Tercera Vía : Ernesto Rivera Rodríguez
Pasaron doce años para que el Partido Revolucionario Institucional, PRI volviera al poder en el estado de Guerrero, con Héctor Astudillo Flores, como gobernador y con él los políticos que deambularon durante ese lapso, de la mano de sus jefes políticos, o haciendo “talacha” en otros partidos, en tanto la sociedad guerrerense se sumía en el atraso, la corrupción galopante, la violencia sin freno y la falta de instituciones fuertes capaces de mantener firmeza y templanza en las mismas.
De la camada de funcionarios que arribaron al poder, sobresale Florencio Salazar Adame, como secretario general de gobierno, con la aureola que ofrece el servicio exterior mexicano, como ex embajador de México en Colombia, durante el pasado sexenio panista de Felipe Calderón Hinojosa.
Florencio hombre talentoso, un liberal creado con sus propios recursos intelectuales y formado bajo la sombra de Don Alejandro Cervantes Delgado y José Francisco Ruiz Massieu, asume la secretaria general del gobierno astudillista, en momentos en que la entidad atraviesa por los peores momentos de su historia.
Fiel reflejo de ello es Radio Universidad de Guerrero, espacio bajo el control de un grupúsculo de supuestos universitarios que lo utilizan como caja de resonancia de sus grandes limitaciones, del cual ni el propio rector Javier Saldaña Almazán mete las manos. Es un espacio pleno de corrupción y “agandalle” bajo el prurito de la supuesta “libertad de expresión”. Cuota de poder donde medran alrededor de medio centenar de aviadores los recursos universitarios.
Dice la canción popular que “las piedras rondando se encuenran”, así en un estallido de diferencias ideológicas se encontraron de frente el secretario general de gobierno y un locutor de marras de nombre Sergio Ocampo, ex trabajador del Metro en la Ciudad de México, que encontró cabida en la UAGro, cuando esta daba cabida a todo supuesto guerrillero y maviviente de izquierda que pidiera cobijo y trabajo en ella, y como vil filibustero desde la cabina de Radio Universidad, expuso en el noticiero matutino del viernes 29, que sobre la tragedia de los policías comunitarios muertos en Tixtla, hechos sucedidos el pasado jueves 26 de noviembre pasado, y el retiro de los retenes para proteger la población de las bandas de la delincuencia organizada, menciono que el hecho tenía la marca de las “políticas de contrainsurgencia” implantadas por Florencio Salazar Adame.
A su modo y con un estilo que deja mucho que desear, acostumbrado a denostar y lanzar “mierda” por dondequiera desde Radio Universidad de Guerrero, espacio que se ha convertido en la “cloaca universitaria”, Sergio Ocampo, se encontró de frente con un muy molesto Florencio Salazar Adame, quien le recrimino sobre la total falsedad de lo dicho por el locutor, discusión que duro cerca de seis minutos y en donde el locutor mantuvo lo dicho y ya lanzado al espacio por las ondas hertzianas.
Esta “capsula de divergencia” nos muestra por un lado la “piel delgada” del secretario general del gobierno de Astudillo, mostrando su intolerancia, su falta de templanza y aplomo ante unos simples comentarios radiofónicos. En tanto el estado se hunde en la violencia, la corrupción y la falta de una política interna de la cual el Salazar Adame es responsable y es omiso a sus propias tareas fundamentales.
Con esta acción Salazar Adame tira por borda el principio elemental de la campaña astudillista de “orden y paz” lema que hasta hoy a resultado poco afortunado, lo que ha desatado un conflicto de imprevisibles consecuencias para el muy inestable gobierno de Héctor Astudillo Flores, por el comportamiento ineficiente y arbitrario de su secretario general, cuando pudo recurrir a un sin fin de formas para mostrar la diferencia y postura del “estado” en esa cuestión en particular.
Del otro lado, del lado de Radio Universidad, se tiene a una radio que ésta muy lejana de ser útil a la universidad y mucho menos a la sociedad, con una total falta de competitividad entre las redes de radios universitarias del país. Radio sin compromiso alguno con nadie, salvo con los intereses espurios que como los de Sergio Ocampo, y otro medio centenar de aviadores, conviven y atropellan y son protegidos por el producto de oscuras concesiones grupales dentro de la Universidad Autónoma de Guerrero, UAGro, porque ni a la propia universidad le sirve, ni le da imagen, y ni mucho menos se puede tomar como una impulsora de los objetivos universitarios, tan cacareados por el rector, Doctor Javier Saldaña, quien debería tomar una decisión sobre la radio, como José Fouche la tomo con el Club de los Girondinos.
Sobre Florencio Salazar Adame, recordamos el principio clásico de Marshall McLuhan, quien puntualizó que “el medio es el mensaje”, de esa manera queda bien claro cuál es el mensaje enviado por el secretario general de gobierno, convertido hoy en un nuevo “Torquemada”, que será un gobierno de mano dura, un gobierno que se desplaza hacia la derecha, que no va a permitir el desarrollo de los movimientos sociales y la virtual criminalización de los medios de comunicación y el hostigamiento a los comunicadores, porque para muestra basta un botón.
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