falcotitlan : NIÑEZ

Hugo Falcón Páez


La infancia es tu pasado, por ello, el futuro reside en los niños.

A través de proyectos e iniciativas plenamente enfocados en la niñez, cada quien, puede fomentar los derechos, los cuidados, la atención, la educación, el desarrollo, la creatividad, así como la justicia y la equidad de género en la niñez. Desde el hogar hasta un corporativo, desde el emprendedor social hasta el gobierno y el tercer sector. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) como principal organismo humanitario, ha fincado la promoción y defensa de los niños y niñas en el mundo. Incluyendo se encuentren en los desastres naturales, guerras o conflictos de toda índole. Este año cumplirá setenta años diseñando, elaborando y ejecutando programas con ese objetivo: Trabajar con y para los seres humanos que se encuentran en fases de desarrollo, comprendidas entre el nacimiento y la adolescencia o pubertad. La Unicef se fundó el 11 de diciembre de 1946, en Nueva York. Y a través del tiempo ha buscado aliados, compañeros, líderes, pensadores, amigos, políticos, que puedan incluirse en la sinergia de los más desfavorecidos. Este año, se presentó un estudio de la Unicef y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política (Coneval), que revela la escalada que afecta a la niñez en nuestro país.

Un tercio de la población total de la República Mexicana: 40 millones de personas tienen menos de 18 años de edad, y de éstas, el 53.9% estaban en situación de pobreza en 2014. Entre 2010 y 2014 disminuyeron los seis indicadores de carencias sociales (rezago educativo, acceso a los servicios de salud, a la seguridad social, a los servicios en la vivienda, calidad y espacios de la vivienda y acceso a la alimentación) disminuyeron en la población infantil y adolescente. La pobreza extrema de los niños y adolescentes cayó de 14% a 11.5% entre 2010 y 2014. En ese último año, 1 de cada 2 niñas, niños y adolescentes en México era pobre y 1 de cada 9 se encontraba en pobreza extrema; el 53.9% de la población de 0 a 17 años en México, 21.4 millones, carecía de las condiciones mínimas para garantizar el ejercicio de uno o más de sus derechos sociales (educación, acceso a la salud, acceso a la seguridad social, a una vivienda de calidad y con servicios básicos y a la alimentación). En ese año, 3 de cada 10 personas de 0 a 17 años en México, si bien no estaban en pobreza, eran vulnerables por carencias sociales o por ingreso. Además, el ingreso de su hogar era insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas.

El 11.5% de la población infantil y adolescente en México, 4.6 millones, se encontraba en pobreza extrema, al tener carencias en el ejercicio de tres o más de sus derechos sociales y ser parte de un hogar con un ingreso insuficiente para adquirir los alimentos necesarios a fin de disponer de los nutrientes esenciales; el 20.6% de las personas de 0 a 17 años, 8.2 millones, era vulnerable por carencias sociales, es decir, tenía un ingreso mayor a la línea de bienestar mínimo, pero contaba con una o más carencias sociales; 8.5% (3.4 millones) era vulnerable por ingresos, pues su ingreso era menor al indispensable para cubrir sus necesidades básicas, pero no presentaba carencias sociales. En 2014, el derecho social en que la población infantil y adolescente presentaba mayor porcentaje de carencia era el acceso a la seguridad social, ya que 62.6% tenía esta carencia. Asimismo, 27.6% presentaba carencia por acceso a la alimentación; 24.8% carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda; 16.7% carencia por calidad y espacios en la vivienda, 16.2% carencia por acceso a los servicios de salud, y 8% rezago educativo; la población infantil y adolescente sufría con más frecuencia las experiencias de pobreza que aquella de otros grupos de edad. Como nación firmante y participante activo en las negociaciones para definir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, hemos aceptado el compromiso de reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones, con arreglo a las definiciones nacionales. El eje prismático es el estudio y el aprendizaje, logrando impulsar todo esta sinergia a través de mecanismos multidisciplinarios que logren elevar la capacidad de los niños y niñas; por ejemplo, en nuestro puerto, próximamente se impartirán los talleres de cultura sustentable, donde se une el arte, la academia y el medio ambiente. Esté pendiente en las páginas de éste su diario, El Sol de Acapulco.

El estudio completo está disponible en www.unicef.org.mx y en www.coneval.org.mx

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