Tercera Vía : Ernesto Rivera Rodríguez
Una de los principales Organizaciones No Gubernamentales, ONG,s no sólo de Acapulco, sino del estado de Guerrero, está en vistas de ceder la estafeta a una nueva directiva, como lo marcan los propios estatutos, pero esta vez como ninguna otra está a punto de “morderse su propia cola”. Algo pasa en el Grupo Aca.
Visto desde afuera la historia del Grupo Acapulco A.C. mejor conocida como Grupo Aca, es contradictoria, rozando en más de una época, dentro de sus 44 años de existencia, aquel “Club de los Girondinos” que José Fouché, cerró con un “palmazo”, y en otros momentos su euforia por participar en las decisiones sociales, no han pasado de ser esfuerzos mediáticos y de un oportunismo electorero.
No ha habido más, pese a sus propios y sesudos críticos que desde su interior su voz resuena pero no tiene otros resultados. Sus deseos no han pasado de ser más que los que resuelve y pone en marcha la famosa y llamada “caja china”.
Hoy la cúpula que dirige el Grupo Aca, pretende mover los hilos de las decisiones de los acasocios, ha puesto en marcha su “caja china” para seguir manipulando la adormilada democracia que ostentan enarbolar en cada sesión, echando a al bote de la basura “un compromiso de caballeros realizado hace un año”.
Los acasocios bien saben de este pacto de caballeros, que llevó a José Luis Gallegos Peralta, a la presidencia y en segundo lugar a Carlos Reyes Paris, en segundo, cuando el compromiso fue: “Hoy yo, y tú para el 2016”.
Pero Gallegos Peralta y acasocios muy ligados a él, han dado un giro deshonrando la palabra empeñada, y todo en aras de intereses muy fuera de los “llamados a misa por la democracia al estilo acasocios” que cada vez que puede enarbolar el presidente saliente, “rasgándose las vestiduras” en un verdadero acto de heróica entrega.
Sin embargo, las cosas que están sucediendo al interior del Grupo Aca no son tan diferentes de lo que sucede en el macro mundo de la real politik: promesas incumplidas, manipulación, demagogia, engaño, simulación, intolerancia, el arte de vender las “cuentas de vidrio” a los nativos todavía da buenos y jugosos resultados, cuando desde la visión del titiritero ofrece hoy la imagen de la “bella”, en tanto su juego es mantener su fuero actual y en un tiro de “tres bandas” asumirse como precandidato a la fiscalía del estado o reelegirse –los estatutos le permiten-, para en todo caso más adelante renunciar – también lo permiten- para dejar en su lugar a una bella muñeca, fácil de manejar.
Lo que nos demuestra que quienes dirigen al Grupo Aca, no tienen ningún interés, no tienen el menor deseo de abandonar el poder que ostentan. Siguen luchando por los beneficios y el medro personal, pero enfrentados a crecientes niveles de imprevisibilidad, con críticas públicas y hostiles presiones políticas en constante aumento, poniendo en tela de juicio los objetivos, la estructura, la responsabilidad y la misma razón de ser de su organización, con crisis de identidad, mientras ven desintegrarse a su alrededor, el entramado ayer estable que los llevó a la dirección. “Cuanta política cabe en un dedal”, diría María Antonieta.
gernestorivera@gmail.com
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