Conócete a ti mismo
En griego clásico es γνῶθι σεαυτόν, transliterado
como gnóthi seautón, fue inscripto en el pronaos del templo, parte delantera
y frontal del templo, de Apolo en Delfos, según el periegético Pausanias, geógrafo
e historiador griego del siglo II.
El aforismo ha sido atribuido a varios sabios
griegos antiguos:
Heráclito,
Quilón de Esparta, Tales de Mileto, Sócrates, Pitágoras o Solón de Atenas.
Otras fuentes lo atribuyen a Femonoe, una poetisa
griega mítica. En una discusión acerca de la moderación y el autoconocimiento,
el poeta romano Juvenal, cita la frase en griego y declara que el
precepto desciende “de cælo", del cielo.
La frase Conócete a ti mismo puede referirse, al ideal de
comprender la conducta humana, moral y pensamiento, porque comprenderse uno
mismo es comprender a los demás también y viceversa, sabiendo que somos todos
pertenecientes a la misma naturaleza. Por eso aprender el verdadero significado
de la frase conlleva inevitablemente a verse uno mismo como ser humano ante la
verdad, que es lo que es, y por lo tanto descubrir nuestras miserias, en cómo
nos engañamos y mentimos para alimentar nuestro sufrimiento interno.
En latín, el aforismo se presenta como temet
nosce o bien Gnosce te ipsum. La sentencia filosófica, declaración de
principios recogida en una frase concisa, en griego Conócete a ti mismo, en griego
clásico es γνῶθι σεαυτόν, transliterado como gnóthi seautón; en latín, nosce te
ipsum.
Hay dos posibles explicaciones:
1. La que entiende que los filósofos griegos
pensaban que no se podía comprender el espíritu humano completamente, era algo
así como una utopía o una quimera, así que hubiera sido del todo imposible
conocerse completamente a uno mismo.
2. La que cree que la frase puede referirse a un
ideal menos ambicioso, el de conocer nuestros propios hábitos, morales y
temperamentales ( carácter) así como la capacidad o habilidad de moderar
algunos aspectos , poco convenientes para vivir en sociedad, de la conducta
humana, por ejemplo la ira , la falta de compasión, la prepotencia, la
intolerancia entre otras emociones. Por tanto, esta interpretación del aforismo
se acerca mucho al propio aforismo de Tales de Mileto: La cosa más difícil del
mundo es conocerse a uno mismo, por lo cual se podría decir que hizo suyo el
lema Conócete a
ti mismo.
Diógenes Laercio fue un importante historiador
griego que escribió sobre los siete sabios de Grecia y sobre Sócrates, también
aseguraba en sus libros que era de Tales el proverbio Conócete a ti mismo.
Tales de Mileto fue el iniciador de la indagación
racional sobre el Universo. Se le considera el primer filósofo, en toda la extensión
de la palabra, de la historia de la filosofía occidental, y fue el fundador de
la escuela jónica de filosofía, según el testimonio de Aristóteles.
Fue el primero y más famoso de los Siete Sabios de
Grecia, el sabio astrónomo, y habría tenido, según una tradición antigua no muy
segura, como discípulo y protegido a Pitágoras. Fue además uno de los más
grandes matemáticos de su época, centrándose sus principales aportaciones en
los fundamentos de la geometría.
Es muy probable que haya sido uno de los primeros
hombres que llevaron la geometría al mundo griego, y Aristóteles lo consideraba
el primero de los filósofos de la
naturaleza. Muchas de estas ideas parecen provenir de su educación egipcia.
Igualmente, su idea de que la tierra flota sobre el agua puede haberse
desprendido de ciertas ideas cosmogónicas del Oriente próximo.
