Rodrigo Huerta Pegueros*
El problema magisterial en el estado de Guerrero se ha convertido ahora, en un conflicto de alcances nacionales y que no solo ponen en peligro el semestre escolar de los niños guerrerenses sino la estabilidad política y social de México, según la nueva visión revelada por el gobernador del estado, Ángel Heladio Aguirre Rivero, quien en forma poco usual, en un político de su talla, ha empezado a esparcir la idea que el movimiento de la coordinadora estatal de trabajadores de la educación de Guerrero(CETEG) y el de los estudiantes normalistas de la ‘’Isidro Burgos’’ de Ayotzinapa, se inserta en un entramado mayor que trasciende los límites de la entidad y que no solo tratan de combatir las reformas laboral y educativa sino tiene propósitos desestabilizadores y de un levantamiento armado.
Las expresiones emitidas por el mandatario estatal, un tanto atrevidas, para no llamarlas irresponsables, se dieron en dos tiempos y a través de dos canales de televisión de alcance nacional e internacional como fueron Milenio Televisión y CNN en Español.
En el primer caso, entrevistado el pasado jueves en esta ciudad y puerto de Acapulco, a pocas horas de que arribara el presidente de la República, Enrique Peña Nieto para poner en marcha los trabajos de la 76 convención nacional bancaria, Aguirre Rivero reiteró su disposición de no dialogar mas con los de la CETEG y el Movimiento Popular de Guerrero (MPG) y si en cambio de que la procuraduría general de justicia estatal libere las órdenes de aprehensión en contra de 39
presuntos responsables de los delitos cometidos en contra del estado, la federación y particulares, durante las movilizaciones y bloqueos realizados tanto en la capital del estado como en el puerto de Acapulco.
El problema magisterial en el estado de Guerrero se ha convertido ahora, en un conflicto de alcances nacionales y que no solo ponen en peligro el semestre escolar de los niños guerrerenses sino la estabilidad política y social de México, según la nueva visión revelada por el gobernador del estado, Ángel Heladio Aguirre Rivero, quien en forma poco usual, en un político de su talla, ha empezado a esparcir la idea que el movimiento de la coordinadora estatal de trabajadores de la educación de Guerrero(CETEG) y el de los estudiantes normalistas de la ‘’Isidro Burgos’’ de Ayotzinapa, se inserta en un entramado mayor que trasciende los límites de la entidad y que no solo tratan de combatir las reformas laboral y educativa sino tiene propósitos desestabilizadores y de un levantamiento armado.
Las expresiones emitidas por el mandatario estatal, un tanto atrevidas, para no llamarlas irresponsables, se dieron en dos tiempos y a través de dos canales de televisión de alcance nacional e internacional como fueron Milenio Televisión y CNN en Español.
En el primer caso, entrevistado el pasado jueves en esta ciudad y puerto de Acapulco, a pocas horas de que arribara el presidente de la República, Enrique Peña Nieto para poner en marcha los trabajos de la 76 convención nacional bancaria, Aguirre Rivero reiteró su disposición de no dialogar mas con los de la CETEG y el Movimiento Popular de Guerrero (MPG) y si en cambio de que la procuraduría general de justicia estatal libere las órdenes de aprehensión en contra de 39
presuntos responsables de los delitos cometidos en contra del estado, la federación y particulares, durante las movilizaciones y bloqueos realizados tanto en la capital del estado como en el puerto de Acapulco.
Ciertamente que el gobernador no soltó prenda, pero sí insistió de que no se puede pensar que un movimiento como el del MPG con más de 50 ías de actividad se estuviese financiando por si mismo sino que tendría que haber alguien o algunos, personas o grupos, detrás de ellos y que no solo pretenden desestabilizar la entidad sino que los propósitos tienen alcances nacional y que debería preocupar al gobierno federal.
Por lo visto, Aguirre Rivero trata de vender al gobierno de Peña Nieto la idea de que los maestros de la CETEG son parte de un plan nacional para desestabilizar al país y que por eso debe actuar con mayor celeridad para frenar esta escalada de violencia, la cual en Guerrero cuenta con el apoyo de grupos subversivos de los estados de Michoacán, Oaxaca, Chiapas e incluso del Distrito Federal.
La versión del mandatario guerrerense estuvo plagada de contradicciones ya que también sin proponérselo, declaró que su gobierno hasta el pasado mes de Marzo del año en curso, había entregado puntualmente al magisterio disidente 350 mil pesos mensuales, lo que formaba parte de un convenio firmado entre ambas instancias y que bien podria responder acerca del origen del financiamiento de este movimiento.
Otro desliz del gobernador Aguirre fue cuando mencionó que el lunes (29 de Abril) rendirá su segundo informe de gobierno y que este se dará sin ningún contra tiempo, porque la CETEG había convenido (sic) no realizar movilizaciones sino hasta el primero de Mayo próximo, para lo cual—informó—tenía operadores e interlocutores para dialogar con la
dirigencia del movimiento magisterial, lo que hace caer por su propio peso la afirmación de que ya no tendría mas acercamiento ni diálogo con el magisterio guerrerense.
Pero continuando con su nueva política conspirativa, el gobernador guerrerense ofreció otra entrevista, ahora con el canal internacional CNN Español, donde no solo reiteró el plan de los maestros con alcances nacionales, sino que le hincó el diente a los estudiantes de la normal estatal ‘’Isidro Burgos’’ de Ayotzinapa a quienes acusó de ocupar las instalaciones como centro de adiestramiento ideológico-político con fines poco claros y se quejó que ni las autoridades pueden entrar a supervisar la forma como están recibiendo clases y dijo que a diferencia de otros estudiantes (como los de la UNAM) reciben mensualmente más de 12 mil pesos para su manutención y estudios y aún así, no realizan sus actividades académicas en forma normal y si en cambio se han dedicado a realizar actividades subversivas.
Las expresiones del mandatario estatal solo han provocado animadversión entre los grupos disidentes y quizá por ello este lunes en Chilpancingo, se manifestarán para protestar frente al auditorio Sentimiento de la Nación que ha sido convertido por el Congreso local como sede para que el mandatario rinda su segundo informe de labores.
La realidad es que el gobernador Aguirre desea convertir en guerrilleros a los normalistas de Ayotzinapa y como desestabilizadores a los miembros del Movimiento Popular Guerrerense.
Hoy, es posible que escuchemos de parte del representante federal si le compraron o no al gobernador Aguirre la idea de la conspiración contra las instituciones nacionales surgido desde las entrañas de un movimiento magisterial y popular de Guerrero.
Por lo pronto se puede vislumbrar que no hay en el horizonte cercano un posible acuerdo entre las partes en conflicto y que se ha desestimado de manera irresponsable los buenos oficios que presentaron las autoridades de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Periodista/Analista Político*
porteno4964@gmail.com