticas y petroleras.

Agradezco que hayan sido respondidas, si lo considera, no son preguntas sólo a título personal, sino que él considera que son preguntas que hoy se hacen millones de ciudadanos mexicanos y mexicanas.

Y señala: por eso creo que sus respuestas no pueden ni deben agotar la discusión, por el contrario, abren la oportunidad de que se realice el debate plural y abierto sobre estas reformas.

El debate que merecemos todos los ciudadanos, la calidad de una democracia va más allá del proceso electoral y va más allá de las discusiones y votaciones en el Congreso.

La calidad de una democracia, -cierra Cuarón- depende mucho de sus debates públicos.

Y por eso compañeros y compañeras, me parece que es pertinente traer a colación ese debate; si nosotros como representantes, los diputados y diputadas, los senadores y senadoras, de la gente en el Congreso de la Unión, estamos dispuestos a que un tema tan trascendente, tan importante como son las leyes reglamentarias, pues quieran solamente quedar circunscritas al debate pobre –y hay que decirlo- que tiene el Congreso de la Unión, o si queremos tomarle la palabra a Cuarón, que hoy representa a muchos millones de ciudadanos y ciudadanas, que hoy representa la necesidad de contrastar posiciones, de contrastar información en un tema tan importante como es el tema energético.

Hemos insistido en el PRD la necesidad de una consulta popular; hemos votado la mayoría de los grupos parlamentarios, por instrumentos de democracia participativa.

Me parece que el punto que hoy pone Cuarón a debate, es la posibilidad que se haga una discusión en horarios de primer nivel, frente a la ciudadanía, con la posición del gobierno y sus aliados en el PAN, pero también con actores que desde la otra trinchera pensamos que el camino que ha sido definido para estas leyes reglamentarias no es el correcto, pues pueda darle a la gente, a los ciudadanos y a las ciudadanas, instrumentos para saber qué es lo que se está debatiendo.

Y no trivializar –y con eso cierro señor presidente- no trivializar en que sería un debate entre Cuarón y el presidente de la República, no, hagámoslo un debate entre expertos.

La posición que tienen ustedes, quienes hicieron la reforma constitucional, y la posición que hicimos nosotros desde la izquierda, donde muchos millones y millones de mexicanos, quieren saber cuáles son los alcances de lo que ustedes aprobaron en materia constitucional.


Pongámoslo a discusión compañeros y compañeras, y no pensemos solamente en sacar un periodo extraordinario especialmente en el tema energético, por querer sacarlo. Porque hoy la gente, allá afuera, está participando, y la carta de Cuarón, es la cara de muchos millones y millones de mexicanos que quieren respuestas de parte de los políticos.

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