Ramiro Padilla Atondo
La grandeza de un
pueblo se juzga por cómo trata a sus animales.
Gandhi
Al parecer los biempensantes
han desarrollado esta idea. Equiparar animales con humanos. No digo que esté
mal el hecho de que nos comportemos como entes civilizados ante criaturas que
están bajo nuestro dominio. Pero suenan huecas esas frases y ese apoyo cuando
muchos de ellos son incapaces de sentir empatía por otros seres humanos.
Ayer hubo un crimen
en el Sauzal (zona conurbada de Ensenada) donde el fallecido fue un sacerdote.
El padre Nachito (como era conocido) fue un tipo entregado a su vocación y muy
trabajador. Mi amigo Gerardo Ortega hizo hincapié en esta contradicción:
“A principios de
mayo se dio el caso en Ensenada del presunto maltrato a un perro, lo llamaron
"Angelito". Según notas periodísticas, más de mil personas salieron a
la calle en una manifestación de protesta. Mi postura es que los animalitos se
merecen nuestra compasión. Hoy en la mañana fue asesinado el padre Ignacio Cortez
Álvarez, que según quienes lo conocieron, había ayudado a muchos jóvenes y era
una persona de bien. La verdad no espero que mañana haya una manifestación de
seis personas para que se esclarezca el crimen. ¿Por qué? No lo sé. Así es la
gente. Ni modo”.
Hay asuntos que se
ponen de moda. Funciona como contagio. Octavio Paz decía que la moda estaba
hecha de novedad e imitación. En los Estados Unidos hay una gran industria
dedicada a vender servicios para mascotas. Hoteles para perros y gatos.
Líneas de ropa exclusiva. Comidas gourmette
anunciadas por la televisión. Dicen que pronto habrá un canal de televisión
exclusivo para perros. Pero los mexicanos no nos queremos quedar atrás. Las
costumbres norteamericanas hay que imitarlas a cualquier precio. Si allá lo
hacen aquí también lo haremos región cuatro.
Por eso el asunto
me salta un poco. La justicia no se aplica dándole a los animales cosas que no
necesitan. La contradicción nace de evitar voltear ver a una persona necesitada
mientras paseamos a un animal que tiene mejor vida que un humano.
Y los mexicanos
para allá vamos. Asuntos del colonialismo cultural y la sociedad industrial.
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