El Papa americano
Rodrigo Huerta Pegueros*
Pocos
recordarán aquella canción pegajosa que se difundió hace como año y medio en
todos los medios de comunicación dedicados a la difusión de la música y después
en todos los canales de televisión se pudo ver como sus intérpretes bailaban al
compás de esa melodía pegajosa que solo declamaba: ‘’el papa americano….el papa
americano….’’ y así hasta la eternidad.
Lo atractivo era también ver en este videoclip
a una figura parecida a Benedicto XVI quien alzaba los brazos y se movía al
unísono con sus acompañantes desde un balcón parecido a los existentes en la
basílica del Vaticano.
Era
una especie de reclamo, de aspiración o premonición a lo que se vería poco
tiempo después. El Papa Americano se convirtió en realidad contra todos los
pronósticos-
Después
de la avalancha de críticas y reconocimientos que se produjeron una vez que el
ahora Papa Emérito Benedicto XVI decidiera hacer pública su renuncia al cargo
que ostentaba, los papólogos y
analistas mas conspicuos de la santa sede, apostaron que el nuevo pontífice de
Roma sería un cardenal oriundo de Italia o de Viena y muy pocas o casi nulas
posibilidades daban a que este surgiera de las filas de los pocos cardenales provenientes
de América Latina. Los que se atrevieron a hacer pronósticos mencionaban solo a
dos cardenales, uno de Brasil y otro el cardenal de México que despacha en el
estado de Jalisco, mas nunca se mencionó ni por acercamiento a Jorge Mario Bergoglio, cardenal
jesuita de Argentina hoy convertido en el Papa
Francisco I.
El
cónclave iniciado apenas el pasado martes por la mañana, en donde concurrieron
115 cardenales electores, superó todas las expectativas, pues mientras unos
decían que la decisión iba a durar más allá de lo que se tardaron para elegir a
Benedicto XVI, otros apostaban a que los cardenales norteamericanos iban a tener
preponderancia dada su influencia por cuestiones netamente económicas.
Sin
embargo, se les olvidó que los cardenales, si bien son hombres de carne y
hueso, los más están comprometidos con los lineamientos morales, éticos y de
misión pastoral que tiene la iglesia católica. Tan es así, que la decisión para
elegir al nuevo Papa no tardó más que en ocasiones anteriores, lo que viene a
desmentir la versión de que la iglesia católica está dividida y fraccionada.
Todo lo contrario, se mostró al mundo que los cimientos de la llamada iglesia
universal están mas fuertes que nunca y que su misión deberá ser reconvenida
por el nuevo Vicario de Cristo.
La
biografía del nuevo pontífice lo muestra como una persona que está comprometida
con los humildes, con la paz y con el bien común. Es jesuita, lo cual lo define
como un pastor que enseña al caminar y que también es un teólogo que defiende
la vida y rechaza el aborto; que tiene una férrea convicción de que la familia
surge del encuentro entre un hombre y una mujer y por lo tanto rechaza los
matrimonios entre dos personas del mismo sexo y se ha opuesto abiertamente a la
aplicación de la eutanasia como modo para terminar con el sufrimiento del ser
humano.
Colocado
en el extremo derecho de los jerarcas de la iglesia católica, el nuevo pontífice
tiene una visión clara de lo que se requiere hacer en la institución para
despojarla de todos los males que hoy la aquejan. Esto nos lleva a pensar que
el nuevo Papa Francisco I será implacable con quienes se desvíen del apostolado
que él mismo tratará de impulsar y que querrá que todos sus subalternos sigan esa
misma mística al pie de la letra.
Poco
o mucho se podrá decir a partir de hoy de este nuevo Papa. Lo que está por
demás obvio, es que tiene una gran afinidad con su antecesor a quien en su primera
aparición le brindó una oración y mostró también que los lujos y la
grandilocuencia de la iglesia para mostrarse ante la feligresía serán cosas del
pasado.
El
es una persona con vocación de servicio, pero sobre todo, de un servicio a
favor de los humildes, lo cual vendrá seguramente a fortalecer a la institución
con la llegada de una nueva ola de feligreses que verán en él el retorno a los
postulados de Jesús y sobre todo de su mentor espiritual: San Francisco de Asís,
del cual tomó Jorge Mario Bergoglio el nombre de Francisco I.
Histórico
día 13 del año 13 para la iglesia católica. Se eligió a un Papa Americano y asumió el nombre de Francisco, nunca antes utilizado por ninguno de los 225
Papas que lo antecedieron.
Periodista/Analista
Político*