“Lo que queremos con esta exposición es que la gente conozca que hay un rostro detrás de cada canción, el rostro de los autores, porque muchos de ellos no fueron tan populares como en el caso de Cielito lindo, que la cantamos pero no conocemos a Quirino Mendoza, o cantamos México lindo y querido y no tenemos la imagen de don Chucho Monge”, aseguró José Alfredo Jiménez Gálvez en entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el miércoles 18 de agosto, durante la inauguración de la muestra El rostro del autor en el Centro de Exposiciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) Terminal 1.
La colección que comenzó en marzo de 2014 con motivo del 70 aniversario de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), llega al AICM a partir del 19 de agosto y hasta el 30 de septiembre de 2015, para viajar posteriormente a otras sedes del interior de la República, como Acapulco, Guerrero.
Durante la inauguración, Alexandro Argudín, director del AICM, manifestó que la importancia de contar con esta exposición, que refleja el andar de 70 años de la música mexicana, radica en fomentar la cultura en todas sus expresiones, la letra de un sin fin de canciones y los rostros que en ellas han marcado su sello, ponen el nombre de nuestro país muy en alto, no sólo en el ámbito comercial sino también forman parte de una cultura inigualable.
El rostro del autor está conformada por fotografías en su mayoría, bustos, y una diversidad de objetos que pertenecieron a 70 compositores, tales como libros, cancioneros, violines, guitarras, postales, trofeos, muñecos de peluche de Gabilondo Soler, trajes, encendedores, entre otros, también está sonorizada con música de los más destacados y populares compositores mexicanos.
En el acto, se contó con la presencia de Martín Urieta, presidente ejecutivo de la SACM, y único compositor vivo presente nacido en 1943, originario de Huetamo, Michoacán. El músico ha creado una colección inconfundible que desde principios de los años noventa ha renovado el repertorio de la música ranchera de nuestro país. Autor del tema que fue el gran éxito de su carrera Mujeres divinas, así como deAcá entre nos y Urge, entre otros.
Señaló que “para los compositores, este es el regalo más valioso porque nuestra institución que es la primera en América Latina, cumple 70 años, qué hermoso regalo nos han dado aquí en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”.
Indicó que con esta exposición, se reconoce el trabajo y la lucha de esos seres que han hecho vibrar las fibras más sensibles del corazón de los seres humanos, que son los compositores. Y añadió que siempre ha pensado que “toda lucha, todo éxito, es consecuencia de una lucha permanente, los compositores hemos tenido siempre una lucha permanente”, subrayó el artista.
En el Centro de Exposiciones del AICM, el público podrá apreciar diversas fotografías de compositores de ayer, de hoy de siempre, como Manolo Marroquín, Alfonso Esparza Oteo, José Juventino Policarpo, Agustín Lara, Chava Flores, Vicente Garrido, Guty Cárdenas, Felipe Valdés Leal, Cuco Sánchez, por mencionar sólo algunos de ellos; así como bustos de Ricardo López Méndez El Vate, Víctor Cordero, Álvaro Carrillo, Gonzalo Curiel, entre muchos más que son parte del Catálogo de Oro y cuyo requisito de ingreso es tener 30 años de éxitos continuos, estén vivos o muertos.
También destacan las fotografías de compositores que han contribuido y destacado en la composición musical reciente, como es el caso de Mario Domm, Mónica Vélez, Reyli Barba, Alex Lora, Alex Sintek, entre otros.
En representación de María Cristina García Cepeda, directora general del INBA, Magdalena Zavala Gonachea, coordinadora nacional de Artes Visuales, refirió que este proyecto es muy importante para la institución, ya que “el patrimonio intangible, es el patrimonio que todo mundo tenemos en nuestra memoria, en nuestras canciones, pero que a veces tenemos que volverlo rostro, tenemos que descubrir quiénes dieron vida a esas maravillosas letras que cantamos de manera automática”.
Una vez declarada inaugurada la exposición El rostro del autor, el público presente, entre éstos los familiares de varios de los compositores, disfrutaron de la actuación de la Orquesta Típica Daniel García Blanco, que en la voz de Constantino Chavarría, se escucharon temas como Somos novios, Mil besos, Urge, El reloj, yAmor, amor, por mencionar algunas de las canciones.
Por su parte, Roberto Cantoral Zucchi, director general de la SACM, en entrevista, comentó que habría que entender que desde los años treinta y cuarenta, mucha gente en el mundo conoció la existencia de México a través de su música, y esto es un elemento fundamental, “creo que la música mexicana está dentro de los cinco catálogos más importantes del mundo de todos los tiempos, es un orgullo de México la música mexicana, y creo que es obligación de todos defenderla, procurarla, que siga vigente, que las nuevas generaciones conozcan lo que ha sido la música mexicana, y reconocer que las nuevas generaciones también siguen enriqueciendo el acervo musical de México”.
En opinión de Magdalena Zavala Gonachea, “el patrimonio que se vive es el patrimonio que se salva”, ya que al tener la música en la memoria ésta se puede salvar, es obligación de todos transmitirla de generación en generación para que cada vez que oigamos una música representativa mexicana podamos tener un sentido de identidad de nuestro país, y en ese sentido el AICM es el lugar apropiado, de un tránsito continuo de mexicanos, que van y vienen, y que llevan esas voces por todos lados del mundo”.
La Sociedad de Autores y Compositores de México, que actualmente reúne a 30 mil socios y que encabeza en la presidencia el compositor yucateco Armando Manzanero, se creó el 22 de marzo de 1945 por un grupo de compositores encabezados por Alfonso Esparza Oteo; Ignacio Fernández Esperón Tata Nacho y Mario Talavera, pioneros en la lucha por los derechos autorales, anticipándose incluso a la primera Ley Federal de Derechos de Autor en México, de 1947.
El rostro del autor está conformada por fotografías, bustos, y una diversidad de objetos que pertenecieron a 70 compositores, tales como libros, cancioneros, violines, guitarras, postales, trofeos, muñecos de peluche, trajes, encendedores, entre otros.
Fotografías de Francisco Segura / Conaculta
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