Falcotitlan : CHINA

Falcotitlan®

Hugo Falcón Páez


De cara al poder del Siglo 21.


La conquista más importante es la de “hacia nosotros mismos”. Hacia dónde va el mundo con nosotros en su entraña. Hacia dónde va todo lo que produce el humano. Hacia qué valor sistemático nos dirige la Tierra. Tal y como lo vemos hoy en día, el país asiático China (Zhongghuó), ubicado al Este de Asia, y el tercero más grande del mundo en superficie, después de Canadá o Rusia. Cuyo nombre oficial es el de República Popular China (Zhonghuá Rénmin Gònghéguó). Resulta que si en cada hogar hacemos un conteo de productos diversos, nos encontraremos con etiquetas que usted podrá deletrear como “Made in Taiwan”, “Made in Chine”, “Hecho en México”, “Made in Brazil”, “Made in Italy” o “Made in Germany”, y el resto, pero con la diferencia de que será significativo el resultado cualitativo. El “Poder Amarillo”, como muchos estudiosos de economía los conocen, abastece las necesidades básicas de una empresa y vivienda. Basta dar un vistazo a cada cosa que a usted le rodea y buscar la dichosa calcomanía, así entenderá por qué ostenta un lugar primordial en el ranking de las superpotencias. Aunque muchos estudiosos digan lo contrario.



Pero esto está a punto de concluir, a través de disertaciones y severas críticas, el taller más grande de la Tierra con más de 2,000 millones de almas, ha decidido evaluar los daños de contaminación, gastos de electricidad, carbón, transporte y mano de obra. Tomando medidas que van desde la realización de elementos comerciales con una mejor calidad, funcionales, rentables, de mejor diseño y larga duración. China ya no será dentro de unos cinco años la multiplicación mercantil, sino la excelente obra de la estrategia a seguir.



Pérdidas multimillonarias frente a la Unión Europea (Brexit en puerta), también ha sido suficiente golpe para dar marcha atrás en la manufactura excesiva, para globalizar con pasos más agigantados deberán calificar con certificado y garantía sus metas de fabricación, porque hoy en día es inferior. Ya saben el dicho aquel de que lo barato sale caro, y sí, a los hijos del “Dragón capitalista” el clonar o copiar artículos les ha servido de lección. Disfrazados de otras corrientes políticas han sublevado lo que anteriormente eran familias, como la Dinastía Shang, Dinastía Zhou, Dinastía Qin, Dinastía Han, Dinastía Xin y Dinastía Tang. Otros países que se catapultan son Malasia, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Singapur.



Naciones muy contrastadas por las regiones humildes y portentosamente acaudaladas, sin embargo, la diferencia estriba en el duro trabajo en conjunto, esto ha funcionado así de un tiempo a la fecha.



Esto es vital, no sólo para el indicio de cómo exportar el primitivo trueque, sino para permitirse ampliar horizontes geopolíticos, climáticos y sociales. Todo esto bajo el yugo de la enseñanza actual, “Papel moneda que transita, ensancha ríos de poder”.



No cabe duda que hay un paralelismo que se condensa entre Inglaterra y Estados Unidos de Norteamérica, pues lanzan un trazo deplorable, y es: “O te alías o te bombardeamos. Mientras tanto, China pone el ejemplo, trata de cambiar para mejorar una situación de vida, ¿cómo?, laborando metódicamente, para que en un futuro no muy lejano sus hijos y nietos puedan tener lo que hoy simplemente nos cuesta tomar, comer y beber. Como colofón, yo creo que en algún lugar del espacio desde hace mucho tiempo ya habitan humanos de una manera primitiva, científicamente subdesarrollada, eso no debemos pasarlo por alto, la emigración a puertos interestelares, a cúpulas y biosferas intersiderales, mecanismos sociales que implementan el futuro real de nuestra raza. Y quien viva allá, no será el que produzca basura de todo tipo, mediocridad, ignorancia, violencia, pobreza u orgullo, será el que produzca maneras dúctiles de supervivencia en todas las áreas cognoscibles, en pro y beneficio, y sumadas a un puñado de las que vemos hoy en día.

Publicar un comentario

0 Comentarios