Rodrigo Huerta Pegueros*
Una
vez más el Movimiento Popular de Guerrero (MPG) ha mostrado su músculo a
propios y extraños y ha demostrado con ello que cuenta con el apoyo de un
amplio conglomerado social. La marcha de este jueves rebasó las expectativas y
se cree que fue mucho mayor, en número, a la realizada el pasado miércoles.
Esta movilización tuvo como objetivo mandar un mensaje abierto y claro a los
miembros del congreso local quienes debieron haber sesionado para debatir y en
su caso votar a favor o en contra el dictamen sobre la reforma educativa
estatal, la cual entre otras cosas trataba todo lo concerniente a la gratuidad
de la educación, a la evaluación estatal, la permanencia del magisterio y una
inversión mayor para infraestructura en todas las regiones del estado.
Como
se ve, no son las reformas nada del otro mundo y nada que no puedan aprobar los
legisladores guerrerenses. Lo discutible de este conflicto es el egoísmo de los
diputados para votar en consecuencia, siempre mirando por el bienestar, el
desarrollo y la paz y tranquilidad de la entidad, lo cual al parecer no se les
da a estos representantes populares, particularmente los que pertenecen a las
fracciones del PRI, PAN, PVEM, PANAL y unos más del MC e incluso del PRD.
Luego
entonces, la esperanza de que este día fuese solucionado el conflicto
magisterial se esfumó y ahora sí que se entra en un área de incertidumbre, pues
hasta estos momentos (seis de la tarde) ninguno de los legisladores
entrevistado daba un duro a favor de una posible sesión camaral, pues los legisladores
están unos, secuestrados por los manifestantes que han rodeado el recinto
legislativo y no dejan salir mas que a niños y mujeres, y otros diputados que
están fuera del recinto no se atreven ni siquiera a acercarse mas de lo debido
al área de su trabajo por temor a ser presa de los inconfo0rmes que suman miles
y miles.
Las
últimas informaciones que se tienen sobre el caso, es que el gobernador del
estado, Ángel Heladio Aguirre Rivero, citó a la residencia oficial Casa
Guerrero a los diputados disidentes u opositores a votar la reforma educativa
estatal, para llegar a un acuerdo para buscar una solución a este movimiento
que a diario crece y obtiene mayores simpatías por la mala forma como se ha
tratado el tema en los medios de comunicación alentado por el propio gobierno
estatal…Los perredistas, en su mayoría, están dentro del congreso local, el
cual fue rodeado por los manifestantes y de donde se supone no podrán salir
hasta que la reforma sea votada, lo cual parece difícil que vaya ocurrir en las
próximas 24 horas pues el PRI es quien mayor oposición ha presentado contra la
petición presentada por el PRD.
Toda
esta parafernalia que hemos presenciado ya por varias semanas no es algo que
podamos tomar como natural, lógico o inercial, puesto que las partes se han
radicalizado y mientras unas acceden otras se endurecen o viceversa, lo cual
parece cosa de nunca acabar. La ciudadanía ciertamente ya está harta de las
movilizaciones y los bloqueos, pero tampoco es tonta como para culpar de todo
esto a los del movimiento popular, sino que ha visto y se ha cerciorado de que
de parte del gobierno estatal se han incumplido acuerdo y en el ámbito federal,
se han cerrado las negociaciones con el prurito de que no se negociará la ley y
por lo tanto no se invalidarán las averiguaciones que se han abierto en contra
de líderes magisteriales que han realizado los bloqueos y daños a inmuebles
federales durante las movilizaciones.
El
gobernador del estado, Ángel Aguirre Rivero debe de repensar sus próximas
movidas, ya que si bien tiene el apoyo de la federación, este tiene sus
alcances y límites y si la escalada de protesta social sube de tono y la
protesta se extiende a toda la entidad o en las mayorías de las regiones, es
posible que se muevan algunos interesados para que se empiece hablar de la
desaparición de poderes, lo cual no solo sería una regresión en el tiempo sino
un descalabro descomunal contra la tarea emprendida para democratizar las
instituciones locales, lo cual es una empresa harto difícil pero no imposible.
De
darse este evento que no se ha registrado desde la desaparición de poderes del
ex gobernador Israel Nogueda Otero, la entidad entraría a una dinámica de
inestabilidad política por varios años hasta que se lograra nuevamente la
pacificación y en entendimiento entre los grupos antagónicos.El bloque que
tardó horas en la autopista del Sol, volverá a ser tema de los grupos
empresariales de la entidad y de nueva cuenta se rasgarán las vestiduras,
cuando ellos mismos, han dicho y lo han difundido constantemente, que el flujo
de visitantes fue mayor que el año pasado y por ende sus ingresos se
acrecentaron, lo cual va en sentido contrario a los que se lamentan y se tiran
al piso diciendo que los maestros son los culpables de su desgracia
capitalista. Son simple y llanamente fariseos y oportunistas en el mas amplio
del concepto.
Extrañamente
no vimos por ningún lado que se activaran los dispositivos policiacos para
desalojar a los manifestantes de la autopista del sol este día. Ciertamente
esto no lo hubiesen logrado nunca por el número estratosféricos de marchistas y
lo que sí podrían haber logrado es un baño de sangre que no le conviene al
gobernador Aguirre, quien ya tiene manchadas su investidura con la sangre de
los dos normalistas de Ayotzinapa asesinados por elementos de su gobierno el
pasado 12 de Diciembre del 2011.
Eso
no se puede olvidar y por ende no se puede cometer el mismo error pues sería
igual que cuando un hombre se tropieza en dos ocasiones seguidas con la misma
piedra. Cada día que pasa, se pone mas difícil encontrar salidas al conflicto
por la cerrazón de los legisladores.
Hoy
el gobernador tiene la posibilidad de gestionar su propia salida y hacer que
los diputados sean generosos con Guerrero y que alcen la mirada y vean por la
paz, tranquilidad, bienestar y desarrollo de la entidad. Y es mas, ahora tiene la
posibilidad de echar mano de nuevos protagonistas como son las autoridades de
la Universidad Autónoma de Guerrero, quienes en un desplegado han llamado al
gobierno al diálogo y no a la confrontación. Se han pronunciado por ser
intermediarios y bien podrían llegar a un acuerdo sensato.
El
rector de la UAG, Javier Saldaña Almazán se inauguraría con éxito frente a los
guerrerenses, cosa que no se le dio durante su pasada toma de posesión el 6 de
abril del año en curso. Tiene además un buen interlocutor como es Rogelio
Ortega Martínez, quien funge como secretario de la máxima casa de estudios y
que seguramente tuvo que ver con la redacción del desplegado aludido.
El
gobernador debe explorar con ellos una salida digna y no continuar caminando en
terreno pantanoso que llegará el día que le suba hasta el cuello y de ahí hasta
lo impredecible.
La
paz de Guerrero bien vale el diálogo, bien vale el voto de los legisladores y
bien vale la intervención de quienes desean contribuir a que esto sea una
realidad tangible.
Periodista/Analista
Político*