Ernesto Rivera Rodríguez
La movilización callejera montada por la Coordinadora Estatal de
Trabajadores de la Educación en Guerrero, CETEG, y financiada por manos
extrañas y movida por tentáculos diversos, so pretexto de estar en contra de la
Reforma Educativa, es solo la punta del iceberg
de esta “Babel social” que se ha movido cual animal herido en contra de
tiros y troyanos de la ciudad capital del estado, Chilpancingo con
consecuencias que se está lejos de percibir en el horizonte dado que los daños
a la infraestructura urbana son incalculables, como a la propia superestructura
política de la entidad, que no ve lo duro sino lo tupida.
La presión montada por la CETEG, brazo hoy armado de la Sección 14 del
SNTE, ha generado una verdadera turbulencia como resultado en las tinieblas del
retiro “involuntariamente a fuerzas” de la maestra Elba Esther Gordillo,
liderazgo mantenido a con su puno férreo, y derribado aterciopeladamente por
designios de los nuevos tiempos penanietistas. Así es historia.
Guerrero sigue los pasos de la balcanización de la educación, iniciada por
la Sección XXII del SNTE de Oaxaca, cuyo movimiento en el 2010 puso en el banquillo
al gobernador Gabino Cue, como una especie de laboratorio político de la
balcanización nacional de la educación, donde lo más significativo es el pretender poner al gobierno de Guerrero, a Ángel Aguirre
Rivero, contra la pared, cuando lo único que han logrado es el repudio social.
Su estrategia, la magisterial ha sido errada, ha sido equivoca, dada su
cerrazón y la arbitrariedad con que han actuado, instalando a la ciudad
capital, Chilpancingo en la línea de fuego de sus pretensiones.
El trasfondo de la crisis de la educación pública es la “escondida”
balcanización del sector educativo posterior a la firma del Acuerdo Nacional
para la Modernización de la Educación Básica, firmado por el presidente
Carlos Salinas de Gortari el 18 de mayo
de 1992, (hace 21 anos), por los gobernadores de todos los estados y el SNTE.
Luego entonces… en ese entonces para evitar una ruptura nacional del sindicato
magisterial, la maestra Elba Esther Gordillo cedió el manejo de la Sección XXII a los disidentes y con ello
rompió el acuerdo federalista de ese acuerdo. De esta manera los líderes de la XXII, convirtieron a los
maestros oaxaqueños en sus peones de juegos palaciegos del poder, mientras los
lideres negociaban agendas personales y gremiales que reventaron el presupuesto
educativo y a punto estuvieron de
reventar al gobierno del estado.
Algo semejante han querido hacer y desarrollar en Guerrero, cuya rectoría
del estado en la educación es más patente que nunca, de ahí que la propia
recuperación de la rectoría del estado en la educación básica, no se va a dar
tan solo con el primer paso dado por la iniciativa de Enrique Pena Nieto,
para profesionalizar el magisterio sino
que debe de pasar por la decisión de la
SEP de terminar con la balcanización educativa sobre todo en los estados que
como Guerrero el CNTE pretende dominar el control magisterial, pero aquí están
muy lejos de lograrlo, cuando el gobierno del estado a decidido, mantener el
paradigma de la educación bajo su control. No podía ser de otra manera.
Pero en Guerrero se tiene que ir más
a fondo y poner orden en la relación laboral del sector educativo, pero se debe
de pasar por solucionar la federalización del sindicato en sistemas educativos
estatales y el monstruo de dos cabezas del SNTE y las secciones disidentes como
la de Oaxaca, cuando el titular del contrato colectivo es el sindicato y NO la
Coordinadora.
Email,gernestoriverva@gmail.com