Averígüelo
Vargas : Enrique
Vargas Orozco
Finalmente,
los grupos directivos del PRI decidieron incluir en la tercera posición a
Ricardo Moreno Arcos de la lista de diputados plurinominales, que antes les
habían negado, con lo que evitaron la crisis que se veía llegar con su posible
salida para aceptar la candidatura del PRD a la alcaldía capitalina. Mientras,
su hermano mayor Mario Moreno se mantiene en la alcaldía de Chilpancingo, la
que espera culminar, en espera de que se hagan otros movimientos en la
estructura de su partido.
Lo
que deberían revisar los mandos priistas nacionales y los estatales
principalmente, es la actuación del todavía dirigente estatal tricolor,
Cuauhtémoc Salgado Romero, porque no ha puesto la estructura de su partido en
favor de su candidato a la gubernatura, Héctor Astudillo, sino que buscó armar
una estructura que sólo respondiera a sus intereses personales, con lo que poco
ayuda al triunfo del abanderado que busca recuperar la gubernatura guerrerense.
Además,
se han hechos señalamientos de que Salgado Romero aprovechó una gran parte de
las candidaturas de su partido para someterlas al mejor postor, es decir que
las versiones son que se dedicó a venderlas a quienes estuvieran en
posibilidades de ofrecer la mayor cantidad por ellas, lo que tampoco abona al
posible triunfo electoral, ya que muchos de los postulados no garantizan ganar
la contienda.
También
resulta una mala decisión que se le ubicara en la primera posición de las diputaciones
plurinominales, porque no tiene las condiciones personales ni la calidad
política suficiente para encabezar el Poder Legislativo, en caso de que el PRI
lograra ganar la mayoría de los distritos en juego en la próxima elección, lo
que tampoco es seguro, porque hay muchas cartas deficientes en las
candidaturas, como en los dos casos de Chilpancingo, con Víctor Manuel Toledo,
en el primer distrito, y una dama con niveles de rechazo en el distrito 02.
Si
eso no fuera suficiente para hacer ver que Cuauhtémoc Salgado trabaja
únicamente en beneficio personal, es común que se coloque en posición contraria
al candidato Astudillo, como ocurrió ahora que el gobernador interino Rogelio
Ortega propuso firmar un pacto para tener una buena elección, mismo que el
candidato tricolor rechazó, porque el mandatario no se ajusta a la ley, ya que
ha mostrado una clara tendencia de apoyo en beneficio de la candidata
perredista y de ese partido, con lo que viola la necesaria imparcialidad del
gobernante.
Sin
embargo, Cuauhtémoc Salgado se manifestó abiertamente por respaldar la
propuesta del gobernante, con lo que el PRI tendría dos posiciones encontradas,
la del candidato, que debería ser única y prioritaria, y la del dirigente
partidista, que muchas veces muestra que no sabe bien dónde está parado ni que
línea debe seguir, si debe respaldar lo dicho por quien fue postulado para la
gubernatura o en contra de él, tal vez con la intención de hacer notar que por
ser el presidente del PRI le toca fijar la postura de su partido, aunque vaya
en contra del candidato Astudillo. Realmente, habría que orientar a Cuauhtémoc,
porque muchas veces da la impresión de
que se suelta dando palos de ciego.
Por
lo menos, si no ayuda que no estorbe y si ya tiene asegurado un lugar en el
Congreso que deje el PRI a un político con más oficio que respalde e impulse la
candidatura de su partido, no que pretenda competir con el abanderado.
LO
QUE BIEN SE ADVIERTE es que a pesar de los errores de la dirigencia priista
estatal y de la falta de trabajo en favor de la campaña, el candidato Héctor
Astudillo avanza con paso firme en la competencia electoral y cada día que pasa
se afirma su ventaja sobre los demás contendientes, aunque la mayoría está en
niveles muy bajos, de modo que no representan un peligro importante para el
abanderado del PRI-Partido Verde.
TODO
MUESTRA QUE LA FINAL ELECTORAL SERÁ ENTRE ASTUDILLO Y WALTON
Luego de más de
un mes de que arrancaron las campañas en pos de la gubernatura del estado, ya
se tiene un panorama bastante definido, en el que se advierte que los
contendientes finales serán el priista Héctor Astudillo y el del Movimiento
Ciudadano, Luis Walton, porque la candidata del PRD no sólo ha registrado una
fuga enorme de dirigentes de base hacia los dos señalados, sino que su imagen
se ha deteriorado a tal grado que al final tendrá que declinar en favor de
alguno de los dos punteros, para salvar mínimamente su imagen.
Por
tratarse de candidatos de izquierda, Beatriz tendría que declinar en favor de
Walton, pero es tanta la cerrazón de quienes la dirigen, los Chuchos, que
preferirán sufrir la peor de las derrotas que reconocer su error y la
lamentable condición a la que han llevado al PRD, que llegó a ser el referente
más importante que hayan tenido las corrientes políticas de la izquierda
mexicana en toda su historia.
Walton
se ha visto favorecido por muchas de las deserciones que se produjeron en el
PRD y que hasta ahora siguen, un tanto porque muchos rechazan la imposición que
la directiva nacional y la estatal hicieron en favor de Beatriz Mojica, lo que
alejó a mucha gente de ese partido, que parece estar viviendo la etapa de mayor
deterioro desde su fundación hace más de 25años, porque ya lo abandonaron los
principales fundadores, encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas y desde ahí se han
desgranado las filas del partido amarillo que no encuentra cómo frenar esa
situación que lo ha llevado a su momento de mayor debilidad.
Eso
ha favorecido el crecimiento de Walton en la preferencia ciudadana hasta
alcanzar un nivel de competencia no se le concedía al iniciar la contienda.
De
esa manera se ha colocado como el primer competidor de Héctor Astudillo, aunque
originalmente se esperaba que quien le disputara la primera posición en la
competencia por la gubernatura del estado sería Beatriz Mojica, pero ya fue
superada por el alcalde acapulqueño, porque ya le arrebató una buena parte de
su apoyo político, de sus dirigentes y sus bases militantes.
Así,
la competencia estelar será PRI-Verde, con Astudillo, contra MC, Walton, el
próximo 7 de junio.
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