Por otra parte, el aforismo podría , perfectamente
ser de Sócrates porque numerosos estudiosos clásicos, Platón, Plutarco, Máximo
de Tiro, Aristipo de Cirene, Apuleyo, Aristóteles, Aristófanes, y
contemporáneos como Guthrie, William Keith Chambers, Nilsson, Martin Persson,
Wolfango Montes, Óscar Velásquez, Gregory Vlastos, Alexander Nehamas, en sus
libros, escritos, ensayos o investigaciones, más o menos contemporáneas, así lo
defienden.
Sócrates, debido sobre todo a la influencia que
ejerció sobre su discípulo Platón, marcó un punto de inflexión decisivo en el
enfoque de la especulación filosófica orientándola hacia la ética y el
idealismo racionalista. Desde perspectivas muy diversas, y en épocas muy
diferentes, la figura de Sócrates ha sido vista casi unánimemente como el
ejemplo paradigmático de una actitud frente a los problemas fundamentales de la
vida humana, particularmente, en su dimensión ética, religiosa y política.
La vieja sentencia que figuraba en el frontis del
templo de Apolo en el Oráculo de Delfos de la Antigua Grecia, decía, Conócete a ti mismo.
Esta frase era repetida constantemente por Sócrates, aquel filósofo que se
dedicaba a interrogar a los sofistas, personajes de su época que afirmaban
poseer muchos conocimientos y que, luego de dialogar con Sócrates, empeñado
buscador de la verdad, eran obligados a reconocer su ignorancia.
Conócete a ti mismo, decía, y de esta suerte
confrontaba a sus jóvenes discípulos, con su realidad interior haciéndoles
sentir la necesidad de abandonar ese mundo de opiniones en el que estaban
sumidos y los encaminaba en la búsqueda de la verdadera sabiduría, aquella que
subyace en el fondo de cada uno. Fue tanta la fuerza y convicción con que
Sócrates argumentaba que poco a poco sus seguidores se fueron convirtiendo en
auténticos filósofos, fomentaba su curiosidad por el mundo que les rodeaba y
sobre sí mismos, es decir investigadores de las cosas auténticas y verdaderas.
Y así, al crecer su fama se fue incrementando el número de seguidores, la mayor
porte de ellos, jóvenes, logrando así en su sociedad ateniense una gradual toma
de conciencia de su propia realidad.
Esta situación fue muy mal recibida por ciertas personas a las que no convenía que jóvenes tan lúcidos se cuestionasen los modelos de poder, sociales, éticos, religiosos dominantes en la ciudad. Por eso fue que decidieron acusar a Sócrates de corromper a la juventud y de impiedad. Estos cargos, falsos, como Platón demuestra, en su Apología, motivaron la condena a muerte del filósofo. En fin, el problema socrático está lejos aún de resolverse, ya que Sócrates jamás escribió un libro
Pero esta sentencia, mortal, no pudo apagar la búsqueda reflexiva y sincera sobre el sentido y la razón de la existencia.
Esta situación fue muy mal recibida por ciertas personas a las que no convenía que jóvenes tan lúcidos se cuestionasen los modelos de poder, sociales, éticos, religiosos dominantes en la ciudad. Por eso fue que decidieron acusar a Sócrates de corromper a la juventud y de impiedad. Estos cargos, falsos, como Platón demuestra, en su Apología, motivaron la condena a muerte del filósofo. En fin, el problema socrático está lejos aún de resolverse, ya que Sócrates jamás escribió un libro
Pero esta sentencia, mortal, no pudo apagar la búsqueda reflexiva y sincera sobre el sentido y la razón de la existencia.
El Universo, interior y exterior, es como un camino
en el que el ser humano evoluciona y que señala a dónde debe mirar quien busca
verdaderas respuestas.
Conócete a ti mismo es la pregunta y la respuesta
para el que tiene los ojos, la mente y el corazón despiertos, o en otras
palabras para las personas de espíritu inquieto.
La búsqueda reflexiva y sincera sobre el sentido y la razón de la existencia nos hace crecer como personas.
