Un niño queriendo ser amado

En el interior soy un niño queriendo ser amado. Llega un momento en que puedes perdonar a las personas por su mal, su trauma, sus manías, pecados o perdición. Es el momento en que tu espíritu conoce todo de ti y del Universo, y no tienes que hacer nada más, sólo silenciar contigo. En la noche se suspende e calor del Sol en la memoria, es un recuerdo grato, de bien. No te importa lo que pueda coincidir, y sabes que la vida es muerte, sin ella no habría un valor, una razón o una idea. La gente por lo regular se lastima, se accidenta con sus palabras, se marchita con sus actos. Yo digo, no te dañes ni dañes, pero de qué sirve si nadie pertenece a la continuidad de esa sentencia. Todos sin excepción, perseguimos un camino, muchos se pierden, otros lo hallan, y pocos ni siquiera han emprendido ese viaje. Amor, yo soy amor. En el interior sigo siendo ese niño, el que quiere ser amado.


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