Ernesto Rivera Rodríguez
Como conducta fuera de lo común, sin llegar a ser
un grito de ruptura de una administración de izquierda como se supone es la que
encabeza el H. Ayuntamiento de Acapulco, algunos regidores de corte de la
“derecha jacobina” con el priísta añorvista Amed Salas Justo a la cabeza de
esta “asonada”, las ferministas –no
feministas- Adelina Sánchez Jiménez y
Natividad Vidal Dircio , los panistas bisoños con Marco Antonio de la Paz Marroquín, colgándole
aún el “cordón umbilical”, y Jorge Pérez Salas, los perredistas Ernesto
González Pérez, Candy Ascencio Román y el petista Tomás Pérez Noca, y los verde
ecologistas Mauricio Legarreta y cía., con argumentos infantiles como “no nos
toman en cuenta”, “no nos atienden” pretendían que el “agua llegara a los
aparejos” reventando primero la Segunda Sesión de Cabildo del mes de Julio, al
no presentarse, y posteriormente reventar la Sesión extraordinaria al no estar
de acuerdo con la Orden del Día.
Pueden estar en su derecho
pero hay un mar de fondo en este movimiento “maiceado” por el priísta Amed
Salas como respuesta a las declaraciones en contra de su jefe político Manuel
Añorve Baños, al ser tratado y señalado como “ladrón” en una entrevista por el
coordinador estatal del Movimiento Ciudadano, Doctor Adrián Wences Carrasco,
una semana antes, al cual dieron respuesta él propio Amed y Luis Miguel
Terrazas, presidente del CDM del PRI en Acapulco.
Pero no todo quedó ahí.
Amed motivó el ausentismo “el
irse de pinta” con un grupo, casi una
decena de regidores que se fueron a desayunar al Restaurant “El Portón”, y
posteriormente motivar él garlito para reventar la Segunda Sesión, y en este mar de fondo si entendemos que el
principio fundamental del Municipio Libre y democrático como se supone que es
el de Acapulco, el presidente municipal
o primer edil, tiene funciones ejecutivas. El Cabildo es fiscalizador y
legislativo del Mando de Policía y Buen Gobierno Municipal, y de la función del
Municipio y todo lo judicial.
Pero desgraciadamente el
Cabildo Municipal, de versión priísta que se acuño por más de setenta años es
una versión micro del poder federal, olvidándose que ningún poder puede invadir
la esfera de otro poder.
La autoridad municipal tiene el deber de emitir bandos,
autorizar el presupuesto, aprobar el gasto del mismo, pero en ningún momento la
ley hace alusión a la función de gestión por lo que gritan los regidores acapulqueños.
Esto corresponde
exclusivamente al Primer Edil. Pero los priístas durante más de setenta años construyeron
un andamiaje y lo convirtieron en una correa de trasmisión del control
corporativo desde arriba, desde lo federal, pasando por lo estatal, invadiendo la esfera municipal,
delegacional y hasta las comisarias, todo absolutamente todo lo corrompió, y
esa lacra del PRI asomó sus tentáculos
en el Cabildo Municipal de Acapulco.
Los regidores han abandonado
sus funciones fiscalizadoras y de ninguna manera están legalmente constituidas
sus supuestas funciones de gestoría, lo cual
corresponde al administrativo.
Tres administraciones de
izquierda en Acapulco: Zeferino Torreblanca Galindo, Alberto López Rosas, Félix
Salgado Macedonio y el desborde de la
corrupción con el sátrapa de Manuel Añorve Baños, condenaron aún más la transparencia
y el espacio democrático municipal.
En este paradigma, en este
tobogán se encuentra parado a contra corriente el alcalde Luis Walton Aburto.
No es el dinero ni los recursos lo que lo sostienen, son sus principios, y los
ediles tienen ojos pero no ven, por su bisoña experiencia, casi de todos, que pretenden
linchar al alcalde bajo sus quimeras, como sátira de su propias limitaciones, y
parafraseando a Gogol “al borde de sus locuras”, negando la realidad que los
circunda, mostrando lo peor de una sociedad viciada en sus actos: sus faltas al
Cabildo, y en contra de la Orden del
Día, con lo que han pretendido enmascarar
su verdadero ideario: dinero y más dinero; donde no resulta posible desentender
que sus acciones están teñidas de dudas y suspicacias, hasta que en tanto no
demuestren lo contrario.
Mientras tanto sus argumentos
infantiles, “no me toman en cuenta”, “no nos atienden” tendrán el mismo valor y
servirán para poner una situación sin salida, pero sin datos duros ni concretos
que sirvan para aclarar la coyuntura.
Email:gernestorivera@gmail.com
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