Más allá del espacio y del tiempo, esta sencilla frase tiene, tal validez inmortal que después de más de dos mil quinientos años no ha perdido un ápice de su vigencia.
La búsqueda reflexiva y sincera sobre el sentido y la razón de la existencia nos hace crecer como personas.
Más allá del espacio y del tiempo, esta sencilla frase tiene, tal validez inmortal que después de más de dos mil quinientos años no ha perdido un ápice de su vigencia.
Sí, hoy, al final del 2011, con el vertiginoso
avance de la cibernética y las comunicaciones, ordenadores, genoma humano,
satélites etc. y en plena expansión de la globalización de la información, cada
vez son más quienes buscan la verdad, también es cierto que cada vez son más
los que siguen sin encontrar verdaderas respuestas. No se trata tener al alcance
de la mano mucha información, es algo más profundo y trascendente, que no se
resuelve con una compilación y actualización de datos, no. Ningún avance
tecnológico o científico puede ayudarnos en tan esencial inquietud. Es cuestión
de ideas, de ideales, de ética, de humanidad.
Conócete a ti mismo, la sabiduría que encierra este aforismo, sea de Tales o de Sócrates, o de cualquier otro sabio heleno, sigue llamando a todo aquel que quiere ser dueño de su destino. Porque es esencial para la propia realización como persona y como ser humano.
Conócete a ti mismo, la sabiduría que encierra este aforismo, sea de Tales o de Sócrates, o de cualquier otro sabio heleno, sigue llamando a todo aquel que quiere ser dueño de su destino. Porque es esencial para la propia realización como persona y como ser humano.
El oráculo de Delfos, lugar sagrado donde acudían
los griegos para preguntar a los dioses las cuestiones que más les inquietaban,
desveló que el filósofo Sócrates era el personaje más sabio del mundo.
Además de un papel religioso principal en el mundo antiguo,
el oráculo de Apolo no era consultado exclusivamente por los griegos, los
oráculos de la Pitia han tenido un lugar importante en la organización política
griega. Tres hechos curiosos son notables concernientes a la opinión que el dios
se supone tenía del poder griego. El oráculo no era siempre sostenido por las
acciones de su pueblo.
Si bien a menudo desfavorable a Atenas, el oráculo
había apoyado su acción colonizadora. Es así que la leyenda informa de que la
colonia de Cirene, en Libia, fue fundada gracias a un oráculo: un cierto Batos
estaba afligido por un tartamudeo. El oráculo le había aconsejado para su
curación fundar una ciudad en Cirene; al hacerlo vio un león. El miedo causado
por este encuentro fortuito le curó definitivamente de esta aflicción. Existen
numerosos ejemplos de este tipo.
La ciudad de Delfos, por otra parte, desempeñó en la Antigüedad un papel económico importante. Ciudad muy frecuentada, los negocios circulaban allí, el de las tasas por consulta, numerosos tesoros ofrecidos por las ciudades que el oráculo había “favorecido”, ofrendas, las compras de víctimas sacrificiales que solo los vendedores de la ciudad podían vender. Aparecieron, para administrar este flujo monetario creado por las consultas oraculares, cambistas y prestamistas. Es además en Delfos, en el siglo VI a. C., donde los primeros bancos hacen su aparición.
Las personas que acuden a adivinos y pitonisas para saber qué sorpresas les esperan en el futuro, si hubieran nacido en el siglo V antes de Cristo y hubieran vivido en Grecia, habrían ido, sin duda, al oráculo de Delfos. Porque en este lugar es donde iba todo el mundo a descubrir qué le deparaba la fortuna.
Dentro del templo, una sacerdotisa llamada Pitia, de donde se deriva la palabra pitonisa, intercedía entre el consultante y el dios Apolo. ¿Qué solían preguntar? Pues un poco de todo, como asuntos políticos, religiosos, morales, éticos.
