El extraño mundo de los legisladores mexicanos


Ramiro Padilla Atondo 

¿Para qué sirve el congreso? Es una pregunta que me he hecho muchas veces. Según los grandes políticos, es la más alta tribuna de la nación. Sucede que en ésta, la más alta tribuna de la nación se toman decisiones trascendentales para el futuro del país. Imagino que si se toman estas decisiones importantísimas pues habremos de elegir a aquellos con el perfil adecuado.
¿Pero qué pasa cuando nuestros legisladores son un poquito menos que analfabetas? Porque los analfabetas al menos son conscientes de que son analfabetas ¿No? Un analfabeta no osaría proponerse para un cargo de diputado porque (se supone que los diputados leen las iniciativas que les enviamos y no les pagamos con piedritas) no entendería lo escrito.
Un video de ADN político ilustra sobre manera los usos y costumbres de nuestros legisladores y para muestra basta un botón:
En este video la joya de la corona es la diputada, a los treinta segundos dice de manera textual: Efectivamente los mexicanos debemos tener cultura, eso es indudable (y lo dice meneando un poco la cabeza como para reafirmar lo dicho) pero o te dedicas a ser  dirigente social o te dedicas a hacer propuestas o te dedicas a hacer política o te dedicas a leer… aquí utilizaré un símbolo muy utilizado en las redes sociales que significa azoro  :s
De ese tamaño. En la columna bajo reserva del universal:
http://www.eluniversalmas.com.mx/columnas/2013/04/101118.php, el secretario de educación pública Emilio Chuayfett  ha estado negociando durante semanas para sacar la reforma educativa. Se han enviado tres iniciativas: Ley general de educación, ley para el instituto nacional para la evaluación de la educación, y la ley general del servicio profesional docente. Y aunque usted no lo crea, los tipos del video son los encargados de aprobarla, por lo cual he decidido enviar una contra-propuesta:
Señor Emilio Chuayfett, a nombre personal y de  la ciudadanía le enviamos una contrapropuesta de iniciativa de ley, la cual debería de ser incluida en la agenda y ser aprobada fasttrack:
Ley general para los diputados, Ley del instituto nacional para la evaluación de diputados y ley general del servicio profesional de los diputados, digo si ya andan queriendo evaluar todo ¿no?
Esta ley incluiría una evaluación en sumas restas y quebrados, lectura y redacción y como no somos encajosos, todo lo que un niño de sexto año de primaria sepa.
En serio que es ridículo que anden haciendo leyes a lo pendejo y que luego sobre la marcha las anden cambiando porque salen incompletas o simplemente no funcionan.
Pero esta ley para los diputados sí deberían hacerla. Porque nuestros legisladores están como el burro que tocó la flauta. Y sus decisiones afectan a millones. Como ellos si comen con manteca. En fin.