Alfredo
Sarabia Radilla
En Guerrero,
las autodefensas, policías ciudadanos, o policías comunitarios o cómo le llamen, valieron hasta ahora, lo
que se le unta al queso. Las amplias y cifradas expectativas que los
guerrerenses de a pie nos forjamos, se derrumbaron estrepitosa y amargamente.
No obstante,
en su momento se abrigó mucho las
esperanzas de que con su aparición, muchas cosas que agobian, pudieran
cambiar para bien de la colectividad.
Este ánimo
jovial y esperanzador, duraría varios meses, tiempo en que se fue destapando el
verdadero rostro de esos grupos armados y con ello también se observó que había
en ellos, una gran simulación de querer en verdad, hacer las cosas para el
bienestar común, pero también, y hay que decirlo, hubo gente que si actuó por
convicción en la lucha contra la delincuencia organizada.
Así, hoy se
puede ver la realidad del carácter de éstas (CRAC y UPOEG), en donde sus
dirigentes están alineados grotesca y burdamente en la fila del oficialismo, en
el Gobierno pues, para que nos
quede claro.
Sin embargo, en toda esta simulación observada,
el accionar honesto y decidido de la comandanta Néstora Salgado, coordinadora
de la CRAC en Olinalá, en la región más pobre del estado de Guerrero, le ha
costado su libertad, pues mañosamente y por artimañas legaloides y sucias del
gobierno del estado de Guerrero, desde agosto del año pasado, se encuentra
injusta perversamente recluida en un
penal federal de Tepic, en el estado de Nayarit, a pesar de que un juez federal
la exoneró de los cargos de corte federal, que sirvieron para justificar su
cobarde e in justa detención policiaca hecha por elementos de la Marina.
Debes
saber, que la exoneración federal de los
cargos alevosa y perversamente imputados a la comandanta Salgado, es suficiente
para que la valiente fémina injustamente encarcelada, sea liberada, puesta en
libertad, pero intereses mezquinos y de odio patético, provenientes del
gobierno del estado, alargan de manera indebida e inicua, su estadía en la
cárcel.
Podemos hablar
en la misma sintonía de Gonzalo Molina González, de Tixtla de Guerrero,
actualmente preso desde la primera semana del mes de noviembre del año pasado,
con acusaciones gubernamentales tendenciosas, pero en realidad su delito fue
estar del lado de los ciudadanos de a pie.
Podemos
afirmar categóricamente, que hoy en día, el gobierno del estado tiene bien
controlados el quehacer de las organizaciones que ocupan este espacio, y como
se dice popularmente, “sus dirigentes fueron
maiceados”, pues solo así se explica la pasividad demás fregaderas
observadas en ellos, ante los problemas originarios que les dieron un gran sustento.
Por tanto, no
habrá que perderlos de vista para las
elecciones del 2015, pues querrán tener lo suyo… HASTA LA PRÓXIMA.
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