La vida y obra de la intérprete, compositora y arreglista Patricia Carrión fueron abordados en la sesión de escucha Crisol de una voz, en la Fonoteca Nacional.
La actividad se efectuó como parte del ciclo Iconos del Jazz en México y fue dirigida por Pablo Iván Argüello, coordinador del Catálogo de Jazz de la Fonoteca Nacional.
En la charla, Patricia Carrión comentó a los jóvenes que se dieron cita en la Sala Murray Schafer que lo más importante para hacer música no es la voz, ni las manos u ojos, sino los oídos y por eso les recomendó no lacerarlos con los audífonos.
“También deben cuidar sus volúmenes y sobre todo en sus bandas, principalmente cuando sean solistas, tienen que entender y el resto de la banda que durante esos 40-50 segundos o minutos que dure la exposición del tema o el solo, la única función que deben tener todos los demás músicos es hacer que él o ella se escuchen como un dios”.
La artista además reveló que ser mujer y tener una pareja que también se dedique a hacer música es difícil, ya que, dijo, no se reconoce el talento, “a veces surge envidia y al ser talentosa y poder hacer las cosas por sí sola es extremadamente difícil, porque la competencia siempre va a estar presente”.
En este sentido, la compositora celebró que cada día existan más mujeres haciendo jazz, “esto es maravilloso, porque hay músicos mujeres y ya no sólo cantantes.
“En mi momento fui de las pocas cantantes que tocaba un instrumento y se podía acompañar sola. En toda mi carrera estuve así y durante nueve años aprendí e hice todo lo que tenía que hacer”.
La también arreglista conversó sobre cómo fue que en la isla de Cozumel comenzó su desarrollo profesional y fue el lugar donde por espacio de nueve años estudió, exploró, experimentó, descubrió, compuso y compartió su música.
Patricia Carrión también compartió información de su etapa como artista callejera en Europa y de sus viajes por diversas ciudades, entre ellas París, Holanda, Francia, Italia, España, Alemania, Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia.
“Trabajaba dos horas. Ahí pasaba el plato en la calle, en el metro, en restaurantes, donde me daban chance de tocar. Esto me permitió comprar mi boleto de regreso a México para volver y estudiar formalmente música”.
Antes de interpretar la melodía Todo está en calma, reveló que a su llegada a México el primer empleo que realizó fue de sanación y dar masajes holísticos.
Mientras que minutos antes de interpretar País bajo, detalló que esta canción es un tema en honor a la ciudad de Ámsterdam, “la cual retrata un poco lo que este lugar era para mí y lo que me había dado”.
La cantante comentó que el público puede encontrar en plataformas digitales tres de sus discos: Patricia Carrión con el Mariachi Oro Juvenil (2000), Mujer de Luna (2007) y Joyful days(2014).
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