Luego de tres años de trabajo y una inversión de dos millones de pesos, finalmente quedaron listas las tres salas del Museo Casa de Carranza que fueron sujetas a una renovación integral para brindar una visión más íntima del caudillo de la Revolución Mexicana.
Durante la reapertura este 1 de marzo, el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto, precisó que un equipo de investigadores, restauradores y museólogos, se dio a la tarea de actualizar los contenidos de dichas salas, lo cual forma parte de una recuperación integral para convertirlo en un museo más abierto.
Prieto estuvo acompañado de la directora del Museo Casa de Carranza, Lorenza del Río, del coordinador Nacional de Museos y Exposiciones del INAH, José Enrique Ortiz y del director del Centro de Documentación, Información y Análisis de la Cámara de Diputados, José María Hernández.
De acuerdo con el titular del INAH, el proyecto contempla además la puesta en valor de la significativa construcción que alberga al museo, una mansión de 1908 de estilo art nouveau, donde vivió por corto tiempo Venustiano Carranza y donde fueron velados sus restos mortales.
Para ello, el INAH invertirá este año ocho millones de pesos, además de los dos millones que se invirtieron el año pasado para la renovación de las tres salas, a fin de reformular los contenidos del museo con nuevas tecnologías y propuestas museográficas, en el marco del centenario de la Constitución de 1917.
Prieto indicó que además este museo será el primero en todo el país en lograr la accesibilidad total, a fin de que pueda ser disfrutado por personas con discapacidad motriz, visual, auditiva e intelectual.
En cuanto a las nuevas salas, destacó que en ellas “será posible mirar este nuevo enfoque que incorpora la producción académica más reciente sobre la biografía de Venustiano Carranza, su vida civil, su participación en la Revolución, su sagacidad política e incluso, algunos aspectos poco conocidos de su vida privada”. Todo a través de documentos, fotografías, objetos personales y también oficiales.
Entre las 50 reliquias históricas que se presentan destacan la pluma con que se firmó la Constitución de 1917, dos bandas presidenciales, una de las cuales usó el día de su toma de posesión, parte de la ropa que el Varón de Cuatro Ciénegas llevaba puesta cuando fue asesinado el 21 de mayo de 1920 en Tlaxcalatongo, Puebla.
También están algunas de sus armas, su acta de matrimonio, cartas personales, dos de sus trajes, billetes y monedas de la época y hasta una curul del Congreso Constituyente.
Ante los nietos de Carranza y familiares de los diputados constituyentes, el titular del INAH advirtió que es necesario reconocer la visión de Venustiano Carranza, quien pudo transformar un movimiento armado en ley pues fue figura central en la Revolución mexicana y en la promulgación de la Constitución de 1917 que todavía rige a nuestra nación.
Apuntó que si bien a 100 años de distancia el país ha cambiado, aún hay desafíos y retos que siguen vigentes como son la superación de la desigualdad y el anhelo de justicia social.
Al mismo tiempo, dijo, se acumulan nuevos desafíos como la corrupción, la violencia, el crimen organizado, la necesidad de proyectar al país con dignidad en el concierto internacional y el cuidado y protección de nuestros recursos naturales y patrimonio cultural, ante lo cual no basta con recordar a los constituyentes, sino retomar su capacidad de respuesta a los problemas que ellos enfrentaron.
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