Ernesto
Rivera Rodríguez
Si
para Javier Saldaña Almazán el pandillerismo juvenil que azota la Universidad
Autónoma de Guerrero, es consecuencia de la violencia estatal y nacional, la
violencia desatada por su administración como rector de la máxima casa de
Estudios de Guerrero, al alterar por completo el organigrama universitario, es
por supuesto producto de sus compromisos políticos amafiado con las dirigencias
sindicales.
Uno
por lo otro. Javier Saldaña, “ve la paja en el ojo ajeno, y no ve la viga en el
propio”, al alterar ilegalmente fuera de todo régimen universitario el
organigrama para dar cabida y pagar los compromisos políticos que lo llevaron
al poder universitario, ya cuestionado de origen como candidato único, que
jamás como tal y hasta hoy ha presentado un programa de trabajo.
Él
ha afirmado y expresado que la violencia juvenil –estudiantil, que azota un sinnúmero de escuelas
preparatorias de la UAG, y que según su apreciación se han dado “fuera de los recinto universitarios”, es consecuencia
de la violencia que se vive en el estado y en el país, …y que su solución debe
ser de manera integral.
Y
qué acaso no es violencia contra la Universidad alterar el organigrama y
encabezar el nombramiento de más de medio centenar de funcionarios con salarios de miles de pesos cuando no cumplen
con el mínimo perfil académico, ni se justifica en el Organigrama ya
mencionado.
El
rector ha pretendido justificarse, pero sus justificaciones son por demás
infantiles, pueriles y hasta cínicas, pues con la apertura de este más de medio
centenar de plazas, desajusta por
completo el patrimonio financiero de la UAG, y que no diga que no es así, pues
si ya como el mismo se queja que el subsidio federal, el subsidio que le otorga
la SEP, vía la Secretaría de Hacienda, no es suficiente, luego entonces para
que abrir nuevas e inútiles plazas, ya que estas requieren de un nuevo
presupuesto con el que no se cuenta, y entonces se pagarán con los puestos que se han dado de baja, pero
cómo se van a pagar a los sustituidos que tienen derechos, plazas de base y
años de antigüedad. Qué nos diga cómo?
Si
la inseguridad de la violencia que azota
la Universidad con las decisiones sin ton
ni son de un rector que no ha presentado
aún un programa de trabajo, donde “las tareas sustantivas están por
encima de las tareas adjetivas” , lo que no debe de ser y que trabaja como Dios
le da a entender y que busca por debajo de la mesa conjuntamente con sus más
allegados y leales hasta la “ignominia”, armar el andamiaje que lo coloque en
posición de “precandidatearse a la gubernatura del estado. Cosa de locura.
Bien
lo expresó el maestro Jesús Reyes Heroles, “la UAG, es la simulación
organizada”, y no deja de serlo, Javier Saldaña se empeña en ratificar lo dicho
por el desaparecido ideólogo, lejos de universidad públicas “elites” como lo
son la de Querétaro, Nuevo León, Baja California, Coahuila, y otras, y se mantiene gracias a estos oficios
rectoriles sin ton ni son, diría José Francisco Ruiz Massieu, …”en el cabus del
progreso”, donde se han empoderado los grupos facticos que pretenden mantenerse
y perpetuarse a como dé lugar en el poder. Ahí todo parece sospechoso, cuando
Javier Saldaña, anda como ajonjolí de todos los moles, y la UAG, sin propósito
ni programa de desarrollo alguno.
Email:gernestorivera@gmail.com