Mari
Trini Ponce Rosas
LOS TRATAMIENTOS
Conductuales/psicológicos y naturistas
Las
estadísticas del Instituto Nacional de Psiquiatría, revelan que un 30% de los
adultos sufre insomnio y 10% de ellos lo sufre desde hace varios años.
El
insomnio se caracteriza por la dificultad para empezar a dormir o mantenerse
dormido toda la noche. O bien despertar
antes de lo deseado o presentar un dormir poco reparador. Una de estas molestias o la combinación de
varias se acompaña además de malestares en el día: cansancio, somnolencia y
problemas para concentrarse, entre otras situaciones que suceden
cotidianamente.
Algunas
de las consecuencias del insomnio se desarrollan tiempo después de presentarlo.
Por ejemplo, se comprobó que aquellos con este trastorno del dormir viven con
un mayor riesgo de desarrollar depresión u otras alteraciones siquiátricas.Incluso,
se ausentan con mayor frecuencia del trabajo y, en consecuencia, su calidad de
vida es menor. El insomnio, además, es un acompañante frecuente de muchos
padecimientos como las enfermedades reumáticas, respiratorias y
cardiovasculares entre otras.
En
este sentido, los tratamientos
conductuales/sicológicos comprenden el cambio de hábitos para dormir
mediante la práctica de la higiene de sueño –por ejemplo, mantener horarios
fijos para acostarse y levantarse, usar la cama únicamente para dormir evitando
otras actividades como ver televisión-.
La
ingesta de medicamentos para tratar el insomnio solamente debe ser determinado
por un médico y luego de un examen clínico. De esta manera, los fármacos que se
pueden emplear son los llamado hipnótico de los cuales existen dos grupos. Los
que pertenecen a la familia de las benzodiacepinas y los no benzodiazepínicos;
estos últimos son más seguros porque el riesgo de dependencia es casi nulo. Finalmente,
una opción útil en los mayores de 60 años es la melatonina.
El
tratamiento naturista consiste en hacer
uso de las herramientas que nos brinda la Naturaleza, como son la ingesta de
Flores de Bach –en este sentido la fórmula floral es la mezcla de extractos
finos de las esencias de: White Chestnut, Mimulos e Impatiens; o bien, tizanas
de Siete Azahares o el famoso Dalay aunado a la práctica de la higiene de sueño
–indicados en párrafos anteriores y sobre todo, la terapia de control de
estímulos tiene la finalidad de
restablecer la asociación saludable
entre la cama y el dormir; la restricción del tiempo en la cama refuerza el uso
de este objeto para dormir; y la terapia cognitiva pretende modificar los
pensamientos que desarrollan con el insomnio.