LA RUEDA DE LA FORTUNA : Alfredo Sarabia Radilla
El presidente de la República, Enrique Peña Nieto (EPN),
está en un nivel de popularidad muy bajo, pero ello, le tiene sin cuidado.
Los constantes escándalos de corrupción
y similares, emanados de su gobierno, así lo demuestran. Los casos de Tlatlaya
y de Ayotzinapa, son ejemplos de una política cargada de autoritarismo, de
ceguera y de autismo social.
Las reformas sustanciales a Leyes de gran significancia para
el desarrollo y bienestar d la Ciudadanía de a pie, son también partes torales
del estrangulamiento sometido. Y así, podemos ir mencionando cada golpe
recibido que en nada tienen que ver con las expectativas que generó EPN en
tiempos electorales, y que pintaba de color de rosa, el panorama de nuestro
país. ¡Se fueron con la finta!
Hoy, la realidad de México, de nuestro estado, de nuestra
región, de nuestro municipio, de nuestra ciudad, de nuestra comunidad, es
distinta a como no las dibujaban los jilgueros priistas, digo priistas, porqué
el PRI es el actual gobierno federal, pero también caben en esto, el PRD, MC,
PAN, etc. Pero por hoy, obviaré la similitud de estos últimos partidos respecto
al PRI, ya que lo central, es otra cosa.
Más de 60 millones de mexicanos sumidos en la vil pobreza
económica, nos habla de una política social errática, apartada del interés real
para erradicar el flagelo ruin y criminal, pero que digo, ¿erradicar? ni
siquiera intenta erosionar objetivamente esta laceración que a diario corroe la
cotidianidad en que se desenvuelven.
No obstante, la vida palaciega y desenfrenada de los
más cercanos al presidente, familiares
y amigos, indican desprecio absoluto por todo aquello que tenga que ver con
rectificaciones sociales de forma y DE FONDO, salvo la ejecución por
conveniencia de programas sociales que solo mitigan y alargan dramática y
perversamente los problemas carenciales vitales, pero que de ninguna manera se
llega hasta el fondo de la solución.
Es necesario decir, que todo lo anterior, o sea las políticas nefastas del presidente,
han sido desarrolladas con la aprobación de los diputados federales, no de
todos, pero sí, de la gran mayoría de esos especímenes privilegiados.
Debes saber, que en esas aprobaciones hechas por los
diputados de marras, algunos lo han hecho por convicción y otros tantos, por
dinero, dinero a raudales cuyo origen proviene de Los Pinos, o sea, los tienen
maiceados para que de esta sucia y asquerosa forma, se tengan plenas garantías
de los votos necesarios de aprobación.
Así, con este Órgano de la legalidad bajo control, EPN, ha
podido hacer y deshacer todo lo que le ha venido en ganas y nadie lo puede
frenar en el desarrollo de sus planes desastrosos para la colectividad de
abajo. Hoy, varios de esos maiceados, andan en campaña electoral, simulando
virtudes que no tienen, ya que buscan desesperados, o ser diputados locales o
ser alcaldes, algunos incluso hasta de partido han cambiado por su voracidad
patética.
Pero, ¿qué pasaría si ya no pudiera mangonear a su antojo,
la cámara de diputados? La respuesta es fácil y se contestaría así: Al no poder
mangonear la Cámara de diputados, el presidente se vería obligado a discutir en
serio y con responsabilidad con las bancadas de diputados de todos los
partidos, los grandes temas de interés y de significancia, relacionados con la
colectividad, pensando pues, en la colectividad.
Este escenario ac doc, se puede lograr si así lo queremos, y está en nosotros
hacerlo efectivo, la oportunidad la
tendremos para el próximo 7 de junio, día de la jornada electoral, pues
ese día se renovarán a los 300 diputados de mayoría y a los 200 diputados
plurinominales, etc…
HASTA PRONTO.
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