Tercera Vía : Ernesto Rivera Rodríguez
Cada año el 15 de Mayo se celebra en este país el Día del
Maestro, se celebra con toda la pompa institucional, hoy como en los mejores
tiempos del priísmo institucionalizado y en el
poder como hoy, los dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de
la Educación, SNTE, eran saludados y a la vez prestaban una vez más juramento y
lealtad al jefe “supremo de las instituciones en México. Pompa y Oropel.
Hoy en Guerrero, pese a
los graves acontecimientos del pasado 16 de Septiembre, y pese al grave estado de violencia que ha puesto en
crisis las instituciones políticas locales, el gobernador del estado, Rogelio
Ortega Martínez, fue obsequioso con los
líderes y maestros de la Sección 14, del SNTE Guerrero, cuyo líder sindical
profesor José Hilario Ruiz Estrada, es el mejor ejemplo del sindicalismo
corporativo, aun así, el gobernador del estado cumplió el ritual institucional con el acostumbrado
“besamanos”, convivió con ellos en la “gran comilona” y entrego como en mejores
tiempos de la maestra Elba Esther Gordillo, un automóvil último modelo, a un
agraciado maestro, con el fantasma de un
estado convulsionado y una oposición magisterial que ha puesto de cabeza al
estado: la CETEG.
El magisterio institucional en Guerrero, está compuesto por
más de cien mil trabajadores, y un número indeterminado que presta sus
servicios en las instituciones de educación privada, y que a todos se les festeja por igual, de
esta manera en el evento oficial, el “charrismo magisterial” hoy cobra singular presencia, en tanto a nivel nacional
el presidente Enrique Peña Nieto, en el evento oficial con la presencia del secretario
de Educación Emilio Chuayffet, y el secretario general del SNTE, Juan Luis de la
Torre, durante un desayuno en Los Pinos, “urgió
a los estados a no rezagar la
reforma educativa”.
En tanto a la misma hora los líderes de la Coordinadora
Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE, en la ciudad de México tras
horas de negociación salen sin acuerdos con la Secretaría de Gobernación, en
Guerrero la Coordinadora se ha convertido en la punta de lanza del movimiento
popular más agresivo de los últimos tiempos, llevando como bandera, la
“aparición y entrega con vida de los 43
estudiantes desaparecidos”,
Consigna que cada día queda más lejano de sus verdaderos
intereses, cuando se han aglutinado todo
tipo de organizaciones sociales, en su lucha por una tan grande diversidad de
demandas, que bien se tiene conocimiento, ya poco o nada tienen que ver con la
demanda original. La lucha nacional es
la abrogación de la Reforma Educativa, la local, la aparición con vida de los
estudiantes normalistas desaparecidos.
En tanto miles, decenas de miles de niños guerrerenses no
tienen quien les enseñe. Además de que la violencia provocada e instaurada por la delincuencia organizada,
mantiene a centenares de maestros fuera de sus escuelas, simplemente estás
están cerradas, mucho más allá del conflicto original de la reforma educativa,
hoy es además la protección de la vida misma, y la de sus salarios, tema ya
recurrente de robos, como lo es del
secuestro temporal dentro de sus aulas de maestros y alumnos, como del robo del mobiliario de
equipo de cómputo, lo cual es un escenario no como consecuencia de la reforma
educativa, sino de la violencia delincuencial.
El atraso educativo en Guerrero, no es producto de estos
últimos acontecimientos, es ancestral, tampoco de los esfuerzos de la
contrarreforma, atraso que comparte Guerrero, con Oaxaca y Chiapas,
atraso que además nada tiene que ver con el que estén las aulas cerradas, la
falta de clases, o por las movilizaciones,
ni con los tabuladores salariales. Es problema mucho más profundo, que
ha crecido hasta convertirse en una “metástasis político y social”.
El problema es el crecimiento demográfico, el que queda
atrás muy atrás y sólo percibimos las movilizaciones, “la punta del iceberg” de
la incontenible masa social que se mueve desde
el fondo, emparejándose con la deficiencia en el sistema de salud. En el
problema magisterial, la pirámide de jubilaciones ya ha alterado la plataforma económica que lo
sostiene: a mayor número de jubilados, menor número de maestros en las
escuelas, Los números no mienten, El Seguro Social Mexicano, tampoco ya no
puede. Los pensionados crecen día a día.
Los datos oficiales,
esos que no conoce la opinión pública y mucho menos los candidatos en campaña,
que día con día, ofrecen “cambiar el mundo” no tienen la menor idea del “barril
de pólvora, de ese polvorín” que está a
punto de estallar, y que no lo van a detener con el ofrecimiento de sus
promesas.
Si se pone atención en los datos oficiales, nos
preguntaremos, ¿de qué país se trata? A qué
estado se refiere?, a cualquiera menos a
Guerrero. Su cálculo, es que cada maestro debe de atender alrededor de 26
alumnos, en Guerrero alcanza el doble por aula, o mucho más, Bajo esta
tendencia el problema es exponencial, como el conflicto social, el cual es ya
indetenible, una conflictividad social que se elevará de manera galopante y
peligrosa para el próximo sexenio.
Cientos de miles de niños sin profesores, cientos de ellos
ocupados en su lucha pseudo académica,
cuando estos, están muy lejos de ser calificados como medianamente para estar
frente a una aula. El Estudio Internacional sobre la Enseñanza y el Aprendizaje, capítulo
México, señala que la mitad de los maestros no están capacitados para dar
clases y el 25 por ciento de ellos tampoco se sienten preparados para ejercer
sus funciones.
En Guerrero sólo se puede esperar una catástrofe educativa…
Y la Universidad Autónoma de Guerrero, galopa por el mismo camino.
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