LA RUEDA DE LA FORTUNA : Políticos que se valen de la política para sus intereses

Alfredo Sarabia Radilla

Los políticos mexicanos que están encumbrados y los que están por hacerlo, ya sea en el gobierno o en el Poder Legislativo, no dan ”un paso sin huarache” al momento de haber intervenido en la gestión o realización de X Obra.

Por tanto, debemos siempre de tener en nuestro pensamiento, esta explicación cuando distingamos un escenario como el que aquí se cita. Al respecto, se deben diferenciar dos tipos de especímenes que llegan a tener ese perfil mencionado:

1.- Aquellos que están encaramados momentáneamente en alguno de los tres niveles del Poder Ejecutivo, sea, el Gobierno Federal, sea  en el gobierno estatal, o sea, en el gobierno municipal, pero  tienen más posibilidades de sacarse “la lotería electoral”, aquellos tipos, o bien que son compadres, o que son amigoches del principal, básicamente.

2.- Los especímenes que se encuentran “trabajando”, en alguna de las Cámaras del Poder Legislativo, en los niveles que hay: Federal y Estatal, o sea, Senadores de la República, diputados federales y diputados locales.

En el primero de los casos, específicamente en el gobierno federal, se dan con mayor frecuencia tres aspiraciones fundamentales: Ser gobernador o ser Senador de la República, o bien, ser diputado federal, principalmente.

En el estatal, se llega a observar con mayor intensidad a funcionarios que suspiran por una diputación federal, o local o bien, y en menor medida, piensan en ser alcaldes. Y en el caso específico del gobernador, puede soñar con ser senador.

Para el asunto de los ayuntamientos municipales, es  frecuente observar los escenarios donde el alcalde en turno, trate de brincar hacia la diputación local del distrito electoral local, de su entorno obviamente. 

Aquí, podría imperar fácilmente la frase que se hizo popular en el sexenio presidencial pasado: “haiga sido, cómo haiga sido” el trabajo desarrollado durante su periodo administrativo. Es de esta forma cuando el cinismo y la desvergüenza total, salen a flote, emanan de sus poros del suspirante.

Por último, se ventilan los casos de los legisladores, tanto federales, cómo locales.  Los senadores de la República, suspiran por lo general, en asumir el control legal de la gubernatura, y para muestra, basta el botón perredista en el estado de Guerrero.

Los diputados federales, sueñan con alguna senaduría o el mejor de los casos, con una diputación local, pero difícilmente pensarían en ocupar la Presidencia municipal, aunque tratándose de seguir pegados de la ubre presupuestal del gobierno, eso vale.

Para el caso de los diputados locales, sus aspiraciones,  serían básicamente, lograr una diputación federal, algo legítimo. Cuando esto sucede, la gestión de obras, se vuelve un accionar de primer nivel, quiere apantallar a “todo el mundo”, ya sea inaugurándolas o bien dar migajas a la gente, todo sea con tener seguridad en el futuro cambio electoral.

Así, de repente se convierten “en buena onda” para la ciudadanía, aunque atrás, haya dejado una estela de Reformas a la Constitución, contrarias al sentir de  la población.

Aclaro que todo lo expuesto, es en general para el actual acontecer nacional, con énfasis a la situación del estado de Guerrero…

HASTA PRONTO.

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