El Instituto Mexicano de Cinematografía cumple 33 años de respaldar la producción de la industria fílmica del país





Después de que en 2015 se alcanzó una de las cifras más altas en la historia de películas producidas, 140, se ha refrendado la sólida presencia de la institución

Estos resultados han sido producto directo de la creación de mecanismos de apoyo a la producción cinematográfica Fidecina, Foprocine, Eficine

Creado el 25 de marzo de 1983 con el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, el Instituto Mexicano de Cinematografía cumple 33 años de respaldar la producción de la industria fílmica del país. Hace años que el cine mexicano dejó de ser un páramo y un desierto, como lo era a finales de los años ochenta, cuando se produjeron menos de 10 largometrajes y existían muy pocas salas de exhibición.

Después de que México alcanzó en 2015 una de las cifras más altas en la historia en películas producidas, 140, con 80 de ellas estrenadas y 70 por ciento apoyadas por el Estado, se ha refrendado la sólida presencia del Imcine como pilar en un circuito nacional donde según datos del Anuario Estadístico de Cine Mexicano, se vendieron 286 millones de boletos el año pasado, con ingresos que superan los 13 mil millones de pesos.

La producción, el estímulo a creadores, la promoción, distribución, difusión y divulgación del cine mexicano, son algunas de las tareas que ha cumplido el instituto a lo largo de más de tres décadas en las que los creadores cinematográficos han enfrentado el reto del uso de las nuevas tecnologías de producción, distribución y consumo de las audiencias.

Con nuevas plataformas de distribución como FilminLatino, el Imcine afronta los nuevos tiempos donde las películas comienzan a abandonar los soportes físicos como el disco DVD y Blu Ray para entrar a una transición digital de consumo, además de dar apoyo financiero a proyectos de cine mexicano que tan sólo en 2015 obtuvieron 186 premios en festivales de 33 países.

Parte de estos resultados han sido producto directo de la creación de mecanismos de apoyo a la producción cinematográfica que coincidieron con la incorporación del Imcine el 13 de febrero de 1989 al entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), hoy Secretaría de Cultura.

México cuenta con hoy apoyos a la producción cinematográfica que son únicos en América Latina y que han fomentado la profesionalización del gremio de productores y realizadores, además de un claro repunte a la producción cinematográfica.

Estos apoyos son el Foprocine (Fondo para la producción Cinematográfica de Calidad), y Fidecine (Fondo de Inversión y Estímulos al Cine), además del Eficine (Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción Cinematográfica Nacional), consistente en otorgar un crédito fiscal a los contribuyentes que aporten a proyectos de inversión en la producción cinematográfica nacional.

Las tres figuras cuentan con Comisiones de Evaluación que analizan y proponen los proyectos viables de realización y comités técnicos que aprueban los recursos para los proyectos seleccionados.

El Foprocine tiene también un comité técnico que está conformado por funcionarios, pero las decisiones sobre los proyectos las toman comisiones consultivas formadas por cineastas en activo o por personas destacadas en el arte y la cultura. Esto le permite una ciudadanización al proceso de toma de decisiones y permite separar a los funcionarios de esa toma de decisiones.

Las comisiones se reúnen y los creadores deliberan sobre los proyectos, son los propios miembros de la comunidad cinematográfica los que realizan, analizan y recomiendan que proyecto se apoya, esas decisiones del comité técnico las asume el Imcine

Estos fondos han contribuido indudablemente a recuperar de manera notable el volumen de producción anual de películas. Las reglamentaciones de los apoyos mexicanos han contribuido de forma paralela a la profesionalización de los cineastas en el rubro administrativo, quienes han incorporado a su formación la realización de carpetas y de trámites para cumplir con las reglas de operación.

Respecto al Eficine 189, cuya creación en 2006 representó también un parteaguas en el panorama de producción cinematográfica nacional, este 2016 se modificaron sus reglas de operación para el ejercicio fiscal, los cuales permiten facilitar el procedimiento del contribuyente aportante y la empresa productora para obtener este recurso público.

Los nuevos lineamientos obedecen a la creación de la Secretaría de Cultura y a la incorporación de requerimientos de los productores y fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación el pasado 28 de enero de 2016.

Entre los cambios, presentados en una sesión informativa abierta al público en la Cineteca Nacional, destacan la renovación del Comité Interinstitucional, conformado ahora por un representante de la Secretaria de Cultura, uno del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) y uno de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), quien preside el Comité y tiene voto de calidad.

El Instituto Mexicano de Cinematografía tiene también en su historia otros sucesos de gran relevancia como lo fue la expedición de la Ley Federal de Cinematografía, en 1992, que sustituyó a la Ley de la Industria Cinematográfica de 1949, la cual marcó una diferencia normativa de promoción y fomento.

Por todo ello, el Imcine llega a su aniversario 33 con una estructura sólida, perfeccionada con base en la experiencia y que tan sólo en 2015 permitió que el cine mexicano trascendiera el territorio nacional y se estrenara comercialmente en 34 países.

Al día de hoy México, de acuerdo con cifras del Anuario Estadístico del Cine Mexicano 2015, se encuentra entre los 20 países con mayor producción cinematográfica del mundo y entre los cinco con mayor asistencia a las salas de cine.

Pero sin duda, entre los datos más relevantes, es que la industria cinematografía mexicana es hoy una de las más respetadas en los principales circuitos internacionales, logrando tan sólo el año pasado el hecho sin precedentes de que películas nacionales ganaran premios en los principales festivales: Cannes, Berlín, Venecia y San Sebastián, lo cual refleja la fuerza y nueva voz del cine hecho en México.

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