Artempatía, libro de Pablo J. Rico y Emiliano Gironella, presenta los resultados de la Fundación Manos Manchadas de Pintura que organiza talleres para ayudar a los hijos de los policías caídos en el cumplimiento de su deber a superar su duelo a través de una terapia artística.
Durante la presentación en el Museo Soumaya, la directora general de Culturas Populares, Alejandra Frausto, celebró esta iniciativa, ya que la cultura es un tema estratégico en la recomposición del tejido social y la transformación social.
Con la representación del secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, la directora general indicó que para esta dependencia posicionar a la cultura como una herramienta estratégica es parte fundamental de la política nacional de esta administración como política de prevención, ya que “siempre va a haber algo a partir de la cultura para tejer una realidad distinta”.
En este sentido destacó el programa México Cultura para la Armonía, que, al igual que este proyecto, atiende a niños y jóvenes en situación de riesgo. A la fecha, dijo, hay 158 colectivos y suman ocho mil 634 niños, quienes de lunes a viernes durante tres horas al día se dedican al arte, ya sea tocando un instrumento o pintando, pues se les ofrece al arte como una alternativa gratuita.
Comentó que a veces las autoridades que combaten la delincuencia, como es la policía, el Ejército, se sienten totalmente desvinculadas de quienes hacemos labor cultural, ya que “nuestra tarea es la cultura, parece que está disasociado, que son terrenos que no se comparten; por el contrario, esa fuerza integradora de la cultura hoy nos muestra que hay una alternativa”.
Refirió que Manos Manchadas “recupera la historia de esas personas que dieron su vida por la seguridad pública y que muy poco los reconocemos; vuelven a tener vida a través de una pintura que hacen justamente quienes quedaron en su casa, que son sus hijos”, quienes dejan de ser público y se convierten en actores culturales.
Señaló que así el arte es una herramienta estratégica para transformar este mundo y disciplinas como la pintura, la música, el teatro y la fotografía les permiten a los niños soñar otra realidad, por lo que refrendó el compromiso de Rafael Tovar y de Teresa y del programa México Cultura para la Armonía con estas iniciativas que muestran el poder transformador del arte.
Por su parte, el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, reconoció que la iniciativa de es profundamente significativa, porque “pone en el centro la dignificación de nuestra policía”.Artempatía
Y es que hace una “profunda revaloración de la persona humana; esos hombres, mujeres, madres, esposos, hijas e hijos que trabajan en la policía, que arriesgan su vida cotidianamente, que la dan por los demás, que son nuestros héroes de todos los días, cómo reconocerlos, cómo significarlos, yo creo que este proyecto treta de hablar con el huérfano de esos policías y paradójicamente lograr que limpien su duelo con las manos que se manchan de pintura”.
Acompañado por el director del Museo Soumaya, Alfonso Miranda, y el comisionado general de la Policía Federal, Enrique Francisco Galindo, el autor Pablo J. Rico externó su satisfacción y dijo estar orgulloso del libro, porque es de arte social, más allá de lo puramente estético, y advirtió que sin el apoyo del entonces Conaculta hubiera sido imposible realizarlo.
El artista plástico Emiliano Gironella indicó que ahora el reto es que los talleres con los hijos de los policías, que comenzó a impartir en 2011 y donde las manos manchadas ayudan a cicatrizar las heridas, se hagan de manera regular.
Artempatía consta de 239 páginas en las que se aborda, en una primera parte, el arte social contra la violencia y comprometido por la paz, para después hablar del proyecto de Emiliano Gironella y del trabajo en los talleres con los niños huérfanos.
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