Autocensura y Libertad de Expresión

Rodrigo Huerta Pegueros*

El próximo viernes 7 de Junio, se conmemorará un aniversario más del Día de la Libertad de Expresión en México y será sin duda alguna, fecha obligada para que los comunicadores (y los propios ciudadanos) hagan un recuento de cómo se ejerce este derecho humano y universal en el mundo, en el país y particularmente en el estado de Guerrero.
Muchos serán los cristales con los cuales se pueda analizar este ejercicio, sobre todo entre el gremio periodístico, el cual se mueve ahora por varias bandas y con diferentes instrumentos, pues ahora, con la modernización tecnológica, los medios alternativos han sido la punta de lanza para fortalecer este ejercicio que hoy, como nunca, está mayoritariamente ejercido por la comunidad y no solo por el llamado ‘círculo rojo’.
En el estado de Guerrero el ejercicio periodístico se hace de la manera mas tradicional que tengamos memoria y los propios medios, sean estos impresos o electrónicos, poco o nada han realizado para renovar su proceso de captación y difusión de información y se han olvidado de ejercer la mayoría de géneros periodísticos.
Pero lo que quizá sea aún mas preocupante, no es que el número de medios se haya reducido drásticamente sino que quienes aún siguen apareciendo cotidianamente han adoptado una política contraria a la libre expresión como es la autocensura, lo que afecta enormemente el derecho a la información al cual todo ciudadano mexicano tiene garantizado en la Constitución Política.


Recordemos que llegar a estos extremos no ha sido cuestión de comodidad o de desprecio a ejercer la libertad de expresión, de prensa y de opinión, sino que ha sido provocado por la elevada violencia que se ha registrado en la entidad y que más de una docena de comunicadores a lo largo de tres lustros la han padecido y la impunidad ha sido también un lastre con la cual se debe lidiar en forma continua y continuada.
Los gobiernos de todo sino político han sido en parte promotores de esta forma de ejercer el periodismo en el estado de Guerrero pues se han convertido en omisos al momento de que se les exige dar resultados sobre pesquisas que se deberían realizar en contra de quienes han atentado contra los comunicadores, ya sea bloqueando su tarea in formativa, negándoles información, agrediéndolos físicamente, amenazándolos de muerte o castigándolos con la prohibición de subsidios o convenios periodísticos.
La libertad de expresión es quizá el día que mayor interés provoca en toda la comunidad por el hecho de que todo ciudadano tiene protegido este derecho y puede ejercerlo sin cortapisa alguna salvo los considerandos que en la misma legislación se han aplicado.
Veamos cómo los comunicadores de esta entidad y del país realizan sus evaluaciones, aunque no podemos ser muy optimistas del resultado de este ejercicio ya que nunca hemos obtenido de parte de las autoridades resultados positivos sobre lo que les ha ocurrido y sigue ocurriendo al gremio. Ahí están todavía los familiares de los periodistas asesinados o desaparecidos o están las decenas de comunicadores que siguen padeciendo enormemente vicisitudes para ejercer su tarea frente a gobiernos autoritarios, autistas y enemigos recalcitrantes del derecho al ejercicio de la libertad de expresión, de prensa y de opinión.

Periodista/Analista Político*