Alfredo Sarabia Radilla
Ayer 26 de marzo, se cumplieron seis meses de la
desaparición forzada de 43 estudiantes
normalistas de la Normal de Ayotzinapa.
Acto ruin y cobarde sucedido en la ciudad tamarindera
de Iguala de la Independencia, donde además fueron asesinadas seis personas y
más de dos decenas de heridos, y aún no ha habido una respuesta que satisfaga a
los padres y madres de estos muchachos que tuvieron la desgracia e infortunio,
de caer en las garras de gente miserable y criminal, representados fielmente
por elementos de la policía municipal de la localidad y por sicarios de la
organización criminal, “Guerreros Unidos”, movidos todos por un hilo controlado
desde las altas esferas gubernamentales de la Federación, con miras a afectar
electoralmente al PRD, ya que este partido gobierna en esa ciudad y en el
estado de Guerrero, como hoy lo demuestra la campaña electoral del priista
Héctor Astudillo Flores, un superchapulín de la política.
Desde aquel aciago día, los padres de familia de los
jóvenes victimados, no han tenido descanso en la indagación de los hijos
desaparecidos, la lucha por recuperarlos con vida, no tiene parangón en la
historia social… y política en nuestro estado de Guerrero y…en el País, y en el
mundo.
Marchas, brigadeos, visitas de denuncias internacionales,
caravanas informativas en varias regiones de México, toma de oficinas públicas,
bloqueos de carretera, etc., realizadas bajo los escenarios sangrientos
reseñados anteriormente, no han hecho la gran cosa, de lo mero que se ha
buscado con ahínco y fervor por los mencionados padres de familia, fuertemente
apoyados por la propia escuela Normal de Ayotzinapa, por maestros de la Ceteg,
y por diversas organizaciones sociales, etc.
No obstante lo justo de todo ello, el gobierno federal,
invoca infamemente y con devoción patética, “al tío lolo”, descargando responsabilidades
del mencionado suceso horripilante y maquiavélico, en gobernantes menores, pero
con características de otro partido político, de peso en la cuestión electoral
guerrerense, y como nunca, este
movimiento por encontrarlos, ha encontrado insensibilidad y desdén de parte del
presidente de la República, el único que podría destrabar este gravoso asunto,
pero también ha hallado la represión de fuerzas policiacas del ámbito federal y
estatal, aun cuando “los ojos del mundo” están puestos en esta situación.
Pero, debemos preguntarnos: ¿Por qué tanta cerrazón
ante este clamor que ha dañado a la sociedad? ¿Qué estará detrás de todo el
desbarajuste que a lo largo de estos seis meses transcurridos han imperado en
nuestra entidad de Guerrero? Quién sabe?
Lo cierto es que esto, se le ha salido de control al
gobierno federal, que no haya una salida decorosa a sus fines partidistas
(PRI), pues las Elecciones del 7 de junio,
ya las tiene encima, de las que por cierto, hay la amenaza del
movimiento aludido de anularlas, de que estas no se desarrollen.
Sin embargo, este movimiento, a decir de los
protagonistas, va para largo, a pesar de los detractores que solo buscan su
acomodo personal, aunque este sea por un rato nada más…
HASTA PRONTO.
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