La ciudad de Delfos, por otra parte, desempeñó en la Antigüedad un papel económico importante. Ciudad muy frecuentada, los negocios circulaban allí, el de las tasas por consulta, numerosos tesoros ofrecidos por las ciudades que el oráculo había “favorecido”, ofrendas, las compras de víctimas sacrificiales que solo los vendedores de la ciudad podían vender. Aparecieron, para administrar este flujo monetario creado por las consultas oraculares, cambistas y prestamistas. Es además en Delfos, en el siglo VI a. C., donde los primeros bancos hacen su aparición.
Las personas que acuden a adivinos y pitonisas para saber qué sorpresas les esperan en el futuro, si hubieran nacido en el siglo V antes de Cristo y hubieran vivido en Grecia, habrían ido, sin duda, al oráculo de Delfos. Porque en este lugar es donde iba todo el mundo a descubrir qué le deparaba la fortuna.
Dentro del templo, una sacerdotisa llamada Pitia, de donde se deriva la palabra pitonisa, intercedía entre el consultante y el dios Apolo. ¿Qué solían preguntar? Pues un poco de todo, como asuntos políticos, religiosos, morales, éticos.
Pues mucho, porque el filósofo partió de una
inscripción que podía leerse en este oráculo para desarrollar toda su teoría
filosófica.
La verdad es que todo lo que sabemos de esta importante figura del pensamiento occidental es a través de los escritos de otros, porque él no dejó ni una sola línea escrita. Se cuenta que uno de sus amigos, Querofonte, consultó al oráculo de Delfos si había en el mundo alguien más sabio que Sócrates y el oráculo le contestó que no. Al filósofo le extrañó muchísimo porque él pensaba que no sabía nada, recordad que una de sus máximas más famosas es sólo sé que no sé nada. El maestro, entonces, se dedicó a hablar con personas de la ciudad de Atenas que se suponía que sabían mucho, como políticos y poetas.
Después de dialogar con ellos, se convenció de que no sabían lo que creían saber, es decir, que ignoraban su propia ignorancia, mientras que él ya sabía que no sabía, y al ser consciente de su tremenda ignorancia era más sabio que ellos.
Sócrates creía que era todo un reformador moral. Sólo le preocupaba una cosa: averiguar cómo debía comportarse el ser humano. Pensaba que conocer el bien era lo mismo que hacerlo, porque nadie hace el mal a sabiendas. Insiste, si alguien hace mal es porque no sabe que hace algo malo, por lo que no debe ser castigado. Obrar de mala manera es sólo el fruto de la ignorancia. A modo de ejemplo: un buen zapatero nunca haría un par de zapatos malos. Lo mismo los humanos: si conocemos el bien, lo hacemos. Él decía que el saber es virtud.
La verdad es que todo lo que sabemos de esta importante figura del pensamiento occidental es a través de los escritos de otros, porque él no dejó ni una sola línea escrita. Se cuenta que uno de sus amigos, Querofonte, consultó al oráculo de Delfos si había en el mundo alguien más sabio que Sócrates y el oráculo le contestó que no. Al filósofo le extrañó muchísimo porque él pensaba que no sabía nada, recordad que una de sus máximas más famosas es sólo sé que no sé nada. El maestro, entonces, se dedicó a hablar con personas de la ciudad de Atenas que se suponía que sabían mucho, como políticos y poetas.
Después de dialogar con ellos, se convenció de que no sabían lo que creían saber, es decir, que ignoraban su propia ignorancia, mientras que él ya sabía que no sabía, y al ser consciente de su tremenda ignorancia era más sabio que ellos.
Sócrates creía que era todo un reformador moral. Sólo le preocupaba una cosa: averiguar cómo debía comportarse el ser humano. Pensaba que conocer el bien era lo mismo que hacerlo, porque nadie hace el mal a sabiendas. Insiste, si alguien hace mal es porque no sabe que hace algo malo, por lo que no debe ser castigado. Obrar de mala manera es sólo el fruto de la ignorancia. A modo de ejemplo: un buen zapatero nunca haría un par de zapatos malos. Lo mismo los humanos: si conocemos el bien, lo hacemos. Él decía que el saber es virtud.
