¿Realmente el mundo va en la dirección correcta? No hay equilibrio justo ni derecho para quienes operan con la benevolencia. O al menos, vivir con estabilidad: empleo digno y remunerado, seguridad pública y social, cuidado del ecosistema y medio ambiente, vigilancia de las energías alternas y limpias, alimentación y suministro de agua potable, industria de la vivienda y textil, reglamentación agropecuaria y ganadera, en fin, se antoja un mundo feliz. Pero la explosión demográfica va en aumento, el capitalismo ha tomado formas salvajes, que en el rubro de la filosofía es mejor silenciar y razonar. Hablemos del Grupo
de los 20 (G-20), el cual es un foro estructurado por 19 países, más la Unión
Europea. Desde 1999 se reúnen regularmente jefes de Estado (o Gobierno),
gobernadores de bancos centrales y ministros de finanzas. Está constituido por
siete de los países más industrializados: Alemania, Canadá, Estados Unidos,
Francia, Italia, Japón y Reino Unido (G-7), más Rusia (G-8), más once países
industrializados de manera reciente de todas las regiones del mundo, y la Unión
Europea como bloque económico.
En
estas reuniones la cooperación y consulta entre los países, son en temas
relacionados con el sistema financiero internacional. Los estudian, revisan y
promueven por medio de discusiones sobre temas relacionados con los países
industrializados y las economías emergentes, con el objetivo de mantener la
estabilidad financiera internacional, y de encargarse de temas que estén más
allá del ámbito de acción de otras organizaciones de menor jerarquía. Tenemos
que desde el 2009, el G-20 ha desplazado al G-8 y al G8+5 como foro de
discusión de la economía mundial. ¿Qué camino tomarán los "líderes" y hacia dónde va el futuro inexistente para miles de millones de habitantes en el orbe?
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