Por
Jorge Luis Falcón Arévalo*
“En
ciertos casos, guardar silencio es la mayor mentira. No decir es igual a
mentir”
El
90 por ciento de que se haya despedazado el puente de comunicación y relaciones
públicas entre la administración gubernamental y la sociedad, es de la
dirección de Comunicación Social. Han fallado las “amarres” públicos, con
grupos y organizaciones; así como los
buenos oficios no tan solo como periodista, sino como un buen comunicólogo
conocedor de la Ciencia de informar comunicando.
Los
enlaces entre jefatura de gobierno y sociedad están rotos y las redes sociales
dan cuenta de ello, son testimoniales diarios del mal funcionamiento de las
Secretarias del gabinete, que en vez de
proporcionar solución a los demandas de servicios, solo han encontrado apatía,
desgano e indolencia.
En
las teorías practicantes de la comunicación no basta entrelazar convenios con
medios de cualquier índole; y con ello, pretender acallar lo que nos muestra
natura. Eso es de pelmazos, de ignorar que las Ciencias de la Comunicación no están
puestas en práctica y solo se he recurrido al periodismo artesanal y al
cartabón de hacer sin construir y del decir sin planear. No hay estrategias
para vincular la comunicación interna-externa; como tampoco existe el
periodismo en crisis, desastres y emergencias. Y ello habla de lo mal que se
está trabajando en los medios masivos.
Ha
fallado la urgente necesidad de informar bajo el principio de inmediatez que no
siempre se acompaña del necesario conocimiento sobre cómo funciona la fase de
prevenir e informar de manera humanitaria, pues el papel de los actores, las
fases de una actuación e incluso los contratiempos que pueden aparecer. No se
han sabido manejar como en las Ciencias se indica. Por ello tanto la política
como la comunicación son Ciencias las que confluyen para dar seguridad, dar la
concreta relación y uniformar criterio, en la rapidez de enlazar. Es en si una
oficina fallida.
De
este modo, los medios construyen la realidad periodística que no es nunca, no
lo puede ser, un espejo fiel de la realidad factual. Por ello las redes
sociales con personalidades cuya voz y persona, son de autoridad ante gruesos
sectores de la población guerrerense, han puesto en jaque al gobierno de
Walton. Pues el impacto de las formas del facebook y twitter, son más
demoledoras que un mensaje impreso, por la actualidad y eventualidad del acto,
del hecho, de la circunstancias.
Ante
estos acontecimientos terribles de las pasadas tormentas y de una comuna en crisis por no saber informar con seriedad; pero también por no
cumplir a cabalidad los medios de información, más allá de su carácter
comercial, tienen la enorme responsabilidad social de revelar los
acontecimientos y decisiones relevantes para la comunidad a la que se dirigen.
Su principal compromiso es no mentir. Y en las redes sociales la mentira es
rebasada por verdades de diversos calibres. Esta responsabilidad los hace
susceptibles de presiones de distinto tipo y origen que persiguen conseguir
alguna forma de influencia y control sobre sus contenidos.
La
crisis que atraviesa la administración de Acapulco, en su oficina de medios de comunicación es enorme y visible;
pues la oficina solo ha logrado “dar” datos en bruto que no son información. El caso
prístino, los habitantes de las colonias inundadas de la Colosio y unidades
habitacionales que se vendieron con vista al mar, no dentro del mar.
Ni
como tampoco pagar inserciones o a sicarios del periodismo para no mencionar o
detallar el mal funcionamiento de la comuna por dar a conocer a la comunidad
los satisfactores que por ley le compete. Como es el caso de que existen
colonias con más de dos o tres meses sin agua potable. Porque ha salido
contraproducente: las redes sociales han puesto en el banquillo de los acusados
al presidente Luis Walton Aburto y sus principales empleados, con santo y seña;
y, lo que es peor, con los pelos en la mano. Y el mismo caso va mostrándose en
la propia oficina, de la Ciudad de
Chilpancingo.
En
consecuencia, defender la labor periodística responsable es defender la democracia
y la libertad. Especialmente en períodos de crisis como el que atravesamos.
*GradoCero_Gro
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