falcotitlan : NIÑOS, GO HOME


Hugo Falcón Páez

Una manifestación de amor es lo que requiere el mundo.  

El vocablo GRINGO tiende a ser peyorativo y utilizado para referirnos a hablantes de lenguas extranjeras, o hacia ingleses, franceses, italianos. Es usado de manera regional en América Latina para tildar a los angloparlantes o estadounidenses. En el idioma español se aplicó, según teorías, en la Batalla de El Álamo, en 1836, cuando los mexicanos gritaban GREENS GO, ya que los de EUA vestían uniforme verde. O en la guerra México-USA de 1845-1847, cuando las tropas coreaban GREEN GROW THE LILACS, los paisanos de la época deformaron la oración para dar origen a la palabra en cuestión. También está que los oriundos de Vietnam (1959-1975), les gritaban GREEN GO HOME a la milicia norteamericana. Ahora bien, ya entrados en materia, resta decir que hoy vivimos un trazo histórico en la cuestión de los niños migrantes. Una guerra cruenta que confronta la carencia de empleo, educación, seguridad y leyes. Para recaer en un alto contenido de víctimas en el comercio infantil.

El gobierno de las barras y estrellas, según ha revelado en un documento, que quizá sean 90 mil niños migrantes este año, sin contar a los niños mexicanos que devuelven a México en los dos días después de su aprehensión. Anotan que para el 2015 serán 147 mil. Esta masa demográfica representa una población latinoamericana fuerte, pues es casi el 52 por ciento de la población extranjera en Estados Unidos, de los cuales más de 30 millones son mexicanos y centroamericanos, esto en base al reporte del Sistema de Información Estadística sobre las Migraciones en Mesoamérica y la Organización Internacional para las Migraciones. Una razón más para que el próximo presidente de esa potencia sea latino.


Por otro lado tenemos, que el Instituto Nacional de Migración indica que cerca de 40 mil niños y niñas que migran, son repatriados desde Estados Unidos a nuestro país. Hay cuenta que desde el 2007, más de 5 mil 700 niños centroamericanos fueron repatriados desde México a sus países de origen. En esa odisea, infantes y jóvenes son presas del clima extremo, la delincuencia, la trata y la explotación. Ahí va el grito sordo de la Unicef en México, pues exige que sean respetados los derechos y garantías para reunificar con sus familiares a estos niños y adolescentes. Claro está que el motivo de ese viaje primordialmente, es el de escapar de la violencia intrafamiliar, desempeñar un trabajo para enviar dinero a su gente, y el de reunirse con sus familiares en aquel punto del Norte. Crudo tránsito que tras el ciclo migratorio, los activistas de inmigrantes han pedido al gobierno mexicano que resguarde la seguridad e integridad de estas personas y no terminen siendo presas de redes delincuenciales, o incluso, de la muerte. La ONU a través de Ban Ki-moon, pide a los países de origen, tránsito y destino se respeten los derechos de los migrantes, en especial de los infantes. Asimismo, el portavoz de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes en Los Angeles, Jorge Mario Cabrera, indicó que si México exige la protección de sus connacionales en Estados Unidos, ellos piden igualdad de respeto para los centroamericanos en territorio mexicano. También alzó la mano la esposa del presidente de Honduras, para mencionar que “no sabemos lo que está pasando con los que van transitando por México”. Un contraste político que repercute en este dato reciente, el cual señala que desde octubre, más de 52 mil menores sin compañía de un adulto han sido detenidos, inmediatamente de cruzar la frontera en Texas. El presidente de EUA considera pedir cambios a una ley de 2008, en donde la Patrulla Fronteriza entregue al Departamento de Salud a los niños indocumentados de Centroamérica y no deportarlos inmediatamente, para que sean tratados como niños de México.

Esta crisis humanitaria ya tuvo un revés de parte del gobernador de Texas, el republicano Rick Perry, quien solicitó el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera. El plan es detener el flujo de inmigrantes, sobre todo de menores de edad. La línea divisoria del río Grande es protagonista que desde el 2005, las autoridades locales de Texas han gastado 500 millones de dólares para enfrentar la presión migratoria. En ese tenor, quieren un reembolso de parte del demócrata Barack Obama. Otro número que no gusta mucho, es el de las más 220 muertes identificadas, incluyendo 34 en el agua. ¿Qué viene? Una campaña en los medios masivos entre el 7 de julio y el 14 de septiembre, para concientizar a la gente de Honduras, El Salvador y Guatemala.

Pero caminando más allá, desde el amor del mundo va una sentencia: NIÑOS, GO HOME.

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