LA RUEDA DE LA FORTUNA : Alfredo Sarabia Radilla
El candidato del PRI y su palero PVEM, Héctor
Astudillo Flores, se hincha de su boca cuando dice que “la violencia es la que
no queremos para Guerrero”. Un slogan proveniente de él, que suena por demás
hueco e hipócrita, que piensa que nosotros, los guerrerenses somos tarugos, que
no tenemos memoria o que somos retrasados mentales o qué? Jamás palabras
similares, de gran importancia, se habían escuchado tan vacías y miserables provenientes
de la voz del mencionado chapulín priista.
Lo malo de esas palabras vanas emanadas de su
voracidad patética por ser gobernador, es que la gente que acarrea a sus
mítines, le aplaude y hasta lo llega a vitorear ruidosamente. ¡Nada más ruin y
perverso!
Pero ni modo, así es de engañosa y tramposa “la
política de altura” que nos endilgan grotescamente los conveniencieros, para
perpetuidad de los políticos corruptos.
Hay elementos para decir que una simple dádiva, una
gorra, una playera, una torta, etc., hacen de las palabras huecas del candidato
chapulín que la gente que acarrea a sus actos de proselitismo electoral, le
aplaudan ruidosamente, pero aun así, deben saber, que toda esta violencia que
vemos a diario, es producto de los malos gobiernos que desafortunada y
lamentablemente hemos padecido.
Debes saber que la violencia que se vive, no es de
ahora, no es nueva, ha estado presente desde que tengo uso de razón, nada más
que ahora, esta violencia se le ha salido de control a la Autoridad. Los hechos
criminales y cobardes de Iguala, solo “fueron la gota que vino a derramar el
vaso”.
¡Destapó la
cloaca de una situación sucia y oscura que había estado oculta, pero latente!
Masacres y más masacres y otros hechos delictuosos
cometidos en el pasado reciente de nuestro estado de Guerrero (sin irnos al
plano nacional), suscitados dolosa y amargamente por gobiernos priistas,
revelan y ponen de manifiesto una atrocidad imbatible y sangrienta, generadora
de incertidumbre e intranquilidad social, aunada a otras situaciones causantes
de angustias colectivas no menos importantes que han frenado el desarrollo y
progreso.
Por lo tanto, es necesario recordar, que ha sido
precisamente gobiernos emanados del PRI, los que han hecho posible el actual
estado de cosas que hoy estamos padeciendo y aun así, este espécimen priista,
sin una pringa de vergüenza y de moral, pretende reinstalar nuevamente a su
partido, echando mano del “tío lolo” para lograr su deleznable propósito.
Un escenario macabro y arcaico, es lo que se vería
y padecería con el regreso de las condiciones infaustas que impone el partido
de Astudillo Flores.
No obstante, habrá que aclarar categóricamente, que
en estos desastres perversos y maquiavélicos explicados anteriormente, el PRI
no ha estado solo en todo, también ha contado con la complicidad malévola de
otros partidos políticos, unos ya desaparecidos y otros permanecen activos,
entre ellos el PAN, EL PANAL, el PVEM y el PRD (El MC y el PT, no se descaran
aún)…
HASTA LA PRÓXIMA.
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