La doble cara de FIFA

Alex Islas

Pues parece que la FIFA anda muy preocupada últimamente por el lenguaje tan florido que tienen los aficionados, además ahora resulta que esta organización es la principal defensora de los derechos de los homosexuales y por ello está tan al pendiente de que no se digan cosas que puedan resultar hirientes y/u ofensivas para algún grupo social, en  resumidas palabras, les dio correctitis (dícese de un letal virus que lo mismo ataca gobiernos, ONG’s,  burocracias de diversas índoles y activistas sociales, consiste en una manía obsesiva por no ofender a nadie y por supuesto a los antes mencionados les da por convertirse en las conciencias que a todos nos dirán como hablar, es una especie de aire caliente en la cabeza que se  conoce como corrección política).

Pero la corrección política también permite ciertas licencias, como decir una cosa y hacer  otra, porque haciendo un ejercicio de memoria sobre este caso en particular, pregunto: ¿No fue la FIFA la qué hace poco ratificó como las sedes de 2018 y 2022 a Rusia y Catar respectivamente? Y ¿no son estos dos países famosos por tener prácticas legales abiertamente homofóbicas? Porque de hecho en Catar la homosexualidad es ilegal, se castiga hasta con siete años de cárcel y en el caso de los gays y lesbianas musulmanes son condenados a la pena de muerte, ya que ellos se rigen por la sharia, es decir, la ley islámica, que si algo tiene de sobra es machismo y homofobia. Y en Rusia apenas el año pasado se promulgó una ley para castigar la “propaganda homosexual” (¿?) que castiga cualquier tipo de expresión (incluso en Internet) que vaya encaminada a defender la causa homosexual; en estos dos países es un crimen amar a una persona de su mismo sexo.

Cabe destacar también que el mismo Joseph Blatter (el prácticamente eterno director de la FIFA) mencionó que las leyes de Catar contra la homosexualidad “no son racistas” y que su legislación al respecto es un “asunto ético y moral” (si fuera político mexicano diría que son sus usos y costumbres) y la cereza del pastel: “los homosexuales (aficionados, jugadores, directivos y demás que asistan al evento) deben abstenerse de cualquier acto sexual”; días después usó el recurso de todo personaje público cuando dice o hace algo estúpido: disculparse.


¿Y así la FIFA quiere ir al rescate de los homosexuales intentando censurar una palabra que ni siquiera va dirigida a ese grupo en ese contexto? Ya lo dice el viejo y conocido refrán: “Se asusta del muerto, pero se agarra de la mortaja”.

Publicar un comentario

0 Comentarios