Enrique Vargas Orozco
AVANZAN
GOBIERNO Y PGR EN LA IDENTIFICACIÓN DE LOS CUERPOS ENCONTRADOS
No hay duda que la delincuencia organizada ha provocado una
grave situación de inseguridad e inestabilidad en el estado, a partir de los
hechos violentos ocurridos en Iguala, hace más de una semana, lo que hace
necesario que se avance con la mayor rapidez posible en la investigación que
ahora llevan de manera conjunta el gobierno del estado y la PGR, porque
mientras no se tengan datos ciertos y contundentes, la especulación y los
rumores son los que más daño provocan por la gran incertidumbre que generan.
Oficialmente la Fiscalía General del Estado (FGE), antes
Procuraduría, fue la que inició las investigaciones y permitió que se llegara a
la conclusión de que se trataba de una agresión premeditada y armada por
integrantes de la delincuencia organizada y la certeza de que esos grupos
atacaron a los normalistas fue lo que obligó a la intervención de la PGR.
Queda claro que desde el ataque a los normalistas y los
jóvenes futbolistas, se advirtió una colusión entre policías preventivos y
sujetos encapuchados, que todo indicaba eran parte de algún grupo de la
delincuencia organizada.
Lo grave es que en esa ciudad ya no hubiera una distinción
clara entre policías uniformados y delincuentes y sicarios, porque la
corporación oficial estaba totalmente infiltrada, ya que el alcalde José Luis
Abarca tiene, ahora se advierte, nexos directos con los grupos delincuenciales
que habían hecho de Iguala un territorio propicio para sus actividades ilícitas,
que ahora llevaron hasta el sacrificio y desaparición de los normalistas.
EL GOBERNADOR Ángel Aguirre Rivero demostró en la
conferencia de prensa que se estaba trabajado para esclarecer los hechos y
castigar a todos los que estuvieran implicados, por lo que ya se tenía a 30
personas detenidas y sujetas al proceso penal correspondiente, lo que muestra
un avance importante en la determinación de hacer justicia a los normalistas
muertos, además de insistir en localizar a todos los desparecidos.
Hasta ayer no había elementos suficientes para determinar la
identidad de los cuerpos, de modo que no había la certeza de que se tratara de
los secuestrados por los delincuentes, aunque ya se trabaja en ese sentido y
desgraciadamente, los hechos que rodean todo este problema indican que podrían
ser los estudiantes los que fueron localizados en esas fosas.
Eran muchos los desaparecidos pues de dio el dato de que se
trataba de 43 jóvenes y lo grave es que todo muestra que algún grupo perverso o
provocador los encaminó a Iguala, donde sabían que dominaba la delincuencia
organizada. Por el conflicto entre los grupos delincuenciales los utilizaron
como carne de cañón.
En este espacio manejamos siempre que por costumbre cuando
se daban hechos de violencia, los normalistas que no eran heridos buscaban
escapar y se ocultaban en diversos lugares, con sus familiares o incluso en la
escuela, donde no todo mundo puede acceder, y mientras se espera que sigan
haciéndose presentes algunos de ellos, lo cierto es que no ha ocurrido y eso
genera un gran temor e intranquilidad en las familias.
ES OBLIGADA la intervención de la PGR, aunque hay que
señalar que resulta tardía, porque es a esa dependencia a la que le corresponde
investigar y combatir al crimen organizado en todo el país, situación que en
Guerrero se ha descuidado bastante y que ahora se comprueba con este caso de
Iguala, además de la delicada situación que se vive en la Tierra Cliente del
estado, colindante con la michoacana y que no ha sido atendida suficientemente
y que alcanza a otras regiones de la entidad, como la Costa Grande y la región
Norte.
Lo urgente en estos momentos es lograr la localización de
los desaparecidos y si ese fuera el caso identificar a los que estaban en las
fosas clandestinas, al mismo tiempo que se acelere la investigación y se
detenga a quien todo indica fue el autor intelectual de esa batida contra los
normalistas el alcalde igualteco, José Luis Abarca Velázquez, porque si se
logra su captura y la de los sicarios y policía que participaron en esa
agresión, podrá hacerse justicia a los muertos y a los que hasta ahora no
aparecen.
LOS QUE TRATAN de llevar agua a su molino son los que
insisten en culpar al gobernador del estado de estos hechos trágicos, pero la
responsabilidad no recae directamente en él, porque, obviamente, no tiene
ningún contacto con los grupos violentos de Iguala, incluida su policía, ni
tiene elementos para enfrentar a la delincuencia organizada, que es la que se
manifestó en esta ocasión y que ha sido descuidada por la PGR, que seguramente
no cuenta con todos los elementos suficientes para hacerle frente en todo el
país a este grave problema, que está muy lejos de solucionarse.
Si de algo pudiera culparse a Ángel Aguirre podría el haber
sido muy tolerante con los ayotzinapos, porque siempre prefirió que cayeran en
algunos excesos, pero nunca buscó ni permitió que se les reprimiera y mucho
menos que aceptara llenarse las manos de sangre, provocando una represión grave
contra quienes asaltaban autobuses o secuestraban camiones con alimentos y
refrescos.
Detener a todos los que tengan una responsabilidad en los
lamentables acontecimientos que se viven, permitiría aplicarles la ley con el
mayor rigor posible para hacerles justicia a los muertos y desaparecidos y a
sus familias que justamente claman porque no se permita la impunidad para
ninguno de los implicados.
REAPARECE EL EPR ayer al mediodía o la mañana, que
encapuchados y con armas de alto poder, se mostraron y se pronunciaron en
rechazo de la violencia contra los normalistas y para señalar, como suelen ser
sus comunicados que llamarán a la unidad del pueblo para luchar contra los
delincuentes y contra los gobiernos que los utilizan para reprimir a los
jóvenes del estado y de todo el país.
Todo muestra que son apariciones oportunistas de un grupo
que no tiene la fuerza ni la presencia para cumplir sus objetivos, pero que
sirve para que gente como los ayotzinapos crean que es posible la lucha armada
en el país para cambiar el orden de cosas, lo que ya definitivamente quedó el
pasado, porque la apertura política actual permite que todo mundo participe,
sin importar su ideología, en las acciones que impulsen los cambios que cada
grupo considere necesarios.
evargsoro@hotmail.com
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