Lo que hacía Sócrates era interrogar a las personas
para enseñarles. Lo conseguía utilizando el arte de la mayéutica, que
no es más que un hábil interrogatorio para que cada uno descubra la verdad.
El filósofo Sócrates nació en el año 470 a. C. en
Atenas. Su padre fue un escultor llamado Sofronisco y su madre era comadrona.
Fue poco agraciado y de corta estatura. Ya desde chaval demostró tener una
fuerte personalidad, que con el tiempo le convertiría en un gran líder de
opinión.
Le encantaba pasar el día en los mercados y las
plazas públicas de Atenas, discutiendo y respondiendo a las preguntas que los
ciudadanos le hacían.
Su vida coincidió con la Guerra del Peloponeso (431-403 a. C.), que enfrentó a Atenas y Esparta, y tuvo que luchar en ella como soldado de infantería. Al parecer fue muy valiente.
El caso es que, en el año 399 a. C., a Sócrates le acusaron de una serie de delitos: de no respetar a los dioses de la ciudad, de introducir nuevas divinidades y de corromper a la juventud, por lo que le “invitaron a suicidarse”.
Su vida coincidió con la Guerra del Peloponeso (431-403 a. C.), que enfrentó a Atenas y Esparta, y tuvo que luchar en ella como soldado de infantería. Al parecer fue muy valiente.
El caso es que, en el año 399 a. C., a Sócrates le acusaron de una serie de delitos: de no respetar a los dioses de la ciudad, de introducir nuevas divinidades y de corromper a la juventud, por lo que le “invitaron a suicidarse”.
No quiso pedir disculpas porque pensó que no había
obrado mal y se bebió la cicuta, que acabó con él y con su sabiduría.
Con el propósito de sustentar sus palabras, y dar
cuenta desde qué momento se había originado la calumnia comenta una vivencia
particular que le había ocurrido a Querofonte, un amigo suyo. “Una vez que
había ido a Delfos, tuvo la osadía de pedir un responso al oráculo y como ya
dije: no alborotéis, preguntó si había alguien más sabio que yo. La Pitia
respondió que no lo había. De esto puede ser testigo su hermano aquí presente,
ya que él ha muerto”. En esta cita, Sócrates, comenta que Querofonte visitó el
oráculo, una especie de santuario en el que una pobre mujer, probablemente histérica,
entraba en trance y pronunciaba palabras sin sentido que los sacerdotes de la
época interpretaban como mensajes del dios Apolo. Esta mujer dijo que no había
hombre más sabio que Sócrates. En cuanto el filósofo supo de la concepción que
tenía Dios sobre él comenzó a reflexionar acerca del por qué Apolo decía esto,
si él bien sabía que no era realmente sabio y que los dioses no podían mentir.
Fue entonces, cuando Sócrates decidió investigar a
los hombres que decían saber; y verificar, de este modo, la veracidad de las
palabras del oráculo, o tratar de refutarlas.
2 Comentarios
Hola, la verdad es que esto de conocerse a si mismo es o deberia ser la unica prioridad del ser humano, yo como tu y muchas otras personas, estoy en el camino de conocerme y comprenderme, en este trayecto tambien hice un blog con unas investigaciones que, exactamente, se dedican a la autoconsciencia y autoconocimiento, que al haber esuchado estas investigaciones y conferencias, me han ayudado a cambiar tantas cosas que he hallado equivocadas en mi alma, te mando saludos y espero que estes muy bien, pd. checa la pagina para que veas algo de lo que he hecho. saludos!
ResponderBorrarhttp://mejoratuinteligencia.com/
Saludos. Gracias por la lectura. Estamos en línea. Abrazo fraternal.
Borrar