En Venezuela han denunciado, al menos, veinte reportes de asaltos inusuales: robo de cabellera a las víctimas. Las mujeres quedan en estado de shock y rapadas, en unos casos, al viejo estilo de los indios del Norte al someter a los vaqueros, como en el Viejo Oeste.
Ingrid Palacios, dirigente política venezolana, denunció que en su país hay bandas
organizadas que asaltan a mujeres y les roban su cabello para negociarlo en
estéticas y salones de belleza, donde hacen extensiones y pelucas. Indicó que bandas de asaltantes se han dedicado a tomar por sorpresa a algunas mujeres y tras someterlas, les roban a la fuerza sus melenas, que son vendidas hasta en tres mil bolívares (476 dólares).
La modalidad de robo atípico se basa en cortar el cabello de las féminas, para luego expenderlo en locales que elaboran extensiones y pelucas, por lo que este “negocio” se ha convertido en un nuevo caso de preocupación para la ciudadanía.
La dirigente política venezolana dijo que “según testigos, se
trata de grupos de hombres, pero también mujeres, que actúan en conjunto para
someter a sus víctimas, cortarles rápidamente el cabello, y escapar en carrera
con el botín escondido en un bolso”.
Los medios de comunicación han comenzado a
identificar a estos delincuentes como Las Pirañas, en alusión al
pez de ríos venezolanos que actúa rápidamente y en cardumen para devorar a su
víctima.
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